Es lo mínimo.
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Ayer mi mujer, por primera vez en veintipico años, declinó chupármela cuando se lo pedí. Fue un momento extraño. Me dijo que si quería follar, que bien, pero que mamada no que nosequé de una mingraña o algo. Pero si estaba en días postmenstruales con el consiguiente cuajo rojizo asomando por el bujero.
En un principio hice acopio de dignidad y le dije que yo no follaba por bujeros sangrantes, que eso no es cristiano y tal.
Pero cuando vi que el órdago no me salía bien, que no se arrodillaba y que la pulsión testicular aumentaba hasta niveles preocupantes, acabé claudicando y sacando la chorra como con desgana, como por favor.
Varios segundos minutos ratos después, tuve que limpiarme la pinga en las cortinas porque aquello estaba medio colorao y ya no creo que me la vuelvan a mamar más porque parece que no le sentó muy bien. O al contrario, quizá gracias al asunto cortinil todo vuelva a la normalidad.
No sé porqué os cuento esto pero meh, en algún sitio tengo que soltarlo.