Derecho a ligar

saca-al-tarado

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22 Mar 2006
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Partamos de la base de resulte inherente al ser humano, una modalidad más que bien pudiera haber sido incluida en la Declaración de los Derechos de Hombre y del Ciudadano.

Después, por supuesto, llegan los matices, ya que el derecho existe pero no siempre se dan las condiciones para ejercerlo de modo pleno. Cuentan las presiones familiares, el concepto de fidelidad, las limitaciones en la apostura y carisma de cada cual, el peso de la religión, etc.

Y aparte de todo ello, claro está, vienen las categorías morales establecidas quién sabe por qué motivos. Digo esto porque el sábado vi una de las películas más tóxicas en ese sentido de los últimos tiempos. Supongo que ustedes tendrán noticia del fenómeno - todavía tal vez incipiente- que está provocando "Happy: un cuento sobre la fidelidad", de Mike Leigh. Asistí a ella como preludio a una cena entre un grupo de amigos de la carrera y sus parejas. Tras las casi dos horas de bodrio, aderezado de risitas, murmullos de aprobación y cuchicheos, la conversación de sobremesa giró en torno a la historia. Ellas, cómo no, salían en su mayoría extasiadas por la espontaneidad y frescura del personaje principal, por su positivismo, por su alegría permanente, por su fortuna al encontrar el amor, ...

Pero no es así. Poppy, la protagonista, es una tipa insoportable y rayana en la oligofrenia. Una colacción de muecas absurdas (una especie de Jim Carrey femenino en su peor época), andares de Lina Morgan, risas de gallina clueca, frases sin contenido y memez continua. Poppy se dedica a minar la paz que cualquiera que esté a su alrededor pueda disfrutar y necesita de continuo que le rían las gracias.

Su contrapunto es un individuo presentado como amargado y solitario - su profesor de autoescuela- un tipo que en definitiva no deja de pretender que le dejen en paz en la vida y hacer bien su trabajo. Poppy no puede tolerar eso, necesita molestar y decir estupideces como si le fuese la vida en ello, al tiempo que la historia se encarga de dejar al profesor como un individuo detestable y paranoico mediante dos brochazos burdos de xenofobia y teorías conspiratorias. De nada vale, por supuesto, que intente mostrar a Poppy que debe aprender a conducir prestando atención a lo que hace por su bien y el de los demás, porque ésta anda demasiado ocupada en sí misma, aunque, claro, ella es el personaje "simpático" con el que el director se alía. Para colmo es profesora de primaria; se supone que una deficiente de tal calibre puede estar al cargo de la formación de mentes infantiles y ello recibe beneplácito en el guión.

Con ello el mensaje parece claro: sé caprichosa, estúpida, molesta, irritante, irresponsable y zumba alrededor de todo el mundo haciendo lo que te sale del higo porque al final tendrás premio. El mundo está a tu servicio, tú eres su ombligo y centro de gravedad y por ello no has necesitado más que chasquear los dedos y hacer un par de mohines hacia el primer chico alto, atlético, guapo y "romántico" que surge se ponga a tus piés, pues aparece "ÉL" y cae rendido sin remedio; su fisonomía es propicia incluso a sugerir lo que vendrá luego: alguien grandote y de mirada dulce hasta lo bobalicón, con lo cual reúne las coordenadas del pagafantas adulador a quien Poppy podrá hacer la vida imposible y cornear a gusto en un futuro sin que él se entere o en su defecto preste aquiescencia.

El profesor de autoescuela, más bien regordete, poco atractivo, es el perdedor. Poppy le desquicia, le saca de su mundo y cae también ante ella pero pierde, no reúne lo exigible, no es tan sencillo de manejar y por tanto no la merece. Al final se enfrentan agriamente y el único momento de la película en la que Poppy parece una persona, porque no sufre de muecas convulsivas, es para despachar al profe, que queda como un demente. Su derecho al ligue, incluso al romance, ha sido negado de raíz.

Ignoro qué habrá dicho por ahí Leigh a la hora de definir su película, pero es más de creer que se haya perdido en un discurso buen rollista que en lugar de haber: "Miren, he querido componer un prototipo de perfecta hija de puta fascinada por tocar los cojones a todo el mundo y que se cree el centro del universo. Con esta historia quiero invitar a todas las mujeres del mundo a que se miren en la pantalla como en un espejo y hagan el favor de recular para no caer en esto o regresar de ese punto si están en él", como hubiera dicho un Wetamir director de cine en el estreno.


P.S.: Este post se ha editado para contribuir al levantamiento del castigado sector del ladrillo.
 
Yo si voy al cine, voy sobre seguro, alguna peli con transfondo social y que te haga pensar despues, estilo Transporter 3.

Mas tarde hare un analisis mas concienzudo sobre la problematica que nos atañe en este sin duda interesante hilo.
 
Este penúltimo siglo ha forjado gracias a la tv y a la publicidad subliminal que el hombre sea sumiso a la mujer . Lo que más me intriga es que quién es el hijo de puta que ha estado detrás de esto.
 
Pispis rebuznó:
Este penúltimo siglo ha forjado gracias a la tv y a la publicidad subliminal que el hombre sea sumiso a la mujer . Lo que más me intriga es que quién es el hijo de puta que ha estado detrás de esto.
Lo más jodido es que ha sido una pequeña y secreta oligarquía de varones.
Somos el origen del mal, ellas son demasiado pasivas y poco ambiciosas como género para hacer algo que no sea arreglarse las uñas.
Dale un espejo a una mujer y tendrá horas y horas de entretenimiento; el hombre no se conforma ni con alcanzar las estrellas...bendición, maldición???? no lo sé.
 
Menuda hija de puta la Poppy de los huevos. Pero es lo que toca, despues de rodar mil siglos hemos llegado hasta aqui. No es que vivamos tiempos difíciles, porque la dificultad tiene algo de digno, requiere cierta heroicidad y prestancia para poder superarla, sino que estamos en la peor de las edades: vivimos tiempos tontos. Tiempos de tontainas, de debiles mentales, de pollas flacidas, de coños deificados y monos con pistola. Vivimos la imbecilidad, el cretinismo, la ñoñez y la cursileria. No veo otra causa para este aturdimiento de la racionalidad y la coherencia que esta desmembración brutal y sin anestesia de todo lo masculino, esta emasculación universal de lo viril, esta satanización del hombre de pecho acerado y "voz de pedernal".

No es el derecho a ligar, no es el paraiso prometido que todas reclaman esgrimiendo un impreso oficial, un Real Decreto o un artículo constitucional que asi se lo garantiza; es algo más profundo, inquietante y desolador; es el derecho a aportar su 50% de mediocridad, de de neuras, de insania, de cabalgatas hormonales y pusilaminidad. A mi no me preocupan las discotecas que las regalan pases y copas gratis, ni los pagafantas que las subvencionan el ego a plazo fijo, ni esa algarada de de lo femenino: Instituto de la mujer, Asociación de mujeres empresarias, gimnasios femeninos, viajes para mujeres,..

No, eso es completamente inofensivo y flolklorico. Lo que me preocupa es que tengan el paso franco en los laboratorios, en las catedras universitarias, en los despachos ministeriales y en el mando sobre los nuestro Ejército. Esa es la prebenda que no se han ganado, que no se justifica, que no tiene méritos y capacidades detras de ellas respaldándolas. Que las bailen el agua diciéndolas que son todas unas princesas y que se merecen un castillo me parece estupendo, más alegres se bajaran las bragas cuando llegue el príncipe azul, pero que no las dejen acercarse a los mandos de la nave.
 
Una vez oi hablar a dos chicas desconocidas en el autobus de algún pobre desgraciado que en la último noche las había invitado a chupitos (que por supuesto no recharazaron). La conclusión fue.

ESE NO TIENE DERECHO A ROLLO

A
unque por supuesto me desagradaron, en aquel entonces, con 17 años, no comprendía las devastadoras implicaciones de sus palabras. Una auténtica petición de exterminio para los débiles.

Parece que no es suficiente con que sufran por su inferioridad. Hay que recordarsela, hay que humillarlos.

Las bromas sobre las alopecias ajenas, las gorduras, las feas caras, orcos, etc no son humor. Son una especie de racismo individual.
 
Victor I rebuznó:
(...) Que las bailen el agua diciéndolas que son todas unas princesas y que se merecen un castillo me parece estupendo, más alegres se bajaran las bragas cuando llegue el príncipe azul, pero que no las dejen acercarse a los mandos de la nave.

Y aunque no le negaré que la capitanía de la nave no se ha lucido demasiado hasta la fecha, que necesita calafateo, pierde tripulantes en cada travesía, su sentina es un foco de inmundicia, las ratas pululan por la cubierta y lleva un rumbo más bien extraviado pero, demonios, prefiero eso a lo que podría ocurrir si suben ellas al puente.

¿Se acuerdan del barco de vapor de pega que había (o hay, no lo sé) en el Parque de Atracciones de Madrid?¿Tienen presente la imagen del Queen Mary inmóvil en Nueva York, o la del portaaviones Intrepid no muy lejos y de igual guisa? Pues eso es lo que nos aguarda: buques auténticos como meros figurantes o sus imitaciones de cartón piedra, la seguridad de puerto, las amarras bien fijas, la tontita subiendo al puente para que a cambio de un par de meneos de culo le dejen pulsar un par de botones y hacer sonar la sirena de niebla, ¡uuuuuyyyyyy, qué emoción, qué fuerte, qué realización!

Joder, qué putos tiempos de mierda, de idiocia y de blandura.
 
lo grave es la erotización de la experiencia humillante que muchos hombres hacen, pasando a sentirse una especie de constantes perritos lameculos de las macizas pivones, que son conscientes de ello, y los usarán, de hecho o en su imaginación (casi que poco importa ya) como portabolsas, orinal, comebragas o lo que se tercie.....yo calculo que del orden del 60 por ciento de los tíos sufren de esos síntomas
 
Demostrar lo increíblemente banales, triviales y poco prácticas que son es, al parecer, la única meta de las mujeres.
Es una carrera, la de la futilidad, que siempre comienza igual: adornar los objetos mecánicos y/o útiles de casa.
Cuando un televisor o un casi extinto vídeo vhs o un reproductor de dvd, se ven inevitablemente salpicados por la infecta marea de tapetes de ganchillo, muñecas de porcelana o retratos de babosos bebés, es síntoma de que el varón está en jaque ante el poder de la fémina.
Es como un virus: coger un objeto con una utilidad determinada (fruto casi siempre del raciocinio de un varón) y "embellecerlo", salpicarlo de cositas y adminículos inútiles que en nada ayudarán al correcto funcionamiento del aparato.
Diríase que es una especie de mecanismo inconsciente de las mujeres el adornar de bagatelas cosas útiles y funcionales. Es una manera de trivializar aquello que sirve para algo adornándolo de histerismo irracional.
Cuando los tapetes de ganchillo de tu vecino veas brillar.....HUYE.
 
Viendo el título del hilo, me esperaba un señor manifiesto hacia la masculinidad tan injustamente castigada en esta época. Mi gozo en un pozo.

Yo que nunca he sido de letras, iba a prepararme un señor artículo digno de la Constitución Española v1.2rev9. Pero yendo aún más lejos: El derecho a meterla en caliente. Todo varón mayor de edad, tendría acceso por ley a un sabroso coñito donde saciar sus calenturas. Al menos una vez por semana.

Prostitutas subvencionadas, ninfómanas sin remedio y viciosas amateurs ayudarían a sanear este país maltrecho por el feminazismo imperante, las depresiones y otros malestares.

Naturalmente, para ellas ajo y agua. Demasiado fácil lo tienen ya.
 
Las mujeres actúan como los judíos. Igual que estos tachan a cualquiera que los critique de antisemitas y usan el holocausto como justificación de todas las barbaridades y mas las mujeres se han acostumbrado a que todo aquel que se interponga entre ellas y lo que les salga del coño se convierte como sabemos en un cerdo machista y tal y cual. Actúan como un grupo de presión y les funciona.

Pero eso ya lo sabemos todos, tampoco hace falta un hilo nuevo sobre el tema.

No estoy para nada de acuerdo en que sea folklorico e irrelevante lo de las discotecas gratis para ellas y tal. Al contrario, Así es como se empieza. Y así es como estamos acabando. Estas putas tienen la fuerza que nosotros les hemos dado
 
FatalDeLoMio rebuznó:
Viendo el título del hilo, me esperaba un señor manifiesto hacia la masculinidad tan injustamente castigada en esta época. Mi gozo en un pozo.

Yo que nunca he sido de letras, iba a prepararme un señor artículo digno de la Constitución Española v1.2rev9. Pero yendo aún más lejos: El derecho a meterla en caliente. Todo varón mayor de edad, tendría acceso por ley a un sabroso coñito donde saciar sus calenturas. Al menos una vez por semana.

(..).

Renuncio a ese derecho y prefiero convertirlo en un privilegio que me ha permitido ganar cada centímetro de coño que he perforado, lamido y enjuagado en sus propias secreciones. No tengo muchos talentos en esta vida, apenas demuestro livianas y pálidas inclinaciones que rápidamente son sepultadas por la inconstancia y la pereza. Si tengo alguna virtud acaba por marchitarse irremediablemente bajo el estio implacable de la mi indolencia. Sin embargo, cuando se trata de bregar para cobrar mi libra de carne tumefacta y voluptuosoa, no hay espacio para el conformismo ni la dejadez, me vuelvo resolutivo, vehemente, incansable.

Esto es absurdo, ridículo y denigrante, pero asi lo pienso. Sé que soy mejor si consigo hacer ceder las resistencias, sortear los obstáculos, inclinar la balanza a mi favor por pura perseverancia y determinación. Siento que estoy haciendo algo bueno, que estoy alimentando esa parte imprescindible del amor propio que conoce el valor de una pieza cobrada despues de una búsqueda agraz y desalentadora. No hay sensación más plena y triunfante que recordar minuciosamente lo que costó conseguirlo, rememorar la frustanción, la rabia, la constante tenación de ceder a la autocomplacencia y el abandono, mientras acaricias los pechos a los finalmente has conseguido encaramarte. Prefiero un coño como hazaña que un coño como derecho.
 
Todofluye rebuznó:
Una vez oi hablar a dos chicas desconocidas en el autobus de algún pobre desgraciado que en la último noche las había invitado a chupitos (que por supuesto no recharazaron). La conclusión fue.

ESE NO TIENE DERECHO A ROLLO

Aunque por supuesto me desagradaron, en aquel entonces, con 17 años, no comprendía las devastadoras implicaciones de sus palabras. Una auténtica petición de exterminio para los débiles.

Parece que no es suficiente con que sufran por su inferioridad. Hay que recordarsela, hay que humillarlos.

Las bromas sobre las alopecias ajenas, las gorduras, las feas caras, orcos, etc no son humor. Son una especie de racismo individual.

¡Brillante! Ya expuse en un post que el 90% de los consumidores de las tonterías nieztschanas son mujeres. Son ellas las que deciden quien triunfa y quien fracasa, quien es apto y quien no, y decidieron hace milenios que ese era el fuerte. Atacar al débil, reirse de los demás, no es más que un incentivo natural para que los hombres compitamos, y el que resulte ganador de esa competencia será ese macho alfa del que siempre habláis. Y follará.

Recordad las peores humillaciones de vuestra vida y decidme con la mano izquierda en el corazón (porque sé que la derecha la estáis usando) que no había ninguna mujer involucrada en alguna de ellas. ¿Verdad que no podéis?

Llega un momento en el que hay que dejar de bailar al son de esas melodia rancia de "se fuerte y follarás", hay que dejar de competir por ellas y empezar a competir sólo cuando merezca la pena. Ellas serán siempre así, siempre lo han sido.
 
Las mujeres actúan como los judíos. Igual que estos tachan a cualquiera que los critique de antisemitas y usan el holocausto como justificación de todas las barbaridades y mas las mujeres se han acostumbrado a que todo aquel que se interponga entre ellas y lo que les salga del coño se convierte como sabemos en un cerdo machista y tal y cual. Actúan como un grupo de presión y les funciona.

(...)

Hay una serie de palabras comodín que son muy útiles para ganar terreno sin que te corten el paso. Vienen muy bien para tener al rebaño controlado y pueden aplicarse a multitud de situaciones. Genera un miedo cerval y la gente está dispuesta a hacer cualquier concesión con tal de evitar convertirse en apestados racistas, fachas, xenófobos, machistas, intolerantes, maltratadores...Hay expertos ladinos que sabe manejar muy bien estos adjetivos y saltan como un resorte en cuanto alguien atraviesa la línea roja que han trazado entre sus amabiciones y la realidad. No importa la verdad, lo razonable o lo justo, toda cesión es poca sin con ello evitamos ser arrojados a los abismos de los malditos.
 
inutil rebuznó:
No estoy para nada de acuerdo en que sea folklorico e irrelevante lo de las discotecas gratis para ellas y tal. Al contrario, Así es como se empieza. Y así es como estamos acabando. Estas putas tienen la fuerza que nosotros les hemos dado

Igual que se la dimos, se la podemos quitar.


Prefiero un coño como hazaña que un coño como derecho.

Tú eras el del hilo "Follamos demasiado", ¿no? :lol::lol:

Hazaña es la palabra. O mejor dicho, épica.

Qué quieres que te diga, es demasiado esfuerzo para un coño. Como decía Wetamir, follar no es el alfa y el omega de la vida, sino un momento fugaz. Muy placentero, pero también demasiado volátil. Mejor dedicar el tiempo libre a crear, a leer, a viajar, a tomar unas birras con los amigos.

Las españolas me cansan. Si cae alguna, pues bienvenida sea, pero nunca dandoles prioridad frente a otras cosas más importantes. Siempre quedarán las visitas a los burdeles o hacer turismo sexual (cualquier país que no sea esta piel de toro).
 
Menudo ladrillo, como para leérselo entero. No se porque te calientas tanto la cabeza sabiendo de antemano ya la conclusión: Todas putas. Suerte amiho.
 
No he visto la película así que no entraré a valorarla. Pero no he conocido en mi vida una mujer, una sola, que no repudie a las feministas.
¿Que a veces nos sometemos? Forma parte del apareamiento. Ellas no lo ven como una humillación por nuestra parte, sino como algo natural. Somos la especie que más busca el equilibrio entre ambos. En especies animales los machos tienen que pelear a muerte por una hembra... ¿no es eso más lamentable?
Igualmente, si os parece de pagafantas los rituales actuales, pensad en los anteriores, cuando nuestros abuelos de su bolsillo compraban tanto su bolsa de pipas como la de su novia, lo normal era gastarte los cuartos en una tía con la que acababas de empezar. Hoy día impensable.
¿Que nos humillamos al hacer cosas que no queremos, como aguantar una conversación de mierda? ¿Y no es humillante pasarse tiempo frente al espejo, depilarse, ponerse tacones, etc?
Yo no veo humillación, sólo un ritual de apareamiento que dicta que ambos han de poner de su parte. Eso sí, cosas distintas. Ganan ellas en que tienen mayor abanico de elección de machos, siempre se podrán permitir a uno que físicamente esté por encima de ellas en proporción. Pero por lo demás, creo que es más dura su parte del ritual.

Sobre la anécdota que cuenta Todofluye, pues bueno, hijas de puta las ha habido siempre. Lo mismo que cabrones.
Yo no invito nunca a una chica si no la conozco. Tampoco soy borde. si una tía me pregunta ¿Me invitas? Siempre le contesto, con una sonrisa y tono de colegueo: ¿Y a qué me invitas tú después? Si era una largata, se irá. Si quiere algo más, me reirá el chiste malo y me dará una respuesta que me agrade.

Y sí, las feministas tienen mucha voz y los medios cobardes y pusilánimes les ríen las gracias (grotestas a veces), pero siguen siendo una minoría de 4 gatos (o mejor, cuatro perras). 2 de ellas lesbianas de padre alcohólico y las otras 2 heteros maltratadas que no saben diferenciar entre escoger siempre el mismo tipo de hombre porque es el que te va, y que todos seamos iguales.
 
Este capitalismo atroz y decadente se encarga con saña de difundir mediante su aberrante propaganda los valores del matriarcado.

Se trata de imponer el feminismo y la homosexualidad con el objetivo de hacer del hombre un ser ridículo, afeminado, confuso, dócil y sumiso. El hedonismo que impera hace el resto.

Se arranca y se destruye cualquier atisbo de valor espiritual o moral con objeto de acabar definitivamente con el patriarcado, la supremacía del hombre sobre la mujer, lo que es natural, racional y sano.

En el cristianismo, Dios es padre espiritual, el creador de todo y en el ámbito familiar el hombre debe ser el guía, la razón y el ejemplo, en definitiva, el que lleva los pantalones.

Lo mismo ocurría en las sociedades politeístas como la griega o la romana, sus mitos identifican al hombre con los rasgos de carácter que le corresponden y socialmente la mujer no tenía ni voz ni voto, era poco más que madre y complemento del hombre, o sea, lo que le corresponde por ley natural.

Estas generaciones de hombres pusilánimes, afeminados, pasivos, atolondrados y aborregados por ideas que solo convienen a unos pocos y que son en esencia contra natura ( como la igualdad sexual, el sufragio femenino o la incorporación al trabajo de la mujer con idénticos o más derechos que el hombre) son el producto de este vergonzoso gobierno rosa y su asquerosa propaganda mediática.

Con respecto a la mujer, lo más racional y acorde a la naturaleza sería una sociedad en la que no tuviera más que deberes ( en el terreno laboral se podría admitir su incorporación a trabajos como el montaje de piezas en cadena o la recogida de basura) y en la que el hombre pudiera decidir ( y podría, ya que todos tendríamos trabajo y alguien se tendría que hacer cargo de ellas) ser polígamo o no serlo.

Puede que ese día llegue aunque de momento tenemos que sufrir este régimen, esta dictadura de la mediocridad que promueve ideas tan extravagantes como el feminismo y el matrimonio homosexual o el multiculturalismo.
 
lo grave es la erotización de la experiencia humillante que muchos hombres hacen, pasando a sentirse una especie de constantes perritos lameculos de las macizas pivones, que son conscientes de ello, y los usarán, de hecho o en su imaginación (casi que poco importa ya) como portabolsas, orinal, comebragas o lo que se tercie.....yo calculo que del orden del 60 por ciento de los tíos sufren de esos síntomas

No es tan grave. La erotización de la experiencia humillante es un mecanismo adaptativo de la sexualidad humana. Por ejemplo, un gran porcentaje de mujeres que sufrieron abusos sexuales durante la infancia tienen fantasías sexuales donde son forzadas o violadas en la etapa adulta. La fantasía de ser violadas tiene el objeto de revivir la experiencia traumática en un entorno ficticio más seguro, posibilitando que el trauma se digiera o se integre en la propia sexualidad. Otro ejemplo: Un gran porcentaje de hombres a los que su novia o mujer les ha puesto los cuernos alguna vez acaban por incorporar en su repertorio de fantasías sexuales la fantasía del novio o marido cornudo, donde ellos encarnan el papel de un cornudo que debe presenciar cómo su mujer se come la polla de un tercero mientras ella le lanza una mirada entre lasciva y cruel en plan: "¿Ves? Estoy disfrutando de la polla de un hombre de verdad". La clave es la plasticidad sexual humana (más acentuada en mujeres que en varones) que nos permite integrar los traumas que nos han marcado en nuestros modelos sexuales y afectivos. Esta plasticidad permite que un tío que ha ejercido de pagafantas durante años acabe excitándose ante el mero hecho de pagarle un cubata a una mujer aun sabiendo que ésta se largará con el protomacho de turno sin decirle ni adios. Es como el tío al que antes le daban asco las mujeres gordas pero que a raíz de salir con una obesa empieza a buscar porno chubby en internet porque la obesidad femenina se ha convertido en un disparador de su excitación sexual. Si antes de hacernos una paja nos obligaran a embadurnarnos en mierda, el simple olor a mierda acabaría por provocarnos una erección, tal como rezan los postulados del condicionamiento clásico.

La cuestión es que esta plasticidad sexual no sólo opera en contra de los intereses masculinos, sino también a favor. Por ejemplo, las mujeres, a base de ir comiendo pollas y de ir siendo enculadas, acaban excitándose ante tales prácticas, algo positivo para los intereses masculinos, pero que a ellas no les viene "de serie", sino que lo incorporan a base de práctica, de humillarse y de plasticidad sexual.

En resumen, que ambos sexos van adaptándose a las exigencias del sexo opuesto y que hay mucho masoquismo inherente al ser humano. Somos mierda, en definitiva.
 
En cuanto al tema del hilo, parece que algunos sostienen la idea de que la sociedad de consumo fomenta la sumisión masculina frente a una especie de neomatriarcado. Aquí hay que matizar bastante, por ejemplo; distinguir la dominación-sumisión de los roles de género, desterrar la idea de que el varón es dominante por naturaleza, catalogar la película de Mike Leigh como "pornografía para mujeres" y hacer un alegato a favor de la igualdad legal entre pornografía para varones y pornografía para mujeres.

Primero, no confundamos dominación-sumisión con roles de género. Tradicionalmente, los hombres no han dominado a las mujeres en un sentido físico o mental, sino que han asumido la hegemonía fuera del hogar, mientras que ellas la han asumido dentro del hogar. El hombre manda fuera de casa y la mujer dentro. Prueba indiscutible de ello es que cuando un hombre se divorcia, normalmente pierde el contacto con sus hijos: ellas mandan sobre sus hijos. Cuando un hombre se queda viudo, normalmente se deteriora la relación con su familia (ella controlaba las relaciones familiares, incluso con la familia política). Por el contrario, una mujer viuda sigue manteniendo relaciones y a menudo experimenta un florecimiento tras la muerte del marido. Esto demuestra que quien manda en el hogar -y en la familia- es la mujer, no el hombre. Por lo tanto, cuando el macho cruza el umbral de la puerta de su casa, se encuentra automáticamente bajo jurisdicción de la hembra y se somete a la autoridad femenina. Y siempre ha sido así. Por muy machista que sea una cultura, no hay hombre que pueda hacerse valer en una cocina donde estén atrincheradas esposa, suegra, madre, hijas o hermanas. Así pues, ¿realmente a los hombres nos corresponde mandar sobre las mujeres?

En segundo lugar, aquí veo que muchos hablan de la sumisión masculina como si fuese una anormalidad o una perversión. Error. Hay que desterrar el mito de que el varón es dominante por naturaleza. Al contrario, la mayoría de varones son sumisos por naturaleza. También son sumisas la mayoría de mujeres, dicho sea de paso. Esto es debido a que los grupos humanos necesitan de pocos líderes y de muchos seguidores, por lo que la sumisión es más consustancial al ser humano que la dominación. Además, la sumisión asegura probabilidades de supervivencia más altas (véase, si no, cómo han terminado muchos de los líderes del siglo XX: Hitler, Mussolini, el Che Guevara, Salvador Allende, Ceaucescu, Saddam Hussein, y un largo etcétera). Es evidente que ser sumiso es uno de los preceptos más importantes del instinto de conservación. Las mujeres son aún más sumisas que los varones, pues su instinto de conservación es mayor (la hembra debe ser preservada por su alto valor reproductivo). Pero insisto, que la mujer sea más sumisa que el varón no significa que el varón sea dominante. El varón sigue siendo sumiso. Por ejemplo, la sumisión masculina a los poderes fácticos se manifiesta hoy en día en forma de metrosexualidad, de consumismo exacerbado, de lamecoños depilados, de adictos al sexo y a las nuevas tecnologías, de hinchas y forofos del fútbol... Antiguamente se manifestaba en forma de patriotismo, de enrolarse en el ejército, de hacerse cura para someterse al Santo Padre, de alistarse en las SS para someterse al Führer... De hecho, enrolarse en el ejército en honor a la patria o a la religión siempre ha tenido un importante componente de sumisión homoerótica. El macho renuncia al mundo heterosexual para someterse a una entidad patriarcal (la Patria, Dios, el tío Sam, el Führer, el Comunismo) en un entorno claramente homosexual (en el ejército sólo hay tíos) y jerárquico (tíos dándote órdenes). Lo mismo se puede decir de los que se metían a curas renunciando al sexo con mujeres para tener relaciones sólo con el Santo Padre (sumisión al patriarca) o con los monaguillos (someterse al patriarca, en este caso, al cura pederasta). En definitiva, que ya es hora de que desterremos la idea de que al macho le corresponde ser dominante en el orden natural de las cosas. Ni hablar, el macho es sumiso y propenso a amariconarse por naturaleza. Sólo unos pocos protomachos tienen cojones para liderar a las masas, aunque normalmente acaban decapitados, fusilados o colgados.

Y por último, la película a la que se refiere saca-al-tarado es un producto de consumo dirigido a mujeres que en principio no debería suponer ninguna amenaza. Este tipo de novelas (Danielle Steel, Stephanie Meyer, etc.) o películas (El diario de Bridget Jones, etc.) que recrean escenarios amoroso-sentimentales donde la mujer es el centro del universo y los varones revolotean alrededor, con profusión de vestidos, joyas, anillos de compromiso, bodas, embarazos y bebés, ha sido catalogado por muchos como pornografía para mujeres, pues es esto lo que en la mujer produce orgasmos y chute de endorfinas y no las escenas de sexo explícito. Ahora bien, la pornografía para mujeres es tan obscena como la pornografía para hombres, si bien la ley vigente no lo considera así. Por ejemplo, a mí me parece tan obscena la imagen de la vagina de una parturienta expeliendo una criatura sanguinolenta como obscena me parece la imagen de la polla de Rocco taladrando el coño de una mulata. Sin embargo, la legalidad vigente entroniza lo primero y censura lo segundo.

El problema radica en que pretenden venderte la pornografía para mujeres como películas para todos los públicos. Y ahí precisamente está la perversión. Es como si dejáramos que niños y niñas vieran pornografía para varones desde muy temprana edad. ¿Verdad que eso sería perjudicial? Pues lo mismo sucede con el porno para mujeres. Meterle a un crío de 6 años la idea de que hay que casarse con títeres varones y celebrar bodorrios por todo lo alto es tan perjudicial como meterle la idea de que los tíos eyaculan en las tetas de las tías. Una de dos, o legalizamos también la pornografía para varones o ilegalizamos las dos.

Menudo ladrillazo me ha salido de buena mañana
 
Pero no he conocido en mi vida una mujer, una sola, que no repudie a las feministas.

¿Estás seguro de lo que dices? Porque yo de esas no he conocido a casi ninguna. Todas, o casi todas, alababan esa lucha que llevan a cabo en favor de sus derechos y por el reconocimiento de la igualdad de la mujer. Otra cosa es que lo hagan en silencio, o que sólo salgan a apoyarlas cuando se encuentran bajo el respaldo de la marabunta femenina, ya que hacerlo en solitario intimida más y da pie a que te señalen con el dedo. Ninguna mujer normal se va a aventurar a discutir con 3-4 hombres acerca de feminismo, igualdad y derecho, pero si juntas a 2 o 3, los estrógenos les salen por las orejas.

Igualmente, si os parece de pagafantas los rituales actuales, pensad en los anteriores, cuando nuestros abuelos de su bolsillo compraban tanto su bolsa de pipas como la de su novia, lo normal era gastarte los cuartos en una tía con la que acababas de empezar. Hoy día impensable.

Yo no vería eso como pagafantismo. La situación que tu describes se daba en un entorno en el que la mujer, por norma general, ni trabajaba ni se esperaba que lo hiciera, por lo que toda posibilidad de gasto pasaba porque el hombre, marido o pretendiente, se lo financiará.
Hoy día la situación es bien diferente, y el fenómeno pagafantas se extiende como una epidemia, porque nosotros -los hombres- no dejamos engatusar, principalmente.
 
(...) El problema radica en que pretenden venderte la pornografía para mujeres como películas para todos los públicos. Y ahí precisamente está la perversión. Es como si dejáramos que niños y niñas vieran pornografía para varones desde muy temprana edad. ¿Verdad que eso sería perjudicial? Pues lo mismo sucede con el porno para mujeres. Meterle a un crío de 6 años la idea de que hay que casarse con títeres varones y celebrar bodorrios por todo lo alto es tan perjudicial como meterle la idea de que los tíos eyaculan en las tetas de las tías. Una de dos, o legalizamos también la pornografía para varones o ilegalizamos las dos.

Menudo ladrillazo me ha salido de buena mañana

Excelente su post, Sr. Malvado, como suele.

La cita me sirve para apuntar que, en efecto, mi intención iba por ese lado, ya que se permite e incluso fomenta el acceso a tal tipo de perversiones mediante una expresión artística no sólo tolerada para cualquiera sino además respaldada por una sanción social favorable, pues forma parte del difuso mundo de las supuestas buenas intenciones, los manantiales de agua fresca y el aire puro. La película de Leigh es indecente, militante en la estupidez y como ya indiqué profundamente tóxica.
 
Me he puesto la peli, solo por curiosidad (es un coñazo infumable, no he podido terminarla) y la lectura que saco de la misma es que algunos teneis una forma de pensar tan atrofiada por el fracaso con las mujeres que os lleva a ver fantasmas en cualquier lado.

El profesor de autoescuela de la peli no solo es desagradable y feo como un puto pie (con una dentadura repugnante), sino que es un desquiciado total, cabreado con todo lo que le rodea, griton, maleducado y de todo punto ostiable. La tia es un coñazo, si, pero que elija a un tio guapete, amable y joven antes que a un viejuno callazo malaleche y esto le parezca a alguien como para poner el grito en el cielo hace pensar mas en la estabilidad mental del autor del hilo que en lectura alguna que se pueda sacar de la pelicula.

Dicho de otro modo: hamijo Saca, OPERESE HOMBRE, OPERESE.
 
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