El otro día en el pueblo:
-Oye, ¿Qué tal tu hermano que hace un huevo que no le veo?
-Muerto. Venía para aquí en tren para navidades y se lo encontraron sentado muerto cuando el tren paró en la estación.
-Hostia, me acabas de dejar blanco.
-No te preocupes, al menos no sufrió y blao, blao, blao.
-Ya lo siento, tía.
Cincuenta años, sin muchos vicios, vida medio sana y tal.
Podríais ser vosotros, amigos picotas, aunque seguro que no hay causa-efecto, eh. Pero no sé yo, que igual si fuese yo andaría con el culo un poco prieto, la verdad.
-Oye, ¿Qué tal tu hermano que hace un huevo que no le veo?
-Muerto. Venía para aquí en tren para navidades y se lo encontraron sentado muerto cuando el tren paró en la estación.
-Hostia, me acabas de dejar blanco.
-No te preocupes, al menos no sufrió y blao, blao, blao.
-Ya lo siento, tía.
Cincuenta años, sin muchos vicios, vida medio sana y tal.
Podríais ser vosotros, amigos picotas, aunque seguro que no hay causa-efecto, eh. Pero no sé yo, que igual si fuese yo andaría con el culo un poco prieto, la verdad.
Última edición: