Soy un gilipollas
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No se si habeis visto la película "Magnolia" a mi modo de ver el cine una obra maestra.En sus primeros minutos explica tres muertes, muertes absurdas en su fondo y forma.
La muerte a veces se presenta con esos trajes.
Imaginaos ser un empresario con avioneta, experimentado en vuelo, que una explendida mañana decide ir de una ciudad a otra pilotando la avioneta.Se apunta tu hija.La madre y otra hija deciden hacer el trayecto en coche.Pero no arranca.
Sube tu mujer e hijas y emprendeis el viaje.Que puede fallar.Avioneta en perfecto estado, buen tiempo.Que puede fallar.
Pues nada, excepto que un buitre atraviese la ventana principal y entre en cabina, provocando la caida del aparato y la muerte de todos en en acantilado
Los muertos en el accidente aéreo de Cuenca son cuatro - Levante-EMV
Pero dejemos las muertes y vayamos a " Nuestras casi muertes"
Mi primera muerte.
Era el verano del 89, tres amigos decidimos pasar la tarde calurosa visitando un acantilado.Jose Igancio queria apuntarse.
Era un chaval rarisimo, y lo sigue siendo a dia de hoy, le dijimos que no, y nos fuimos corriendo.Mala y cobarde decisión y reacción.
Estaba yo cazando renacuajos en el arroyo del acantilado cuando oí:
"!Sois unos hijosdeputa!" "Lo vais a pagar, hijos de puta"
Abandonando el palo con el que mareaba los pobres renacuajos me levantè y vi la figura de Jose Ignacio a unos 150 metros por encima nuestro lanzando algo al vacio.
Primero oí un estruendo grande, despuès notè como si uno de mis amigos pasase su mano por mi pelo, sin llegar a tocar la cabeza.Despuès a mi espalda otro estruendo, este mayor, mas cercano y con metralla en forma de piedras contra mi espalda.
Mis amigos estaban a 10 metros l, blancos, asustados y tras unos segundos de confusión salieron corriendo, sin rumbo.
Una piedra de unos 20 kilos que lanzó desde aquella altura habia impactado contra la pared y pasó peinandome.Literal.No me hubiese herido.Me hubiese borrado la cabeza del cuerpo
Mi segunda muerte.
Mi padre era aficionado a la pesca.Le relajaba y de paso comiamos pescado bueno, que a principios de los 80 no era barato.Un vecino siempre insistia en quedar mis padres y el con su pareja a pasar toda la noche pescando en Tarragona.Fuè una noche para mi inolvidable, nunca me habia dormido tan tarde ni pescado de noche.La vuelta fuè de madrugada en coche.Recuerdo dormirme aplastando mi cara contra la ventanilla trasera.Luego vino un despertar violento, en forma de claxon de camión.Al abrir los ojos vi un trailer a 20 metros contra nosotros, en el mismo carril.
Y a mi padre en el asiento de copiloto moviendo el volante intentando evitar la colisión mortal, y vaya si lo evitó.Salida al arcèn y frenazo sin accidente.El amigo de mi padre se habia dormido al volante e invadió el carril contrario.Gritos e insultos de mi padre.Fin de la amistad, amistad de años, de por vida.
CUENTEN SUS CASI MUERTES.
No hablo de enfermedades, hablo de esa casualidad que le salvó de no estar contandolo.
La muerte a veces se presenta con esos trajes.
Imaginaos ser un empresario con avioneta, experimentado en vuelo, que una explendida mañana decide ir de una ciudad a otra pilotando la avioneta.Se apunta tu hija.La madre y otra hija deciden hacer el trayecto en coche.Pero no arranca.
Sube tu mujer e hijas y emprendeis el viaje.Que puede fallar.Avioneta en perfecto estado, buen tiempo.Que puede fallar.
Pues nada, excepto que un buitre atraviese la ventana principal y entre en cabina, provocando la caida del aparato y la muerte de todos en en acantilado
Los muertos en el accidente aéreo de Cuenca son cuatro - Levante-EMV
Pero dejemos las muertes y vayamos a " Nuestras casi muertes"
Mi primera muerte.
Era el verano del 89, tres amigos decidimos pasar la tarde calurosa visitando un acantilado.Jose Igancio queria apuntarse.
Era un chaval rarisimo, y lo sigue siendo a dia de hoy, le dijimos que no, y nos fuimos corriendo.Mala y cobarde decisión y reacción.
Estaba yo cazando renacuajos en el arroyo del acantilado cuando oí:
"!Sois unos hijosdeputa!" "Lo vais a pagar, hijos de puta"
Abandonando el palo con el que mareaba los pobres renacuajos me levantè y vi la figura de Jose Ignacio a unos 150 metros por encima nuestro lanzando algo al vacio.
Primero oí un estruendo grande, despuès notè como si uno de mis amigos pasase su mano por mi pelo, sin llegar a tocar la cabeza.Despuès a mi espalda otro estruendo, este mayor, mas cercano y con metralla en forma de piedras contra mi espalda.
Mis amigos estaban a 10 metros l, blancos, asustados y tras unos segundos de confusión salieron corriendo, sin rumbo.
Una piedra de unos 20 kilos que lanzó desde aquella altura habia impactado contra la pared y pasó peinandome.Literal.No me hubiese herido.Me hubiese borrado la cabeza del cuerpo
Mi segunda muerte.
Mi padre era aficionado a la pesca.Le relajaba y de paso comiamos pescado bueno, que a principios de los 80 no era barato.Un vecino siempre insistia en quedar mis padres y el con su pareja a pasar toda la noche pescando en Tarragona.Fuè una noche para mi inolvidable, nunca me habia dormido tan tarde ni pescado de noche.La vuelta fuè de madrugada en coche.Recuerdo dormirme aplastando mi cara contra la ventanilla trasera.Luego vino un despertar violento, en forma de claxon de camión.Al abrir los ojos vi un trailer a 20 metros contra nosotros, en el mismo carril.
Y a mi padre en el asiento de copiloto moviendo el volante intentando evitar la colisión mortal, y vaya si lo evitó.Salida al arcèn y frenazo sin accidente.El amigo de mi padre se habia dormido al volante e invadió el carril contrario.Gritos e insultos de mi padre.Fin de la amistad, amistad de años, de por vida.
CUENTEN SUS CASI MUERTES.
No hablo de enfermedades, hablo de esa casualidad que le salvó de no estar contandolo.