R
rabo
Guest
Esta es la historia de un chico, su cómplice y un coche recién comprado. El cómplice era yo. Y el chico era mi amigo el feo. Hace pocos años se compró su primer coche. El coche debía ser decimoséptima mano (como mínimo). Era un Seat Ritmo de hace más de 20 años. Destartalado. Pero con unos retoquecillos y la sustitución de algunas piezas la verdad es que quedó un coche bastante resultón. Lo importante es que andaba.
Él quedó una vez con una chica, y como además de feo es hortera, la quiso impresionar de una forma un poco extraña. Le hacía ilusión emular al coche fantástico. Y claro, me pidió ayuda. A su infatigable compañero de fechorías. El proceso fue simple. Compramos dos walkie talkies e integramos uno en el coche. Mi amigo estudia ingeniería, así que conectó un aparato con luces al walkie para que cuando sonara algo las luces se movieran. Al más puro estilo "Kit".
El plan era que él quedaba con la chica para llevarla a cenar, y yo les seguiría disimuladamente en mi coche. Y de vez en cuando soltaría alguna payasada por el walkie. Estaba yo tan feliz en mi coche y escucho que él estaba hablando al walkie. "Hola Kit" - decía el tontolaba. Y a esto yo le respondí hablando despacito, claro y llano, con voz robótica: "Hola. Pierdo aceite". En ese instante bajó su ventanilla, asomó la cabeza y me gritó: "¡¡Mariconazoooo!!".
Y en fin. Ahí terminó todo.
Él quedó una vez con una chica, y como además de feo es hortera, la quiso impresionar de una forma un poco extraña. Le hacía ilusión emular al coche fantástico. Y claro, me pidió ayuda. A su infatigable compañero de fechorías. El proceso fue simple. Compramos dos walkie talkies e integramos uno en el coche. Mi amigo estudia ingeniería, así que conectó un aparato con luces al walkie para que cuando sonara algo las luces se movieran. Al más puro estilo "Kit".
El plan era que él quedaba con la chica para llevarla a cenar, y yo les seguiría disimuladamente en mi coche. Y de vez en cuando soltaría alguna payasada por el walkie. Estaba yo tan feliz en mi coche y escucho que él estaba hablando al walkie. "Hola Kit" - decía el tontolaba. Y a esto yo le respondí hablando despacito, claro y llano, con voz robótica: "Hola. Pierdo aceite". En ese instante bajó su ventanilla, asomó la cabeza y me gritó: "¡¡Mariconazoooo!!".
Y en fin. Ahí terminó todo.