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[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]6. Casi todo el mundo estará de acuerdo en que vivimos en una sociedad profundamente molesta. Una de las manifestaciones más extendidas de la locura de nuestro mundo es el izquierdismo, así que una discusión sobre la psicología del izquierdismo nos puede servir de introducción al debate de los problemas de la sociedad moderna en general.
[/FONT] [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]7. Pero, ¿qué es el izquierdismo? Durante la primera mitad del siglo XX pudo ser prácticamente identificado con el socialismo. Hoy el movimiento está fragmentado y no está claro a quién se le puede llamar propiamente izquierdista. Cuando en este artículo hablamos de izquierdistas pensamos principalmente en socialistas, colectivistas, «políticamente correctos», feministas, activistas por los homosexuales y los discapacitados, activistas por los derechos de los animales. Pero no todos los que están asociados en uno de estos movimientos es un izquierdista. A lo que intentamos llegar es que no es tanto un movimiento o una ideología como un tipo psicológico, o, mejor dicho, una colección de tipos relacionados. Así, lo que queremos decir con «izquierdista» aparecerá con más claridad en el curso de la discusión de la psicología izquierdista.[/FONT]
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[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]11. Cuando alguien interpreta como despectivo casi todo lo que se dice de él (o acerca de grupos con quienes se identifica), concluimos que tiene sentimientos de inferioridad o baja autoestima. Esta tendencia está pronunciada entre los defensores de los derechos de las minorías, tanto si pertenecen como si no a la minoría cuyos derechos defienden. Son hipersensibles sobre las palabras usadas para designar a éstas. Los términos «negro», «oriental», «discapacitado», «pollito» para un africano, un asiático, una persona imposibilitada o una mujer originariamente no tenían una connotación despectiva. (...). Las connotaciones negativas han sido agregadas a estos términos por los propios activistas. [/FONT]
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[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]12. Aquellos que son más delicados sobre la terminología «políticamente correcta» no son los negros medios habitantes del gueto, inmigrantes asiáticos, mujeres maltratadas o personas imposibilitadas, sino una minoría de activistas, muchos de los cuales no pertenecen a ningún grupo «oprimido», sino que provienen de estratos sociales privilegiados. La corrección política tiene su mayor arraigo entre los profesores de universidad, los cuales tienen empleo seguro con salarios confortables y, la mayoría de ellos, son varones blancos heterosexuales de familias de clase media.
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[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]13. Muchos izquierdistas tienen una intensa identificación con los problemas de grupos que tienen una imagen de débiles (mujeres), derrotados (indios americanos), repelentes (homosexuales), o por lo que sea inferiores. Nunca admitirán en su fuero interno que tienen tales sentimientos, pero es precisamente por su visión de estos grupos como inferiores por lo que se identifican con sus problemas. (No sugerimos que las mujeres, los indios, etc., SON inferiores; sólo estamos haciendo un apunte sobre la psicología izquierdista).
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[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]14. Las feministas están ansiosamente desesperadas por demostrar que las mujeres son tan fuertes y tan capaces como los hombres. Ellas están claramente machacadas por el miedo de que las mujeres puedan NO ser tan fuertes y capaces como los hombres. [/FONT]
219. El izquierdismo es una fuerza totalitaria. (...) Pero no importa lo lejos que llegue el movimiento consiguiendo su objetivo, el izquierdista nunca está satisfecho, porque su activismo es una actividad sustitutoria (ver párrafo 41). Esto es, su verdadero motivo no es conseguir las ostensibles finalidades del izquierdismo; en realidad está motivado por el sentido de poder que obtiene luchando por una finalidad social y luego vomitarla. (...) No es suficiente que el público esté informado sobre los riesgos de fumar, tiene que ser estampado un aviso en cada paquete de cigarrillos, tienen que restringirse o ser prohibidos los anuncios de cigarrillos. Los activistas no estarán nunca satisfechos hasta que el tabaco esté fuera de la ley, y después de eso será el alcohol, después la comida basura, etc. Han luchado contra los brutales abusos a niños, lo que es razonable. Pero ahora quieren parar todo castigo físico. Cuando hayan hecho eso querrán prohibir alguna otra cosa que consideren malsana, luego otra cosa y luego otra. Nunca estarán satisfechos (...) Y luego se moverán a alguna otra causa.
223. Algunos lectores pueden decir, «este asunto sobre el izquierdismo es un montón de mierda. Conozco a Jhon y a Jane que son izquierdistas y no tienen todas estas tendencias totalitarias». Es completamente cierto que muchos, incluso posiblemente una mayoría numérica, son gente decente que creen sinceramente en la tolerancia de otros valores (hasta cierto punto) y no quieren utilizar métodos arbitrarios para conseguir sus finalidades sociales. Nuestras observaciones sobre el izquierdismo no son por término medio aplicables a toda persona izquierdista, pero sí sirven para
describir el carácter general del movimiento.