Ese muerto de hambre no es ningún cacique ni ningún hacendado de provincias ni na. Ese es un mochuelo de pueblo, gente más bruta que un arado que campan a sus anchas por los campos y se comportan como estáis viendo. Ese va al colegio porque su hijo suspende y va y se la lía al director porque le han cogido manía al muchacho y por eso lo catean. Al día siguiente va a la consulta del médico y la lía igual porque a su madre no le han recetado lo que él cree que le tienen que recetar como a una vecina que sí le va bien y se han quitado todos los dolores. Otro día va al ayuntamiento y la lía igual por otra cosa, le pillan cazando y la lía con la guardia civil. Típico gañan embrutecido de pueblo, de oficio recoger unos olivos que le dejó su padre en herencia más unos bancales que heredó del suegro y poco más.
Pero eso lo hace con esa panda de mariconas, mujeres y un gordo fofo que se ríe hasta las orejas de estrógenos. Con la guardia civil de antaño, los del mostacho, los que no se reían, de ahí el dicho de eres más serio que un guardia civil. De esos que levantaban la mano al más mínimo signo de falta de respeto a la benemérita.
Lo que está claro que las oposiciones sirven para seleccionar a ese tipo de policía, gc, y municipales que ahora tenemos. Gente sin sangre, sumisos, paniaguados que de lo único que están pendientes es de unir los moscosos con los puentes para tener mini vacaciones cada dos meses.
A mí estos vídeos no me hacen ni pizca de gracia, nada, cero. Me dan más asco que los desmembramientos de los indios por los trenes. Es repugnante lo corrompido que están los antiguos valores de la sociedad, respeto, autoridad, educación, humildad, lealtad, pundonor. Todo dios tiene derechos pero nadie deberes. La llegada de las mujeres, el sexo débil, a los cuerpos y fuerzas del Estado ha supuesto la destrucción total de lo que representaban. Convirtiéndolos en el hazmerreir. La vergüenza de la sociedad en la que nos hemos convertido.