mister4
Clásico
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- 6 Nov 2006
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Ayer, en plena catarsis etílica, me pasó una auténtica putada. No se lo deseo a nadie. Estaba en un bar, lleno de gente, había chicas bailando y no sé cómo pasó pero... Sin más, sin avisar, se me jodió la noche pero a lo bestia. Me puse a pensar. Y es que amiguitos no hay nada peor que pensar en esas circunstancias. Todo ese mundo esta construido para que no tengas que pensar: el alcohol, las drogas, la música de mierda... Son todo anestésicos para la mente, para que no podamos evaluar lo que pasa a nuestro alrededor en la oscuridad de la noche. Porque si te paras a pensar, te das cuenta de que eso no tiene sentido.
Me considero una persona reflexiva, y considero también esto como la madre de todos los handicaps en el mundo moderno. Ser una persona reflexiva me ha llevado a tener una mísera autoestima, a la misantropía radical y a la idea del suicidio, que nunca he intentado materializar. Como el Lobo Estepario de Hesse, pero en carne y hueso. Ayer, sin ir más lejos, me pregunte cual era el fin de toda esta tontería del ligue. ¿De verdad había razón de ser en los celos que sentía por un "triunfador" que se marchaba con una jamelga impresionante? ¿Qué les queda después del sexo? Emplean 23 horas al día en prepararse para follar, y la otra hora la emplean follando, ¿de verdad son mejores que yo en algún aspecto? Ayer llegué a la conclusión de que no. Ni eran mejores ni peores.
Simplemente tienen una escala de valores diferente. Yo desde luego soy peor si me midiera en su escala de valores, porque ligo poco. Ellos lo serían en la mía, pues como conmigo no tienen intención de follar, todo lo que me ofrecen me aburre profundamente. No me entendáis mal, a mi me gusta follar como a todos, pero es que eso ya lo tengo asegurado (por ahora) con una novia. El caso es que ayer perdoné y comprendí la mirada de superioridad que me lanzó aquel chulo de discoteca. Me di cuenta de que sería la misma que le echaría yo si lo viera en un museo o hablando de un libro que no ha entendido bien.
Saludos
Me considero una persona reflexiva, y considero también esto como la madre de todos los handicaps en el mundo moderno. Ser una persona reflexiva me ha llevado a tener una mísera autoestima, a la misantropía radical y a la idea del suicidio, que nunca he intentado materializar. Como el Lobo Estepario de Hesse, pero en carne y hueso. Ayer, sin ir más lejos, me pregunte cual era el fin de toda esta tontería del ligue. ¿De verdad había razón de ser en los celos que sentía por un "triunfador" que se marchaba con una jamelga impresionante? ¿Qué les queda después del sexo? Emplean 23 horas al día en prepararse para follar, y la otra hora la emplean follando, ¿de verdad son mejores que yo en algún aspecto? Ayer llegué a la conclusión de que no. Ni eran mejores ni peores.
Simplemente tienen una escala de valores diferente. Yo desde luego soy peor si me midiera en su escala de valores, porque ligo poco. Ellos lo serían en la mía, pues como conmigo no tienen intención de follar, todo lo que me ofrecen me aburre profundamente. No me entendáis mal, a mi me gusta follar como a todos, pero es que eso ya lo tengo asegurado (por ahora) con una novia. El caso es que ayer perdoné y comprendí la mirada de superioridad que me lanzó aquel chulo de discoteca. Me di cuenta de que sería la misma que le echaría yo si lo viera en un museo o hablando de un libro que no ha entendido bien.
Saludos