Yo hablo de hechos y tu de suposiciones (supongo basadas en alguna experiencia). Correcto.
¿De qué hechos estas hablando? ¿te ha pasado? ¿Conoces a algún caso de primera mano?
Desde la experiencia estamos hablando. Siempre que hemos visto aquí casos de esos se trataba de un multimillonario. Él proporcionaba una vida super exclusiva de mansión, continuos viajes y mierdas mil a cambio de que ella le cuidara.
Puede que el ejemplo del que hablamos no sea así, pero como dice Soni por cada caso de estos tienes millones y millones de los otros.
Mi experiencia es que mi mujer está buenísima, es muy guapa, tiene una cabeza de la hostia, es divertida, tiene ahorros, gana un pastizal, se deja mear,... Y yo soy feo (no normal, feo) y no tengo donde caerme muerto, de hecho acabo de dejar mi trabajo sin expectativas de buscar uno a corto plazo. (Y no, no está conmigo porque tenga hijos que deban ser cuidados, también se habría fijado en mi sin haberlos tenido, tontoslapoia)
Y te puedo decir desde la experiencia que lo mío es una excepción, pero una muy difícil de encontrar.
Y también te digo que no he visto pasar los años comiendo donuts, he conocido a pocas personas que hayan trabajado tanto como yo o estén dispuestos a sacrificar tanto. Que por mucho que aquí solo diga gilipolleces a las que no presto atención no soy un tirado que haya engañado a un ángel.
Luego habrá religiosas radicales que estarían dispuestas a un sacrificio así o incluso lo buscarán. De ese pequeñísimo nicho las que sean jóvenes y estén buenas se podrán contar con los dedos. Busca en comunidades pequeñas.
Como consejo decirte que no puedes esperar que algo así venga a ti caído del cielo. Te compro lo de que no adelgaces, te limpies los dientes, cambies el vestuario, te formes en algo,... Sí, puedes seguir sin cambiar nada de ti. Pero no puedes esperar que esa universitaria maciza aparezca por casualidad en tu vida.
¿Vas a sitios donde hay mujeres como la que buscás? Porque si tú baza es encontrar la excepción... tendrás que tener contacto con miles y miles hasta que encuentres a la rara.
No tiene sentido que esperes que una mina de diamantes venga a tu sofá. En un chat de cetáceos viejos y desmontados no vas a encontrar a una veinteañera guapa haciendo un estudio para sus clases de sociología.
Pero vamos, que es lo de siempre. Si tan posible es, hazlo.