Pues he de decir que, si del ámbito profesional y no familiar hablamos, no estoy en absoluto en desacuerdo con eso. Considero que de sus ministros para abajo, todo el mundo debiera dirigirse a él como "señor Presidente". Y no, aclaro que ni troleo ni lo digo de coña.
En El Ala Oeste de la Casa Blanca, Martin Sheen (Presidente) le dice en un momento dado en una conversación a solas paseando por el edificio a John Spencer (su Jefe de Gabinete), más o menos literalmente: "Leo, cuando estemos a solas puedes llamarme por mi nombre de pila". Y Spencer le contesta con retranca (no, no enseña pollón): "Sí, señor Presidente". Eran amigos desde hacía décadas, habían hecho muchas campañas juntos cuando no los conocía ni Canito. Pero ahora Sheen era el Presidente e incluso su mejor amigo sentía que debía respetar la figura institucional. Ya sé que las figuras presidenciales allí y aquí son culturalmente distintas, pero la esencia ha de prevalecer. Al Presidente no se le debe tutear, por muy cercano (laboralmente) que sea uno.