Nuevo Capitulo de esta desdichada historia.
De verdad que esta situación no se la deseo a nadie.
Nuestra empresa tiene un gran comedor donde todos los trabajadores bajamos a desayunar a media mañana y comer al mediodia. Ese es el momento del dia en que mas tiempo puedo disfrutar viendola.
A veces coincidimos en la cola del buffet, otras cuando dejamos las bandejas, etc., pero siempre la saludo con un hola y una sonrisa, aún sin conocernos de nada... Hasta ahora todo es mas o menos así, yo pierdo los nervios cuando me acerco a ella o simplemente la veo aparecer en el comedor.
Ayer, en la hora de la comida, me acerqué a recoger una botella de agua (que nunca recojo al principio para pasar una segunda vez a su lado) y mientras esperaba al de delante mio mientras abría la nevera y abria la botella, la miré porque estaba en frente de la nevera comiendo con sus compañeras, y fueron 5 segundos de locura. Ninguno de los dos nos retiramos la mirada en ese tiempo. Yo pensé, por mis huevos que no dejo de mirarte, y ella debió pensar lo mismo (creo). La cosa terminó en que delante mío no había nadie ya, bueno si: la nevera. Y ella mirando a la mesa en un movimiento brusco y devolviendome la mirada al instante. Pufff, fue la ostia. No soy ni un creido ni nada de eso, pero creo que por lo menos sabe que existo.
Estoy viendo que viene la semana santa y me voy del curro amargao (quien lo diría). Lo que decía un forero de si he llegado a perder el apetito y todo eso es que no. Nunca una tía me ha hecho perder el apetito ni nada de eso. He llegado a pensar, como método de desahogo en mandarla un mail anónimo contándola todo lo que os estoy contando a vosotros. Por lo menos si me quedaría un poco mas "descargado".