Pionono
Frikazo
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Una anécdota que propongo que juzguéis:
Hará un par de años volví a visitar Londres, ciudad que me encanta y a la que trato de ir siempre que puedo. Fui con unos amigos que nunca habían estado allí. Al entrar en un bar de esos típicos donde te ponen unos cervezones del quince nos fuimos directos a la primera mesa libre que vimos. La camarera vino y muy educadamente nos pidió que nos levantáramos y nos llevó a la puerta. Evidentemente pensamos que esa mesa estaría reservada o algo así. Pues no, la chica cogió un par de cartas y nos volvió a llevar a la misma mesa. La cara de mis amigos era un poema porque no entendían nada. Me miraron a mí como buscando una explicación, que yo ya tenía clara pero que prefería que les diera la chica. Un colega le preguntó como diciendo "¿Y esta chorrada de irnos y traernos?" A lo que la chica, en un arranque torero, "Things have to be done on the proper way." Y olé, añadí yo.
Momentos como ese son los que me hacen cuestionarme de qué pasta estamos hechos los españoles. Un guiri viene aquí y puede hacer lo que le salga de la punta de la polla, con la complacencia de todos y además con el adecuamiento a sus costumbres si hace falta. Sin embargo, en un país con verdadera personalidad e identidad, su forma de vida y sus costumbres son sagradas. Luego podemos hablar de industria, de tecnología y de perico el de los palotes, pero sin una educación en condiciones como personas, como pueblo, como país, jamás nos comeremos un puto mojón.
Hará un par de años volví a visitar Londres, ciudad que me encanta y a la que trato de ir siempre que puedo. Fui con unos amigos que nunca habían estado allí. Al entrar en un bar de esos típicos donde te ponen unos cervezones del quince nos fuimos directos a la primera mesa libre que vimos. La camarera vino y muy educadamente nos pidió que nos levantáramos y nos llevó a la puerta. Evidentemente pensamos que esa mesa estaría reservada o algo así. Pues no, la chica cogió un par de cartas y nos volvió a llevar a la misma mesa. La cara de mis amigos era un poema porque no entendían nada. Me miraron a mí como buscando una explicación, que yo ya tenía clara pero que prefería que les diera la chica. Un colega le preguntó como diciendo "¿Y esta chorrada de irnos y traernos?" A lo que la chica, en un arranque torero, "Things have to be done on the proper way." Y olé, añadí yo.
Momentos como ese son los que me hacen cuestionarme de qué pasta estamos hechos los españoles. Un guiri viene aquí y puede hacer lo que le salga de la punta de la polla, con la complacencia de todos y además con el adecuamiento a sus costumbres si hace falta. Sin embargo, en un país con verdadera personalidad e identidad, su forma de vida y sus costumbres son sagradas. Luego podemos hablar de industria, de tecnología y de perico el de los palotes, pero sin una educación en condiciones como personas, como pueblo, como país, jamás nos comeremos un puto mojón.