Aparición estelar del comando estrógeno para hacernos tragar la supuesta FOLLABILIDAD de las viejas pellejas. Sofía Loren y esperiensia sesuarl, vamos deplorable
Hablemos, campeonas. Hablemos de la desmedidamente
inflacionada percepción que realmente tenéis las mujeres de la evolución de vuestra propia belleza con la edad, y digo propia porque a la de las demás siempre les sabéis sacar las pegas y los pequeños o grandes estragos de la edad después de que alguien diga lo perfectas que son.
Analicemos el asunto racionalmente con gráficos de colorines, comparando vuestra apreciación con la nuestra y separando la casuística de mujeres atractivas y mediocres, por presentar algunas diferencias notables. Quedan fuera del estudio los casos tipo
efecto cisne, chicas que como en las penículas pastelosas deciden en algún momento de su vida que ya es hora de prescindir de las gafas de culo de botella y los clips para el pelo.
Consideraciones a tener en cuenta:
1) Las tías creen que deben ser invisibles para los hombres adultos hasta un momento indeterminado (en general alrededor de los 14 o 16 años) y ahí se produce un salto discreto en su atractivo (la derivada tiende a infinito) que partiendo desde cero alcanza rápidamente un valor máximo que se mantendrá prácticamente inalterable hasta los 30.
Yo diría que esos saltos discretos en el tiempo van en contra de la tendencia natural de evolución paulatina de los procesos biológicos. Pero en fin, igual es que como las mariposas que sufren una metamorfosis traumática, un día se acuestan como "capullas" y al día siguiente ya les han crecido las tetas.
2) Las mujeres mediocres presentan el pico máximo de su (moderado) atractivo a una edad más corta. A muchas chicas obesas o feúchas de 16 años todavía les harías un favor si quisieran. A esas mismas chicas, pero con 30 años… es que ni pagándote
.
3) Para las mujeres la belleza empieza a declinar en general a partir de los 30, mientras que los hombres tienen la extraña percepción de que ese proceso empieza bastante antes.
Durante la década de los 40, vemos en la gráfica de las mujeres un pequeño pico, causado por el que a partir de ahora podríamos denominar como efecto Lucky_
.
4) Para ellas el nivel baja hasta alcanzar un mínimo prácticamente constante (asíntota horizontal en el infinito) que resulta ser distinto de cero, mientras que para los hombres tiende al cero absoluto. A tope de Sofía Loren
.
Seguramente saltará alguna Lisabeth a resaltar el asco que le da el que alguien pueda sentirse atraído por jovencitas en vez de por maduras de piel arrugada, destrozando así su teoría de mierda que ha tejido para creer que la seguirán deseando con la incipiente celulitis perforando su culo de naranja.
Debe ser un sentimiento parecido al que yo experimento cuando veo a señoras realmente feas (y hasta con bigote), quedarse embarazadas con 30 y muchos, o 40 y pocos años. Siento asco pensando en cómo alguien se ha podido follar a esa señora carente de ningún atractivo físico, y en cómo la señora habrá dejado el semen en su interior para que
fermente. Eso sí que me resulta realmente sucio y depravado, y el pagafantas que se presta a semejantes prácticas sí que debería ser considerado un pervertido