"Por el alcohol, causa y a la vez solución a todos nuestros problemas." Homer J. Simpson.
Como tantas otras veces, el viernes deambulaba con el coche tras haber ingerido una cantidad considerable de cervezas. En este caso, acercaba a un amigo a su casa (a Mislata, Valencia).
En esto que, a la entrada de esa pedanía de mierda, observo un control a unos 100 metros. Rápidamente tomo una de las decisiones más estúpidas de mi vida, doy un volantazo cometiendo 2 ó 3 infracciones en la misma acción y empiezo a callejear perseguido por una moto y un coche de policía. Cuando la situación es insostenible, paro al fin el coche:
Gañán con pistola - Apague el motol y no baje del vinículo.
Yo deseando no haber salido de casa - Pfffff...
Individuo apistolado - Sople... 0'47... Blao...
Yo pensando que debería haberme quedao en el Swan - ¿Eso es mucho? :|
Registro del coche mientras suena la canción de No me pises que llevo chanclas sobre los muertos en el avión de Spanair (que alguien posteó por el foro) y posteriormente La mandanga del Fari. Tras esto, detención por 'delito contra la seguridad del tráfico'. Trámites burocráticos varios en la Comisaría de la Local de Mislata y traslado a la Nacional de Mislata. Primera vez en una celda. En este caso, a solas. El trato por parte de la policía local es lamentable, al contrario que el de la nacional, a excepción de algún caimán.

Más trámites, doy mis pertenencias (hasta los cordones de los zapatos), a excepción de algo de ropa y el dinero en billetes. Me hacen hacer 3 mamadas a mi vecino en pelotas por si soy como Sintaxis y guardo objetos personales en el trasero. Paso una hora a solas sobre una colchoneta infecta (no tanto como las siguientes). Me sacan para llevarme, según un policía gilipollas, a la cárcel de Picassent. Aunque sabía que no podía ser y que lo más probable era que me llevasen donde me llevaron, ese comentario me amargó un poco más el viaje. Si nunca os han detenido, hay que tener en cuenta que ya de por sí es bastante jodida una conducción de esa clase, donde tienes las manos engrilletadas a la espalda, viajas sin cinturón y lo haces generalmente a buena velocidad.
El destino eran las dependencias de la policía nacional de Valencia, concretamente sus calabozos. Hasta que llegó mi primer compañero de celda, estuve hablando en inglés con un rumano de la de enfrente, el cual había sido denunciado por su padre tras darle una pequeña paliza. La conversación la interrumpieron un policía y José María, un gitani al que trasladaban a mis zulo tras pelearse con su anterior 'compi' de celda, según él, por algo así:
:146
- ¿De dónde eres?
- De la Plata.
- ¿Quieres problemas?
- La Plata no es un barrio, la Plata es un sentimiento.
Hostias a mansalva.
Resultó que tenía conocidos en común con el chaval, de cuando iba a su colegio como voluntario de una ONG de la universidad para darles clases de informática o llevármelos al politécnico a jugar al fútbol. Desde que dejó el colegio hacía 3 años, ha tenido una hija y 31 detenciones por robar sin pisar la cárcel.
Bueno, al cabo de otras cuantas horas nos metieron en otra celda enana donde éramos en total 9 personas: El rumano que pegó a su padre, un rumano que vendía costo en el barrio de Malilla, un rumano que no sé qué cojones había hecho, otro rumano que había pegado a dos vigilantes en la estación de autobuses y tenía un aliento asquerosamente indescriptible y numerosas heridas sangrantes, un mendigo, un sudaka que robaba móviles, el gitano, su compinche y yo. ¿Pero esta peña vive de verdad en mi ciudad? De todos modos, se agradecía tener a quien fuese para hablar. Cuando os detengan a vosotros por pedófilos lo comprobaréis.

Más tarde, reconocimiento, dactilograma, fotillos de frente, de perfil (las colgaré si me las puede pasar un policía que entrena conmigo, ya que las hice lol intencionadamente) y a otra celda con más yonkis y chusma variada. A eso de las 10 y media de la mañana me sacaron y me volvieron a llevar a la celda de Mislata, a las 12 y pico vi a mi abogada y a las 2 de la tarde pude ir a recoger mi coche en la otra comisaría y volver a casa.
Como moralina de la experiencia, resaltar que estar detenido se parece bastante a pasear por un infierno donde no puedes pasear. Donde la desinformación, la falta de higiene y la soledad o inseguridad harán que, seguramente, en algún momento tengas ganas de llorar o destrozar las cuatro paredes que te rodean. Si es la primera vez, dará igual que seas una persona fuerte, además padecerás por los que están fuera, ya que no puedes llamar y tu familia sólo se entera mediante el policía que les dice dónde estás y por qué.
Sobre los trámites judiciales ya postearé un poco más tarde, ya que necesito asesorarme un poco y es posible que podáis ayudarme: Mi abogada es mujer y fallera...
Como colofón, os dejo con una foto de mi culo peludo. Me han atropellado dos bicicletas cuando he ido a correr esta mañana. El karma me las está devolviendo todas por la anterior semana en la feria de Albacete.
