¿Cuántos polvos habeis rechazado en vuestras vidas?

Gregory_Peck rebuznó:
2) Fui hará unos 6 o 7 años a la feria del libro de ocasión. Me hago con una edición de La Divina Comedia anotada y comentada. La dependienta al cobrarme me dice el precio e inicia conversación:

Librera: La mejor parte es el infierno - sonrisa - la parte del paraíso aburre bastante.

Gregory: Sip, lo sé. Lo he leído. Es que me apetecía tener esta edición que está muy bien.

L: Bueno pues cuando lo releas ya me cuentas qué te gustó más ¿no?

G: Claro jaja

Cogí mi cambio y me fui. Fui sucnor integral, lo reconozco. No digo que la chavala quisiera algo conmigo, igual sólo quería ser simpática porque es su trabajo; pero igual estaba dando pie a que le pidiera el número, cosa que no hice. Lo achaqué a la segunda opción, pensé que no quería realmente nada. Claro que ahora me doy cuenta con los años de que en realidad las mujeres llegan a ser seres tan anodinos que no dejan nunca claro qué quieren, y que con las puñeteras señalitas le vuelven a uno la cabeza loca. Yo no lo interpreté debidamente, o al menos no lo interpreté como una invitación a conversación o ..

Pero que clase de razonamiento de mierda es ese?

Y a mi una se me acercó en la disco, estando en ese momento ahi empanado a mi bola, y me grita al oido si le doy (de mi botella). Qué queria? No, que iba a hacer yo es la pregunta. En cuantas situaciones similares te has encontrado, cuan vivo eres y/o necesitado estás. Se trata de tí, no de ella.
 
Poeta Borracho rebuznó:
Y ahi aparece el problema : un OLOR DE ALIENTO FETIDO. Como si alguien no se lavara los dientes una semana.
Cada vez que me hablaba me llegaba directo, putrido, letal....
A mí me pasó lo mismo en una discoteca de la costa. Para una vez que ligo, a la tía le huele el aliento...:face:
 
Poeta Borracho rebuznó:
La tipa me aparece con un traje de verano marcando pezon, marcando todo, enseñando todo.
Ereccion instantanea.
Me acerco y me da un piquito en los labios, rapido pero estableciendo a las claras que no hay margen para hacer el chorra.

Y ahi aparece el problema : un OLOR DE ALIENTO FETIDO. Como si alguien no se lavara los dientes una semana.
Cada vez que me hablaba me llegaba directo, putrido, letal....
El suplicio duro toda la tarde, yo esquivando la cercania, los besos, aguantando la arcada.
Acabamos tomandonos un mojito por ahi y tuve que rendirme, le dije que no podia mas, que estaba cansado y que me iba a casa.

Ella lo interpreto como rechazo y ahi se acabo la cosa. Yo cada vez que pensaba en ella recordaba el aliento y no tenia ninguna gana de verla.

No se si esto es muy normal, pero tambien he rechazado a alguna porque "ceceaba" y no soportaba el tono de su voz ( ni siquiera para dos horas ) y a otras porque no me gustaba como andaban con los pies hacia fuera.

No, no es normal, bueno todo depende de para que se quiera.
Si es para novia o pareja fija o algo estable, la verdad que el aliento da para atras aguantarlo todos los dias, que "ceceen" o voz de pito, tambien (ya que hablan mucho como para encima aguantar su voz clavada en los timpanos).

Pero si es para percutirla y adios muy buenas, pues macho, no es normal, siempre tienes la opcion de meterle el calcetin en la boca y si aun le huele o si aun no se calla, pues la segunda opción, los dos calcetines en la boca.

Saludos.
 
También unas cuantas gordas de badoo que rechace tener sexo con ellas, y no me arrepiento de nada por que madre mía...podía ser el error más grave de mi vida.
 
Randy rebuznó:
También unas cuantas gordas de badoo que rechace tener sexo con ellas, y no me arrepiento de nada por que madre mía...podía ser el error más grave de mi vida.

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Típica badulera que no se la come nadie, púes hubo temporadas de mucho hambre donde no tenía donde comer y ellas se ofrecían pasando fotos y calentado con conversaciones eróticas.


Cuando llegaba el día de follar me arrepentía bastante de quedar a si que la ponía escusas o las dejaba de hablar.
 
mark_callous rebuznó:

Joder pedazo de gato.:lol:


Randy dixit:
Típica badulera que no se la come nadie, púes hubo temporadas de mucho hambre donde no tenía donde comer y ellas se ofrecían pasando fotos y calentado con conversaciones eróticas.


Cuando llegaba el día de follar me arrepentía bastante de quedar a si que la ponía escusas o las dejaba de hablar.

Me cago en los cojones de Mahoma Randy:face:

Ahora si que tienes que contar, que te pasaba criatura¿?
Si te han dicho que es pecado tu ni caso.
 
¿Cómo es que el hilo no se llama "¿Cuantos polvos habéis echado en vuestras vidas?"

La novia de mi hijo es una frigida, me recuerda al personaje de Nuria de Que vida más triste.
 
Algunos sábados me gusta coger (¿sabéis que había escrito coger con j? así de cateto y de subnormal soy) el coche para conducir y poner en orden mis ideas.

El fin de semana pasado bajé por la autopista del Llobregat hasta Sant Joan Despí, luego Cornellá, y a la altura del nudo donde se unan las rondas me metí en la de Dalt para empalmar con la C-32 que baja hacia el sur. El Prat, Sant Boi (mi pueblo como templo de locos, sí que hay unos cuantos pero están fuera todos), Viladecans, Gavá, Castelldefels, y a la altura de Port Ginesta me desvié hacia la derecha. Es una carretera estrecha muy empinada que cruza el parque natural del Garraf. En lo alto del macizo hay unas vías para escalada libre que me traen muy buenos recuerdos.

Ya de bajada, en lugar de deshacer el camino hacia Castelldefels para volver, decidí alargar la excursión siguiendo el trazado en dirección a Olivella. En el cruce con la carretera que va hacia Cal Surià seguí recto hasta el Mas Milà, donde por cierto hay uno de los restaurantes donde mejores costillas con allioli he comido en toda mi vida. Esa carretera va a dar a la C-15B, que une la carretera que baja de la autopista del mediterraneo con la C-32, justo a la altura de Sant Pere de Ribes. En la rotonda de entrada al pueblo estaba una prostituta. Pero castaño claro y ondulado, labios carnosos, y parecía tener buena salud porque los pantalones cortos dejaban ver unas piernas sentadilleras. Al pasarla la miré por el retrovisor y me di cuenta de que unos pasos detrás de ella tenía apoyada una mochila en uno de los pilares del quitamiedos. No era una puta, sino una autoestopista.

Tras pensarlo durante un momento decidí recojerla. En el bucle que une con la C-32, en lugar de incorporarme, di media vuelta a la rotonda. En poco tiempo volvía a estar en la entrada de Sant Pere de Ribes. La chica seguía allí, alzando el pulgar, con su rostro inocente derrochando ternura.

-¿A dónde vas?
-A Girona.

Tenía los ojos muy oscuros y las pestañas largas, lo que le daba una mirada despierta y curiosa, la naricilla pequeña y la mandíbula ligeramente salida, aunque no mucho, lo justo para darle un aire divertido. Parecía una pequeña ardilla.

-¿Pues sabes que estás puesta justo en dirección contraria?

Me respondió con una cara de gñé que me hizo mucha gracia. El tipo de gracia que nos impulsa a los hombres a hacer auténticas gilipolleces para ganarnos su aprovación con el único objetivo de hacerlas felices y volver a contemplar esa mueca que es una mezcla de idiotez e inocencia. Ya me entendéis.

-Puedo llevarte hasta Barcelona, pero yo luego voy hacia el interior. Si quieres ir a Girona tendrás que seguir con otro.

A la chica el trato pareció convencerla, porque se subió al coche diciendo "de acuerdo" mientras sonreía y asentía modestamente. En el ambiente reinaba la cordialidad forzada de los que acaban de conocerse.

-Voy a ver a unos colegas -mentí descaradamente, para no reconocer que doy vueltas en el coche yo solo.
-Pues yo voy a Girona a coger (¿sabéis que había escrito coger con j? así de cateto y de subnormal soy) un avión hacia Tánger. Quiero darme una vuelta por Marruecos.
-¿Tú sola?
-Sí, yo sola. Me gusta viajar sola.

Creo que Neutral Malvado tendría algo que decir al respecto.

Tras dar la vuelta a la rotonda para cambiar de sentido decidí volver a ignorar la incorporación a la C-32 y la crucé por encima por el puente que lleva a las curvas del Garraf. Ese es un recorrido mucho más interesante porque sortea el macizo pegado a la costa; yendo en dirección norte la pared rocosa queda a la izquierda, y justo a la derecha hay una caída libre impresionante en un acantilando abierto al mar. Dicen que antiguamente los mafiosos de Barcelona venían aquí a arrojar los cadáveres con un peso amarrado a los pies. El sol se está poniendo y da la superfície del mar un intenso resplandor rojizo.

-Pues haciendo autoestop tienes que conocer a mucha gente.
-No tanta. Tú eres de los primeros.

Estaba en silencio durante largos períodos de tiempo sin parecer incómoda. Tenía las piernas ligeramente abiertas y las manos en el regazo. Le pregunté cuántos años tenía, y me dijo que 26. Era mayor de lo que aparentaba: podía pasar perfectamente por una chica de 20.

-¿Cuántos tienes tú?, dije sonriendo, después de un largo silencio. Era simpática.
-Estamos casi igual.
-¡Pues vaya...!
-Sí, no sabemos si somos jóvenes o adultos.
-Yo soy adulta -dijo, clavándome sus ojos oscuros y apretando los labios. Sin darse cuenta había abierto ligeramente las piernas. En una curva muy cerrada reducí de marcha, y apoyó su mano sobre mi antebrazo. Luego se le olvidó quitarla.

Finalmente en Port Ginesta volvimos a meternos otra vez a la C-32. Atrás quedaba el macizo y delante, bajo un cielo ya oscuro, toda la plana del Llobregat. A la altura de Castelldefels la carretera abandona la costa para esquivar el aeropuerto del Prat y meterse de lleno en la fealdad metropolitana. A izquierda y derecha, eternas avenidas iluminadas a intervalos regulares con polígonos industriales a ambos lados. A la altura de Sant Boi me di cuenta de que estábamos a punto de llegar a Barcelona y que apenas conocía a mi pasajera.

-¿Cómo te llamas?
-Laura.
-¿Y a qué te dedicas?
-Trabajo en recursos humanos.
-Eres una arpía.
-Si tú lo dices... -responde de buen humor.

Entramos en la ronda. Barcelona estaba ya muy cerca y mi curiosidad satisfecha, así que guardé silencio. A esas alturas Karlitos ya se hubiera abalanzado sobre ella tras haberle golpeado la cabeza con un ladrillo.

-¿Sabes qué?, me pregunta.
-¿Qué?
-Que estoy pensando que es muy tarde para volver a ponerse a hacer autoestop. Mejor me busco un motel aquí en Barcelona... -hace una pausa y dispara su oferta con cierta timidez-. Y así podríamos salir a tomar un par de copas y seguir charlando...

Sus ojos ahora brillaban, reflejando la sobreiluminación anaranjada y cutre del perímetro de Barcelona, que quedaba a nuestra derecha. Ya estaba buscando la próxima salida para meterla en la ciudad, cuando de repente me vino a la cabeza la primera imagen que tuve de ella, la de aquella prostituta rumana de pie en el arcén.

-No puedo. Mis colegas me matan si los hago esperar más.
 
En mi epoca universitaria estaba en una residencia mixta. Soliamos salir todos juntos, en el grupo habia de todo y entre ellas habia una que me tenia echado el ojo y me mandaba indirectas directisimas pero como era "simpatica" (algo gorda) le reia las gracias y poco mas.

El tema es que un dia se me pone toda melosa y yo la mande a tomar por culo, se pillo un rebote de la ostia y le dije que no se pusiera asi, la rechace de buenas maneras y ella sabia que tenia novia, estaba cansada de verme con ella. Al final se tranquilizo un poco y nos quedamos hablando de camino a la residencia, yo me quede en el 1º piso y ella tenia que ir al segundo. Cuando las luces del pasillo se apagaron (son automaticas) se me abalanzo al cuello rollo football americano, le dije que no 80 veces y nada, seguia. La tuve que apartar de un empujon y aun asi se me metio en la habitacion. 10 minutos para sacarla de alli y se fue toda loca.

No me arrepiento lo mas minimo, no estaba muy gorda pero era de estas que "sudan" bastante y tienen la cara grasienta por mucho que se laven. He de reconocer que me puse morcillon despues del lenguetazo 20 y pense por un momento en bajarle los pantalones y darle literalmente por el culo sin gapo de rigor y correrme en su boca en una envolvente "ass to mouth". Pase, me hice una paja y dormi como dios.

(no tengo tildes en este teclado de mierda lol)
 
Black Adder rebuznó:
El otro dia iba con el coche y me encontre a una chica haciendo dedo y...

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Black Adder rebuznó:
El fin de semana pasado bajé por la autopista del Llobregat hasta Sant Joan Despí, luego Cornellá, y a la altura del nudo donde se unan las rondas me metí en la de Dalt para empalmar con la C-32 que baja hacia el sur. El Prat, Sant Boi (mi pueblo como templo de locos, sí que hay unos cuantos pero están fuera todos), Viladecans, Gavá, Castelldefels, y a la altura de Port Ginesta me desvié hacia la derecha. Es una carretera estrecha muy empinada que cruza el parque natural del Garraf. En lo alto del macizo hay unas vías para escalada libre que me traen muy buenos recuerdos.

Ya de bajada, en lugar de deshacer el camino hacia Castelldefels para volver, decidí alargar la excursión siguiendo el trazado en dirección a Olivella. En el cruce con la carretera que va hacia Cal Surià seguí recto hasta el Mas Milà, donde por cierto hay uno de los restaurantes donde mejores costillas con allioli he comido en toda mi vida. Esa carretera va a dar a la C-15B, que une la carretera que baja de la autopista del mediterraneo con la C-32, justo a la altura de Sant Pere de Ribes. En la rotonda de entrada al pueblo estaba una prostituta. Pero castaño claro y ondulado, labios carnosos, y parecía tener buena salud porque los pantalones cortos dejaban ver unas piernas sentadilleras. Al pasarla la miré por el retrovisor y me di cuenta de que unos pasos detrás de ella tenía apoyada una mochila en uno de los pilares del quitamiedos. No era una puta, sino una autoestopista.
 
Decir que no a una invitación así caída del cielo... no puede ser verdad.
 
Black Adder rebuznó:
Algunos sábados me gusta coger (¿sabéis que había escrito coger con j? así de cateto y de subnormal soy) el coche para conducir y poner en orden mis ideas.

El fin de semana pasado bajé por la autopista del Llobregat hasta Sant Joan Despí, luego Cornellá, y a la altura del nudo donde se unan las rondas me metí en la de Dalt para empalmar con la C-32 que baja hacia el sur. El Prat, Sant Boi (mi pueblo como templo de locos, sí que hay unos cuantos pero están fuera todos), Viladecans, Gavá, Castelldefels, y a la altura de Port Ginesta me desvié hacia la derecha. Es una carretera estrecha muy empinada que cruza el parque natural del Garraf. En lo alto del macizo hay unas vías para escalada libre que me traen muy buenos recuerdos.

Ya de bajada, en lugar de deshacer el camino hacia Castelldefels para volver, decidí alargar la excursión siguiendo el trazado en dirección a Olivella. En el cruce con la carretera que va hacia Cal Surià seguí recto hasta el Mas Milà, donde por cierto hay uno de los restaurantes donde mejores costillas con allioli he comido en toda mi vida. Esa carretera va a dar a la C-15B, que une la carretera que baja de la autopista del mediterraneo con la C-32, justo a la altura de Sant Pere de Ribes. En la rotonda de entrada al pueblo estaba una prostituta. Pero castaño claro y ondulado, labios carnosos, y parecía tener buena salud porque los pantalones cortos dejaban ver unas piernas sentadilleras. Al pasarla la miré por el retrovisor y me di cuenta de que unos pasos detrás de ella tenía apoyada una mochila en uno de los pilares del quitamiedos. No era una puta, sino una autoestopista.

Tras pensarlo durante un momento decidí recojerla. En el bucle que une con la C-32, en lugar de incorporarme, di media vuelta a la rotonda. En poco tiempo volvía a estar en la entrada de Sant Pere de Ribes. La chica seguía allí, alzando el pulgar, con su rostro inocente derrochando ternura.

-¿A dónde vas?
-A Girona.

Tenía los ojos muy oscuros y las pestañas largas, lo que le daba una mirada despierta y curiosa, la naricilla pequeña y la mandíbula ligeramente salida, aunque no mucho, lo justo para darle un aire divertido. Parecía una pequeña ardilla.

-¿Pues sabes que estás puesta justo en dirección contraria?

Me respondió con una cara de gñé que me hizo mucha gracia. El tipo de gracia que nos impulsa a los hombres a hacer auténticas gilipolleces para ganarnos su aprovación con el único objetivo de hacerlas felices y volver a contemplar esa mueca que es una mezcla de idiotez e inocencia. Ya me entendéis.

-Puedo llevarte hasta Barcelona, pero yo luego voy hacia el interior. Si quieres ir a Girona tendrás que seguir con otro.

A la chica el trato pareció convencerla, porque se subió al coche diciendo "de acuerdo" mientras sonreía y asentía modestamente. En el ambiente reinaba la cordialidad forzada de los que acaban de conocerse.

-Voy a ver a unos colegas -mentí descaradamente, para no reconocer que doy vueltas en el coche yo solo.
-Pues yo voy a Girona a coger (¿sabéis que había escrito coger con j? así de cateto y de subnormal soy) un avión hacia Tánger. Quiero darme una vuelta por Marruecos.
-¿Tú sola?
-Sí, yo sola. Me gusta viajar sola.

Creo que Neutral Malvado tendría algo que decir al respecto.

Tras dar la vuelta a la rotonda para cambiar de sentido decidí volver a ignorar la incorporación a la C-32 y la crucé por encima por el puente que lleva a las curvas del Garraf. Ese es un recorrido mucho más interesante porque sortea el macizo pegado a la costa; yendo en dirección norte la pared rocosa queda a la izquierda, y justo a la derecha hay una caída libre impresionante en un acantilando abierto al mar. Dicen que antiguamente los mafiosos de Barcelona venían aquí a arrojar los cadáveres con un peso amarrado a los pies. El sol se está poniendo y da la superfície del mar un intenso resplandor rojizo.

-Pues haciendo autoestop tienes que conocer a mucha gente.
-No tanta. Tú eres de los primeros.

Estaba en silencio durante largos períodos de tiempo sin parecer incómoda. Tenía las piernas ligeramente abiertas y las manos en el regazo. Le pregunté cuántos años tenía, y me dijo que 26. Era mayor de lo que aparentaba: podía pasar perfectamente por una chica de 20.

-¿Cuántos tienes tú?, dije sonriendo, después de un largo silencio. Era simpática.
-Estamos casi igual.
-¡Pues vaya...!
-Sí, no sabemos si somos jóvenes o adultos.
-Yo soy adulta -dijo, clavándome sus ojos oscuros y apretando los labios. Sin darse cuenta había abierto ligeramente las piernas. En una curva muy cerrada reducí de marcha, y apoyó su mano sobre mi antebrazo. Luego se le olvidó quitarla.

Finalmente en Port Ginesta volvimos a meternos otra vez a la C-32. Atrás quedaba el macizo y delante, bajo un cielo ya oscuro, toda la plana del Llobregat. A la altura de Castelldefels la carretera abandona la costa para esquivar el aeropuerto del Prat y meterse de lleno en la fealdad metropolitana. A izquierda y derecha, eternas avenidas iluminadas a intervalos regulares con polígonos industriales a ambos lados. A la altura de Sant Boi me di cuenta de que estábamos a punto de llegar a Barcelona y que apenas conocía a mi pasajera.

-¿Cómo te llamas?
-Laura.
-¿Y a qué te dedicas?
-Trabajo en recursos humanos.
-Eres una arpía.
-Si tú lo dices... -responde de buen humor.

Entramos en la ronda. Barcelona estaba ya muy cerca y mi curiosidad satisfecha, así que guardé silencio. A esas alturas Karlitos ya se hubiera abalanzado sobre ella tras haberle golpeado la cabeza con un ladrillo.

-¿Sabes qué?, me pregunta.
-¿Qué?
-Que estoy pensando que es muy tarde para volver a ponerse a hacer autoestop. Mejor me busco un motel aquí en Barcelona... -hace una pausa y dispara su oferta con cierta timidez-. Y así podríamos salir a tomar un par de copas y seguir charlando...

Sus ojos ahora brillaban, reflejando la sobreiluminación anaranjada y cutre del perímetro de Barcelona, que quedaba a nuestra derecha. Ya estaba buscando la próxima salida para meterla en la ciudad, cuando de repente me vino a la cabeza la primera imagen que tuve de ella, la de aquella prostituta rumana de pie en el arcén.

-No puedo. Mis colegas me matan si los hago esperar más.

Suponiendo que la historia sea verdad... sabes que aqui muchos pensamos que tienes menos testosterona que un caracol.

Que mierdas os metereis:face:
 
Black, eres un triste. Podría darte pereza llevarla en coche, pero coño, la tienes subida en el coche ya y te pide mandanga y si está buena, paro en un descampado y se la doy, o si no llamo a Karlitos, le pido el importe del gasoil y que se la folle él
 
Rechazados tengo algunos, pero no tienen mayor interés. Como veo que Lechuck y Gregorio han tirado más por los perdidos, cuento el más patético de los muchos vivido por mí.

Mi estupidez emocional a los 18 años era insondable, no tenía ni idea de cómo relacionarme a ningún nivel con una tía, y como era guapete me veía de vez en cuando expuesto a situaciones en las que mi retraso salía a flote. Total, que estaba sentado en el Parque del Oeste en fin de curso, de botellón con la chica rubia, pecosa y risueña por la que no cagué durante todo el año y que ya había tonteado conmigo alguna vez. Era temprano y había un niño pequeño por allí jugando que se acerco un momento donde estábamos nosotros. Cuando el enano se fue ella se giró, y con cara de pilla me dijo: - ¿Quieres que hagamos uno?- A lo que yo repliqué: - No, es que yo no quiero tener hijos...- Ella sabía que a mí me gustaba, pero ya no me habló más, supongo que por darse cuenta del trozo de carne con ojos que tenía delante, o pensando que podría contagiarla mi síndrome, o no sé.

De esas tuve como para igualar un mes de polvos de Filimbi. O un fin de semana al menos. Dolor en el pesho como decía el otro.
 
Bueno, en primer lugar aclarar que en cuanto a primerismos yo gano, porque mi primer beso fue a los 19, poco antes de mi virginidad.

Dicho esto, creo que todos los polvos rechazados los conté aquí:

- Camarera rusa y MILF de muy buen ver que me ofreció unas tres veces ir a su casa a la 1 de la mañana para ''hacerme algo'' (de cenar en teoría) al salir del curro. La rechacé teniendo novia y después, cuando lo dejé con mi novia y quise tirármela con indirectas varias, me fumó. Excepto una noche en la que se emborrachó y me pidió que la ''acompañara'' a casa. Se suponía que el desgraciado y miserable sucio caucásico de su hijo estaba de fiesta hasta el amanecer como cada día de su lamentable vida, pero casualmente, cuando estábamos a dos manzanas de su casa, sobre las 3 de la madrugada, la llamó al móvil diciendo que dónde estaba, que acababa de llegar a casa :lol: me cagué en sus muertos cuatro millones de veces pares, aproximadamente. Después de eso nada más.

- Orco de Mordor surgido de Badoo. Las aventuras fueron narradas en su momento para LoL y gloria de quienes quisieron gozarlas.

- Hace unos... 3 meses, una de las tías más buenas que yo había visto EN MI PUTA VIDA, de bélgica, típica ricachona pijilla, rubia, delgada, ojos verdes, 1'70 y, estudiante de literatura hispánica con un acento francés y un morbo de la hostia, que vino a visitar unos días a mi compañera de piso erasmus. Eran las 5 de la mañana y oí escándalo en la puerta de arriba. Fuí, miré por la mirilla y estaban ahí mi compañera de piso borracha como una cuba sentada en las escaleras mientras sus amigas, todas igualmente como una cuba, rebuscaban en su bolso las llaves.
Abrí para que entraran y mientras las otras 2 amigas ayudaban a mi compañera a ir al baño a potar, la rubia se tiró a mi a preguntarme que si me había molestado y que lo sentía, que por qué no estaba durmiendo, que si me pasaba algo mientras me acariciaba el antebrazo suavemente y me miraba a los ojos pasmosamente sin parar.
Lo normal hubiera sido insinuarse o avalanzarse como un lobo, pero en lugar de eso yo hice todo lo posible por ser escueto y volver a mi habitación. No tuve cojones de acostarme con un pedazo de hembra como aquella y menos aún en el piso con aquella gente. Aún me da ansiedad recordarlo. Puta mierda.
 
Texas Hold´em rebuznó:
- Hace unos... 3 meses, una de las tías más buenas que yo había visto EN MI PUTA VIDA, de bélgica, típica ricachona pijilla, rubia, delgada, ojos verdes, 1'70 y, estudiante de literatura hispánica con un acento francés y un morbo de la hostia, que vino a visitar unos días a mi compañera de piso erasmus. Eran las 5 de la mañana y oí escándalo en la puerta de arriba. Fuí, miré por la mirilla y estaban ahí mi compañera de piso borracha como una cuba sentada en las escaleras mientras sus amigas, todas igualmente como una cuba, rebuscaban en su bolso las llaves.
Abrí para que entraran y mientras las otras 2 amigas ayudaban a mi compañera a ir al baño a potar, la rubia se tiró a mi a preguntarme que si me había molestado y que lo sentía, que por qué no estaba durmiendo, que si me pasaba algo mientras me acariciaba el antebrazo suavemente y me miraba a los ojos pasmosamente sin parar.
Lo normal hubiera sido insinuarse o avalanzarse como un lobo, pero en lugar de eso yo hice todo lo posible por ser escueto y volver a mi habitación. No tuve cojones de acostarme con un pedazo de hembra como aquella y menos aún en el piso con aquella gente. Aún me da ansiedad recordarlo. Puta mierda.

Tranquilo amigo mío. Eso es una calentada de polla de 5 de la mañana. La necesitan para irse a dormir a gusto con su ego y consigo mismas. Posibilidades de sexo: 0%
 
Mencey rebuznó:
Follar es de pobres. Dicho esto añado que los polvos de los que pagan no deberían contar.


Lo que digas.

Tias normales no sé, no me hablo con ellas, ando rodeado de tias, en el curro trabajo con tias, las amigas de las novias de mis colegas, etc, pero a ninguna la hago caso, no sé si me mandan mensajes hetéreos pero yo paso, hasta las narices... :2

Si he rechazado a cientos de lumis que me han hecho el paseillo, y muy buenas por cierto... :1
 
Yo no rechazo, es mi polla la que se niega a torear en plazas portatiles.
 
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