Pionono
Frikazo
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Que lo mejor en rock/metal en Europa se está haciendo en la península escandinava creo que nadie lo duda. De la miríada de bandas es complicado destacar alguna porque aunque el nivel medio es bueno, suenan todas muy parecidas y apenas hay alguna que realmente sobresale sobre las demás.
Con la gente de DYNAZTY pasaba justamente eso, al menos a mí, durante sus años previos a 2020. Algún tema suelto que mira, qué bien, pero en general no me llamaban demasiado la atención. La banda es veterana, tiene ya 8 discos en el mercado desde 2009, pero ha sido en estos dos últimos discos donde me han causado de verdad, pero de verdad de la buena. Es algo que ocurre en los artistas, tardan X en descubrir "su sonido", y a estos les ha llevado bajo mi punto de vista más tiempo de lo normal.
Pero joder, cuando lo han hecho, el disfrute que me proporcionan es monumental. De estos dos últimos discos The Dark Relight (2020) y el reciente Final Advent (2022) me gustan todos los temas, y eso hoy en día es casi imposible.
THE DARK RELIGHT (2020) empieza calentando motores con "Presence of mind", que fue ya desde ese momento donde dije "¿WTF?" esto sonaba de otra forma. Como ya comenté a @Empty Words se han convertido en los herederos reales del sonido Nightwish: cañero, muy cañero en ocasiones, pero con protagonismo absoluto de las melodías. Yo eso lo compro siempre.
Pero el disco se pone a niveles cósmicos con la impresionante, la cojonudérrima "Paradise of the Architect", una delicatessen de composición, con unos puentes que te llevan en volandas a un estribillo aplastante, arrollador, infalible. A sus pies, hijos de puta, qué bien lo habéis hecho. Escuchar a partir del solo de guitarra, donde emplean un par de giros melódicos estupendos y el propio cantante cambia un par de notas a propósito para dar variabilidad al conjunto y le sienta de putifa a la canción.
Dos temas más a buen nivel pero bajando el pistón para prepararte para un triunvirato de temas que te van a dejar con el culo torcido. Con "Hologram" te sueltan así sin avisar un baladón con sonido y estructura comercial pero contundente que es una delicia. Aquí el cantante Nils Molin se saca la chorra.
Pero es sólo la punta del iceberg de esta batería de tres temas, porque ahora viene una de las joyas del disco, la tremenda "Heartesss madness". Dime que a esto le pones la voz de Tarja Turunen y no lo identificarías con Nightwish. Qué chulada de tema coño, qué bien engrasado todo. Atentos, de nuevo, al momento post-solo marca de la casa, instrumentación suave, voz a capela, redoble y trallazo final. Venga, hasta luego.
¿Quieres más? Sujétame el cubata, que ahora viene "Waterfall", el tema más melódico de todo el álbum, prácticamente podría ser AOR pero cañero. Una joya, nada que decir, inapelable, qué bien suena la voz de Nils, la madre que lo parió.
Del resto me salto directamente a destacar dos más: "The man and the elements" por la pasada de guitarras que suenan ahí, un desparrame, y unos tonos de locura en la voz de Nils, menuda sobrada; y "The dark relight" que da nombre al álbum, una composición de manual, normal cuando empieza, incluso encorsetada, pero que va subiendo el nivel en seguida y, otra vez, entra en erupción después del primer solo, porque tiene dos, aunque el segundo más corto.
FINAL ADVENT (2022) es plenamente continuista con el anterior trabajo, ya dije que se nota que han encontrado "su sonido", y aquí no hay ni calentamientos ni pollas, van a saco desde el primer tema.
"Power of will" es como se debe empezar un disco de rock, coño ya. Trallazo pa que espabiles, pa que se te derrame el café, estate a lo que te tienes que estar, cabrón. Alguna distorsión de la voz de inicio y luego ya si, Nils en estado puro a toda castaña. La hostia qué atropello, y sólo acabamos de empezar.
Después de bajar las revoluciones pero aumentar la contundencia de la percusión con "Advent", llega uno de los temazos del trabajo, "Natural born killers". Esto es la hostia, te entra con vaselina desde el principio. Estrofas, estribillos, esto se te pega al culo ya para siempre. Virguerías melódicas preciosistas todo el tema, sobre todo la que da paso al estribillo, que el hijo puta de Nils hace de dos ó tres formas distintas, todas cojonudas, que no se a quién se le ha ocurrido pero es una maravilla. Cómo cambian un par de matices bien dados una simple frase musical, me cago en todo. Y que no falte un cambio chulo después del solo, que no falte de nada, oiga.
Tras la balada "Yours" llega "All the devils are here", que es otro de esos cortes donde el espíritu Nightwish está presente todo el tiempo. Pero me cago en la leche, es que melódicamente es otra maravilla. Nils está como pez en el agua surfeándolo con una naturalidad aplastante.
"The White"
¿Qué te creías, que el encadenado de tres temazos del anterior trabajo era casualidad? Pues te jodes, que aquí tienes cuatro. Ahora te metemos "Instinct", y nos sacamos coros rollo eclesiásticos y una épica que no te esperabas, desgraciao. Ahora qué eh, ahora qué.
Pero qué haces ahí flipando, que esto no ha terminado, gilipollas. "Heart of darkness" hábilmente vuelve a bajar las revoluciones pero a cambio te acaricia con unas melodías más suaves, un solo electrónico cortito pero que funciona de la hostia y Nils omnipresente todo el tiempo. Hala, ahora vas y lo cascas.
La cosa termina con lo que se puede considerar dos medio tiempos "Achiles heel" y "Power of now", aunque este menos pero con un estribillo de esos que se te quedan grabados. Bien hecho, bien ejecutados, no se les puede decir nada. Ojito al último minuto del "Power of now" que cuando crees que el tema está in decrescendo te mete una hostia así por sorpresa que te deja loco.
Una banda que ha cogido el ritmo crucero de un disco cada dos años, no faltan a la cita desde 2012, y que espero que continúen con este rollo porque de largo son los que más me gustan del conglomerado escandinavo.
Con la gente de DYNAZTY pasaba justamente eso, al menos a mí, durante sus años previos a 2020. Algún tema suelto que mira, qué bien, pero en general no me llamaban demasiado la atención. La banda es veterana, tiene ya 8 discos en el mercado desde 2009, pero ha sido en estos dos últimos discos donde me han causado de verdad, pero de verdad de la buena. Es algo que ocurre en los artistas, tardan X en descubrir "su sonido", y a estos les ha llevado bajo mi punto de vista más tiempo de lo normal.
Pero joder, cuando lo han hecho, el disfrute que me proporcionan es monumental. De estos dos últimos discos The Dark Relight (2020) y el reciente Final Advent (2022) me gustan todos los temas, y eso hoy en día es casi imposible.
THE DARK RELIGHT (2020) empieza calentando motores con "Presence of mind", que fue ya desde ese momento donde dije "¿WTF?" esto sonaba de otra forma. Como ya comenté a @Empty Words se han convertido en los herederos reales del sonido Nightwish: cañero, muy cañero en ocasiones, pero con protagonismo absoluto de las melodías. Yo eso lo compro siempre.
Pero el disco se pone a niveles cósmicos con la impresionante, la cojonudérrima "Paradise of the Architect", una delicatessen de composición, con unos puentes que te llevan en volandas a un estribillo aplastante, arrollador, infalible. A sus pies, hijos de puta, qué bien lo habéis hecho. Escuchar a partir del solo de guitarra, donde emplean un par de giros melódicos estupendos y el propio cantante cambia un par de notas a propósito para dar variabilidad al conjunto y le sienta de putifa a la canción.
Dos temas más a buen nivel pero bajando el pistón para prepararte para un triunvirato de temas que te van a dejar con el culo torcido. Con "Hologram" te sueltan así sin avisar un baladón con sonido y estructura comercial pero contundente que es una delicia. Aquí el cantante Nils Molin se saca la chorra.
Pero es sólo la punta del iceberg de esta batería de tres temas, porque ahora viene una de las joyas del disco, la tremenda "Heartesss madness". Dime que a esto le pones la voz de Tarja Turunen y no lo identificarías con Nightwish. Qué chulada de tema coño, qué bien engrasado todo. Atentos, de nuevo, al momento post-solo marca de la casa, instrumentación suave, voz a capela, redoble y trallazo final. Venga, hasta luego.
¿Quieres más? Sujétame el cubata, que ahora viene "Waterfall", el tema más melódico de todo el álbum, prácticamente podría ser AOR pero cañero. Una joya, nada que decir, inapelable, qué bien suena la voz de Nils, la madre que lo parió.
Del resto me salto directamente a destacar dos más: "The man and the elements" por la pasada de guitarras que suenan ahí, un desparrame, y unos tonos de locura en la voz de Nils, menuda sobrada; y "The dark relight" que da nombre al álbum, una composición de manual, normal cuando empieza, incluso encorsetada, pero que va subiendo el nivel en seguida y, otra vez, entra en erupción después del primer solo, porque tiene dos, aunque el segundo más corto.
FINAL ADVENT (2022) es plenamente continuista con el anterior trabajo, ya dije que se nota que han encontrado "su sonido", y aquí no hay ni calentamientos ni pollas, van a saco desde el primer tema.
"Power of will" es como se debe empezar un disco de rock, coño ya. Trallazo pa que espabiles, pa que se te derrame el café, estate a lo que te tienes que estar, cabrón. Alguna distorsión de la voz de inicio y luego ya si, Nils en estado puro a toda castaña. La hostia qué atropello, y sólo acabamos de empezar.
Después de bajar las revoluciones pero aumentar la contundencia de la percusión con "Advent", llega uno de los temazos del trabajo, "Natural born killers". Esto es la hostia, te entra con vaselina desde el principio. Estrofas, estribillos, esto se te pega al culo ya para siempre. Virguerías melódicas preciosistas todo el tema, sobre todo la que da paso al estribillo, que el hijo puta de Nils hace de dos ó tres formas distintas, todas cojonudas, que no se a quién se le ha ocurrido pero es una maravilla. Cómo cambian un par de matices bien dados una simple frase musical, me cago en todo. Y que no falte un cambio chulo después del solo, que no falte de nada, oiga.
Tras la balada "Yours" llega "All the devils are here", que es otro de esos cortes donde el espíritu Nightwish está presente todo el tiempo. Pero me cago en la leche, es que melódicamente es otra maravilla. Nils está como pez en el agua surfeándolo con una naturalidad aplastante.
"The White"
¿Qué te creías, que el encadenado de tres temazos del anterior trabajo era casualidad? Pues te jodes, que aquí tienes cuatro. Ahora te metemos "Instinct", y nos sacamos coros rollo eclesiásticos y una épica que no te esperabas, desgraciao. Ahora qué eh, ahora qué.
Pero qué haces ahí flipando, que esto no ha terminado, gilipollas. "Heart of darkness" hábilmente vuelve a bajar las revoluciones pero a cambio te acaricia con unas melodías más suaves, un solo electrónico cortito pero que funciona de la hostia y Nils omnipresente todo el tiempo. Hala, ahora vas y lo cascas.
La cosa termina con lo que se puede considerar dos medio tiempos "Achiles heel" y "Power of now", aunque este menos pero con un estribillo de esos que se te quedan grabados. Bien hecho, bien ejecutados, no se les puede decir nada. Ojito al último minuto del "Power of now" que cuando crees que el tema está in decrescendo te mete una hostia así por sorpresa que te deja loco.
Una banda que ha cogido el ritmo crucero de un disco cada dos años, no faltan a la cita desde 2012, y que espero que continúen con este rollo porque de largo son los que más me gustan del conglomerado escandinavo.
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