stavroguin 11
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"Y entonces se pregunto como alguna vez pudo haber depositado sus esperanzas de felicidad, de cariño, de armonia, en unos seres monstruosos como aquellos"
No. No es mio. Lo escribio Anton P. Chejov en uno de sus maravillosos cuentos. No es una cita literal: lo lei hace varios años y no me apetece buscar la frase. Pero si recuerdo muy bien el contexto: un alma noble, varon casado y con una vida amargada por una perfida mujer y unos despreciables suegros.
¿Por que me he acordado de esto al cabo del tiempo?
Gracias a algunos de vosotros, que en post recientes hablais de buscar complicidad en las mujeres, compañia, valores nobles...
Desde la canosidad capilar y el cinismo de mis 43 años me rio...
No es una grandiosa risa homerica, ni una grotesca carcajada cervantina, ni por supuesto una burla hacia vosotros. Es mas bien la risa del presidiario antiguo ante las ilusiones del recien llegado a intramuros.
Porque yo tambien he pasado por eso. Durante mucho tiempo, tuve la esperanza de que algun dia encontraria esa alma gemela con la que hacer juntos la maleta rumbo a las antipodas, a la que leerle a mis escritores favoritos, con la sumergirme en las profundidades marinas, con la que embriagarme de felicidad cuando algun imprevisto exito llamase a mi puerta, con la que transformar una horrenda depresion en un dia luminoso...
¿Que he encontrado en cambio?: soberbia, petulancia, indigencia emocional e intelectual, cerebros desquiciados por hormonas, marujas en ciernes deseosas de asegurar mi firma en un contrato de mierda. Y sexo: a veces mucho, otras poco o nada. Si alguna vez descubria algo que me parecia diferente, acababa decepcionandome, o siendo desdeñado por cualquier cenutrio guaperas. Y, trascendiendo mi propia experiencia, a mi alrededor he visto la misma mierda para casi todo el mundo. A veces la sensacion de aislamiento vital y emocional ha llegado a casi asfixiarme, incluso despues de una noche entera follando.
Si puedo dar un consejo sin parecer pedante o sentencioso es este: aplicad a vuestra vida el letrero que Dante coloco a las puertas del infierno: abandonad toda esperanza de ser felices depositada en una mujer. Disfrutad la vida sin esperar nada de ellas. Hay muchas cosas, a pesar de todo. Si uno espera a encontrar a alguien que de sentido a las cosas, corre el riesgo de morirse viejo, solo, amargado y sin haber vivido.
A mi, por suerte, solo me pueden acontecer las dos primeras posibilidades del cuarteto. He vivido y gozado. A pesar de ellas.
No. No es mio. Lo escribio Anton P. Chejov en uno de sus maravillosos cuentos. No es una cita literal: lo lei hace varios años y no me apetece buscar la frase. Pero si recuerdo muy bien el contexto: un alma noble, varon casado y con una vida amargada por una perfida mujer y unos despreciables suegros.
¿Por que me he acordado de esto al cabo del tiempo?
Gracias a algunos de vosotros, que en post recientes hablais de buscar complicidad en las mujeres, compañia, valores nobles...
Desde la canosidad capilar y el cinismo de mis 43 años me rio...
No es una grandiosa risa homerica, ni una grotesca carcajada cervantina, ni por supuesto una burla hacia vosotros. Es mas bien la risa del presidiario antiguo ante las ilusiones del recien llegado a intramuros.
Porque yo tambien he pasado por eso. Durante mucho tiempo, tuve la esperanza de que algun dia encontraria esa alma gemela con la que hacer juntos la maleta rumbo a las antipodas, a la que leerle a mis escritores favoritos, con la sumergirme en las profundidades marinas, con la que embriagarme de felicidad cuando algun imprevisto exito llamase a mi puerta, con la que transformar una horrenda depresion en un dia luminoso...
¿Que he encontrado en cambio?: soberbia, petulancia, indigencia emocional e intelectual, cerebros desquiciados por hormonas, marujas en ciernes deseosas de asegurar mi firma en un contrato de mierda. Y sexo: a veces mucho, otras poco o nada. Si alguna vez descubria algo que me parecia diferente, acababa decepcionandome, o siendo desdeñado por cualquier cenutrio guaperas. Y, trascendiendo mi propia experiencia, a mi alrededor he visto la misma mierda para casi todo el mundo. A veces la sensacion de aislamiento vital y emocional ha llegado a casi asfixiarme, incluso despues de una noche entera follando.
Si puedo dar un consejo sin parecer pedante o sentencioso es este: aplicad a vuestra vida el letrero que Dante coloco a las puertas del infierno: abandonad toda esperanza de ser felices depositada en una mujer. Disfrutad la vida sin esperar nada de ellas. Hay muchas cosas, a pesar de todo. Si uno espera a encontrar a alguien que de sentido a las cosas, corre el riesgo de morirse viejo, solo, amargado y sin haber vivido.
A mi, por suerte, solo me pueden acontecer las dos primeras posibilidades del cuarteto. He vivido y gozado. A pesar de ellas.