Intentaré que el ladrillo sea lo más digerible posible.
Quedamos a las 17:30 en su pueblo, puesto que vive a una media hora en coche aproximadamente desde mi casa. Tras hacer las correspondientes presentaciones, y observar que no se vistió de forma hortera ni choni (informal pero arreglada: unos vaqueros, una camisa y una chaqueta de cuero marrón, maquillaje el justo y las trenzas africanas se las quitó, quedándole el pelo ondulado y largo) vamos a un pub con una terraza que ella conoce y tiene buen ambiente. Me pregunta si voy a beber alcohol o algo sin, porque ella se va a pedir un wiski solo con agua. Ahí ya se me iluminaron los ojitos, puesto que yo solo bebo cerveza y wiski solo con hielo; motivo por el que me pido lo mismo que ella para acompañar.
Cuando lo pido me dice: "Bien, bien, veo que tu y yo nos vamos a entender bien, ya que bebemos lo mismo jeje. Has ganado un minipunto"
La cita discurrió con mucha normalidad y, para mi sorpresa, tenía bastante conversación para casi todo y el acento gitano no se le notaba mucho (un 20 o 30% solo). Por lo visto, con la familia nunca se ha llevado demasiado bien y no tiene apenas contacto con ellos; motivo por el que, desde muy jovencilla, se fue de casa primero a vivir con amigas y ahora sola. De sus hermanos fue la que más estudió y se preocupó por formarse algo más, cosa a la que se oponían sus padres que querían casarla desde muy joven y ella no quiso.
Con esto no estoy diciendo que sea una lumbreras ni que haya encontrado el eslabón perdido; solo que para ser gitana me sorprendió bastante que hubiese tomado ese camino, porque no es lo usual en esa gente.
En fin, transcurren las horas y las copas (nos pedimos 2 o 3 más cada uno) porque estábamos a gusto mutuamente y, en un momento concreto decido lanzarme. Notaba que me miraba mucho fijamente y sonreía; motivo por el que decido lanzarme y comerle la boca; cosa a la que no se opuso. Después de unos 5 minutos de filetazo me dice: "Espera, que aquí hay mucha gente jijiji. Vamos a terminarnos esto y nos vamos y ya nos podemos besar todo lo que quieras, que te veo con ganas, gachón".
Terminamos las copas, me invita ella y paga; aduciendo que como yo había ido a verla y me había desplazado que ella me invitaba y nos vamos del local. Vamos dando un paseo por la calle y cada x tiempo, nos paramos para morrearnos; momentos en los que aprovecho para sobetearle el culo. En una de esas paradas, le toque las tetazas y me mira riéndose. Le digo sonriendo: " Discúlpame, es que mis manos no las controlo...se van ellas solas", a lo que me contesta que puedo tocar lo que quiera, que no le molesta.
Al poco tiempo me mira con cara de picarona y me pregunta que qué voy a hacer; si me voy ya o nos vamos a su casa; y que si me voy sería una decepción enorme para ella. Nos vamos a su casa y, después de beber un poco de agua y enseñarme la casa, le faltó poco para quitarme los pantalones de un bocao, como una leona.
A partir de ahí, se dejó hacer de todo en la cama. Menos corrida facial o tragarse la corrida, de todo le gusta; anal incluido. Of course, me harté de comerle las tetazas (creo que se gasta una 110) A las 05:30 de la mañana me desperté para mear y, cuando vuelvo a la cama, veo que se despierta y empieza a darme besos por el cuello. Me volteo y baja a comerme la polla con una fruición digna de mejor causa. En respuesta, le digo de hacer un 69 y, cuando me harté de comerle la raja, la puse a cuatro patas y se la metí directamente por el culo; dando un pequeño grito y exclamando: " Uffff, madre mía nene. Tienes la herramienta tan dura que vas a partirme el ojete así". El polvo mañanero terminó echándole la lefa en las tetazas y nos volvimos a dormir.
Nos despertamos bastante tarde (cerca de las 12:00 horas o más), ya que apenas habíamos dormido una mierda. Desayunamos algo y ya nos despedimos, emprendiendo un servidor el camino de vuelta a mi dulce hogar. Me dijo que se lo había pasado muy bien y que le gustaría volver a repetir en otra ocasión. Cuando volví a mi ciudad, almorcé en un kebab y luego quedé con un chaval que vendía una mesita en Wallapop que me gustaba. Cuando finalmente se la compré, retorné a mi casa con sueño, vivo y coleando, con la mesita y con la sensación del deber cumplido.
Y hasta aquí llega mi Tindercita del sábado; espero que ladrillo sea de vuestro agrado.