Jack_Bauer rebuznó:
Aquí y solo aquí, ni que supiera que mi mejor amigo es un putero de pro se lo diría, vivimos en la misma ciudad y todo se puede acabar sabiendo, ya es difícil ser uno mismo discreto, imaginate si lo supieran otros...
Tu discrección la puedes "controlar", la de los demás no.
Saludos.
Totalmente de acuerdo y siguiendo lo expuesto por "Putero Perdido", digo perdio. Hay que negarlo siempre, aunque te pillen saliendo de la puerta del Bailén 22, no decir ni que has entrado a mear, si alguien comenta algo, se responde "imposible", se cierra uno en banda, y a tomar por culo. Os lo aconsejo por experiencia, si hay gente que no puede evitar cantar tonterías que no pueden contarse, imaginaos algo con lo que pueden ser las estrellas de la "velada".
Hay amigos que se cortarían la polla por tí, seguro, pero de ahí a unas palabras que se puedan malinterpretar va un abismo. Si no le das a alguien la oportunidad de que te traicione casi sin querer, seguro que no te traiciona.
A mí me paso con un amigo que en otras situaciones se podría decir que me ha salvado la vida, pero el muy cabrón soltó una de nuestras aventuras delante de una chica que estaba medio liada conmigo, aunque nadie lo sabía. Ella se enteró por lo que dijo el otro, y le sentó como un rayo, el problema es que el mal rayo, al final, me partió a mí. Hasta el hermano, al que yo conocía, le comentó que era una tontería, un resbalón, yo le caía bien al jodío, pero ni con esas, me odia a muerte todavía, la última vez que hablé con ella, me preguntó a quién estaba engañando ahora, en vez de preguntar si salía con alguien, le doy un asco tremebundo.
Corolario: el que no tiene ni puta idea, no delata ni consciente, ni en sueños. El 25% de los tíos reconocen en encuestas que ha gozado de servicios de pago "poco habituales", lo de poco habitual está bien entrecomillado por lo irónico de haber tanto putero, pero la mayoría de tíos, sean puteros o no, aprovecharán la ocasión, cuando la carnaza no sea la suya, para echar unas risas, y situarse por unos minutos por encima del bien y del mal, durante unos minutos de gloria.