Becerro de oro
Freak
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Hamijos, me propongo demostrar con este hilo y en entregas que Cataluña es una rémora cada vez más voráz y pesada que nos llevará a la destrucción definitiva a todos, y ella será la primera.
Empiezo con la sublevación catalana de 1640 a cuenta de la Unión de Armas.
En aquellos años, el reino de Castilla luchaba contra herejes y moros (o sea, medio mundo, y eso habiendo conquistado medio mundo ultramarino casi al mismo tiempo) en solitario, no aportando Aragón, Navarra, Valencia, Vascongadas y Cataluña nada, ni hombres ni dineros (Flandes y Nápoles si aportaban).
El válido real Conde-Duque de Olivares, decidió acabar con este desbarajuste mediante la Unión de Armas, que establecía que entre todos los reinos crearan una reserva de casi 150.000 hombre conforme a sus necesidades y posibilidades.
Todos esos territorios fueron acatando las justas disposiciones reales. Todos, menos por supuesto, Cataluña, que no estaba dispuesta a aportar un real (la pela es la pela, you know...).
Un ejercito real que atacaba a Francia invernó en Cataluña, la rácana Generalitat le escamoteaba los recursos y los soldados se servián en plan buffet de los payeses, que acabaron hasta los huevos montando el Corpus de Sang, una revuelta campesina que triunfó.
España, al borde del colapso, no podía por el momento reconquistar la región, y Cataluña acabó independiente de facto.
Que hicieron los catalinos? Pues ofrecieron sus posaderas al rey de Francia, del cual se declararon vasallos y al que, atención, SI DIERON A LAS PRIMERAS DE CAMBIO LA CUOTA DE HOMBRES Y RECURSOS QUE NEGARON A ESPAÑA!!!!!!
Los gabachos se hicieron los amos de Cataluña sin ningún pudor, y surgió un gran descontento popular, nuevas rebeliones y toda esa mierda y al final se pudo reconquistar Cataluña pero pagando un precio que, al menos en justicia, soportaron esta vez los causantes de tales quebrantos: Cataluña perdió los condados de Rosellón y la Cerdaña (en parte).
Por desgracia, en posteriores hazañas de los catalinos, otros tendrían que pagar el pato territorial, como veremos en la segunda entrega: Guerras de Sucesión.
Empiezo con la sublevación catalana de 1640 a cuenta de la Unión de Armas.
En aquellos años, el reino de Castilla luchaba contra herejes y moros (o sea, medio mundo, y eso habiendo conquistado medio mundo ultramarino casi al mismo tiempo) en solitario, no aportando Aragón, Navarra, Valencia, Vascongadas y Cataluña nada, ni hombres ni dineros (Flandes y Nápoles si aportaban).
El válido real Conde-Duque de Olivares, decidió acabar con este desbarajuste mediante la Unión de Armas, que establecía que entre todos los reinos crearan una reserva de casi 150.000 hombre conforme a sus necesidades y posibilidades.
Todos esos territorios fueron acatando las justas disposiciones reales. Todos, menos por supuesto, Cataluña, que no estaba dispuesta a aportar un real (la pela es la pela, you know...).
Un ejercito real que atacaba a Francia invernó en Cataluña, la rácana Generalitat le escamoteaba los recursos y los soldados se servián en plan buffet de los payeses, que acabaron hasta los huevos montando el Corpus de Sang, una revuelta campesina que triunfó.
España, al borde del colapso, no podía por el momento reconquistar la región, y Cataluña acabó independiente de facto.
Que hicieron los catalinos? Pues ofrecieron sus posaderas al rey de Francia, del cual se declararon vasallos y al que, atención, SI DIERON A LAS PRIMERAS DE CAMBIO LA CUOTA DE HOMBRES Y RECURSOS QUE NEGARON A ESPAÑA!!!!!!
Los gabachos se hicieron los amos de Cataluña sin ningún pudor, y surgió un gran descontento popular, nuevas rebeliones y toda esa mierda y al final se pudo reconquistar Cataluña pero pagando un precio que, al menos en justicia, soportaron esta vez los causantes de tales quebrantos: Cataluña perdió los condados de Rosellón y la Cerdaña (en parte).
Por desgracia, en posteriores hazañas de los catalinos, otros tendrían que pagar el pato territorial, como veremos en la segunda entrega: Guerras de Sucesión.