hitsfromthebong
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Si yo tuviera ese poder lo utilizaría para el LOL antes de para cualquier otra cosa. Aprovecharía y ganaría unas Primitivas y eso, por supuesto, pero sobre todo para esparcir el LOL por toda la historia. Antes se dijo de darles armamento pesado a lo Vikingos, bien, pues algo así. Por ejemplo:
1- Cogería a un puñado de jipsters amariconaos y los soltaría en cualquier calle de España a las 3:00 am. Pero en la España de Franco, con los picoletos haciendo la ronda a capa y tricornio, con la ley y la sociedad de su lado. Los jipsters irían borrachos y gritando paridas a viva voz. Se encuentran con los picoletos y el resto se lo pueden ustedecs imaginar.
2- Iría a la edad media, a una aldea mugrienta llena de aldeanos temerosos de god. Una vez allí, me mostraría en pánico y les contaría que cuando me dirigía en burro a su pestilente pueblucho, ayudé a un hombre herido que encontré en el camino, le sané sus heridas y le di papeo. Él, en reconocimiento me dijo que huyera del lugar, yo y toda la gente que encontrase a m paso, porque, siendo vidente como era, había visto que el devil se iba a aparecer esa noche en la zona.
Acto seguido, le metería un tripi entero por cabeza en la comida o en la bebida a todos los habitantes del lugar. Me sentaría en una colina cercana y lo grabaría el desenlace con el moviladi.
3- Iría al sex shop más cercano y compraría las revistas mas nauseabundas que encontrase. Tres pollas en el culo de la cerda, cuatro mendas meándole en la boca a una teen, bukkakios, cagadas en la cara, etc. Acto seguido me trasladaría a una cárcel española de principios de los 70, época esta en la que se conocía de sobra la existencia de la pornografía pero no la cataba más que los que pasaban a la France. Una vez en el patio, le daría a cada preso entre tres y cinco revistas de estas + un gramo de cocafina; cuando estuviesen todos servidos se retirarían a sus respectivos chabolos y chapados hasta el día siguiente. Los de la enfermería no iban a dar abasto.
En cuanto me fume otro se me ocurrirán más paridas que vendré y cagaré aquí, no les quepa duda.
1- Cogería a un puñado de jipsters amariconaos y los soltaría en cualquier calle de España a las 3:00 am. Pero en la España de Franco, con los picoletos haciendo la ronda a capa y tricornio, con la ley y la sociedad de su lado. Los jipsters irían borrachos y gritando paridas a viva voz. Se encuentran con los picoletos y el resto se lo pueden ustedecs imaginar.
2- Iría a la edad media, a una aldea mugrienta llena de aldeanos temerosos de god. Una vez allí, me mostraría en pánico y les contaría que cuando me dirigía en burro a su pestilente pueblucho, ayudé a un hombre herido que encontré en el camino, le sané sus heridas y le di papeo. Él, en reconocimiento me dijo que huyera del lugar, yo y toda la gente que encontrase a m paso, porque, siendo vidente como era, había visto que el devil se iba a aparecer esa noche en la zona.
Acto seguido, le metería un tripi entero por cabeza en la comida o en la bebida a todos los habitantes del lugar. Me sentaría en una colina cercana y lo grabaría el desenlace con el moviladi.
3- Iría al sex shop más cercano y compraría las revistas mas nauseabundas que encontrase. Tres pollas en el culo de la cerda, cuatro mendas meándole en la boca a una teen, bukkakios, cagadas en la cara, etc. Acto seguido me trasladaría a una cárcel española de principios de los 70, época esta en la que se conocía de sobra la existencia de la pornografía pero no la cataba más que los que pasaban a la France. Una vez en el patio, le daría a cada preso entre tres y cinco revistas de estas + un gramo de cocafina; cuando estuviesen todos servidos se retirarían a sus respectivos chabolos y chapados hasta el día siguiente. Los de la enfermería no iban a dar abasto.
En cuanto me fume otro se me ocurrirán más paridas que vendré y cagaré aquí, no les quepa duda.