AhoraEsEM
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- 4 Feb 2007
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Ya sabemos todos que las mujeres son seres sentimentales y sólo buscan hombres buenos, honrados, que las mimen, les proporcionen los cariñosos cuidados que precisan, sin mirar en el bolsillo o en la cartera de sus parejas, porque son débiles, necesitadas y precisan del hamol, de arrullos y caricias, para autorrealizarse como personas y conseguir ese cálido ambiente necesario que luego precisarán para formar una bonita familia llena de desechos genéticos.
Dicho lo cual, sorprende mogollón una noticia como la que les paso para su juicio y discusión, donde una mujer joven, casi postadolescente aún, sigue los pasos de un octogenario porque su experiencia como hombre le proporciona la consabida estabilidad emocional que necesita para su desarrollo como mujer.
Ellas no buscan beneficios de una relación, no las juzguen mal, por Dios. No buscan vivir sin trabajar, no pretenden en absoluto lucrarse del dinero ajeno o sacar réditos lucrativos y rendimientos monetarios, sino que todo lo hacen porque, en su dulzura, en su tierna apariencia, la mujer ofrece su corazón y su coño siempre de manera altruista, buscando la felicidad de su hombre, su sosiego, su paz y que, así, alcance la felicidad que tanto necesitamos. Esta chica estaba llena de amor, de auténtico amor por el magnate casi con un pie encima de la tumba y, en vez de escoger al pringui muerto de hambre de su edad, guapo, joven, lleno de vida, con proyectos -pero sin un euro en la cartera-, fornido, dinámico, lleno de ilusiones fraguadas en su cerebro -pero sin los fondos de inversión necesarios para ponerlas en práctica-, escogió por amor a este otro hombre "mayor" porque era lo mejor para su desarrollo sentimental y blao..., ejem.
Bueno, aquí les dejo la cosa:
Una conejita de Playboy, condenada a prisión por no declarar los regalos de su amante octogenario | loc | EL MUNDO
Dicho lo cual, sorprende mogollón una noticia como la que les paso para su juicio y discusión, donde una mujer joven, casi postadolescente aún, sigue los pasos de un octogenario porque su experiencia como hombre le proporciona la consabida estabilidad emocional que necesita para su desarrollo como mujer.
Ellas no buscan beneficios de una relación, no las juzguen mal, por Dios. No buscan vivir sin trabajar, no pretenden en absoluto lucrarse del dinero ajeno o sacar réditos lucrativos y rendimientos monetarios, sino que todo lo hacen porque, en su dulzura, en su tierna apariencia, la mujer ofrece su corazón y su coño siempre de manera altruista, buscando la felicidad de su hombre, su sosiego, su paz y que, así, alcance la felicidad que tanto necesitamos. Esta chica estaba llena de amor, de auténtico amor por el magnate casi con un pie encima de la tumba y, en vez de escoger al pringui muerto de hambre de su edad, guapo, joven, lleno de vida, con proyectos -pero sin un euro en la cartera-, fornido, dinámico, lleno de ilusiones fraguadas en su cerebro -pero sin los fondos de inversión necesarios para ponerlas en práctica-, escogió por amor a este otro hombre "mayor" porque era lo mejor para su desarrollo sentimental y blao..., ejem.
Bueno, aquí les dejo la cosa:
Una conejita de Playboy, condenada a prisión por no declarar los regalos de su amante octogenario | loc | EL MUNDO