El hilo de los amores ridículos

Victor I

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24 Ene 2006
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El amor es un arma de idiotización masiva​

Ya nos dijo Pessoa que todas las cartas de amor son ridículas y dejó escrito Kundera un libro dedicado a este tipo de amores. A todos nos ha tocado perder la dignidad, amar a destiempo, perseguir una quimera cegados de miasmas y heroicidad, creer a unos ojos embusteros y bellísimos derribando los contrafuertes de nuestra razón. Lo mismo que en otro veríamos censurable ha sido el camino en el que nos hemos empeñado, perdiendo la honra, la sana virilidad, los principios construidos con pilares de experiencia

Nadie está libre de este tipo de traspiés. La edad no nos protege, la lucidez no es más que un tallo seco que se quiebra fácilmente. Todos podemos recordar, arrebolados, la forma en la que amamos, con que insana insistencia, lo desvalidos y absurdos que fuimos, como nos empeñamos en convertir un capricho en algo más que un capricho, empocilgandonos, revolcándonos en el fango abyecto de nuestra idiocia.

Que rubor, que encendido sentimos el rostro, ahora que somos conscientes de nuestra inconsciencia. Porque los pecado que se cometen con el rabo erecto o la braga floja nos conceden una excusa hormonal o etílica a la que asirnos, a quien echar las culpa del desvanecimiento de la razón. Pero, ay el amor, aqui no es posible utilizar voluptuosos parapetos, aquí estamos nosotros y nuestra imbecilidad de cuerpo presente, burlados, con el escozor en las entrañas y un bofetón dibujado en el rostro.

Es el exorcismo que os ofrezco, sacar los esqueletos del armario, reconoced que fuisteis crédulos e inocentes, que tuvisteis fe, aún un último rescoldo, en la magia impostada del amor y estuvisteis dispuestos a creer.
 
Sí, lo reconozco. Y me da auténtica vergu solamente recordarlo. Todavía conservo un email bastante patético que envié a cierta persona, ni siquiera lo abro porque me lo sé de memoria, pero ahí está, para recordarme lo que no se debe hacer.
 
Sí, lo reconozco. Y me da auténtica vergu solamente recordarlo. Todavía conservo un email bastante patético que envié a cierta persona, ni siquiera lo abro porque me lo sé de memoria, pero ahí está, para recordarme lo que no se debe hacer.

Tu y todos, cariño, tu y todos. El que ama yerra, se expone y en numerosas ocasiones va rozando los techos con una sonrisa en la cara y un ramo de rosas para el angel más bello y puro del universo.
 
(...)

Que rubor, que encendido sentimos el rostro, ahora que somos conscientes de nuestra inconsciencia. (...) Pero, ay el amor, aqui no es posible utilizar voluptuosos parapetos, aquí estamos nosotros y nuestra imbecilidad de cuerpo presente, burlados, con el escozor en las entrañas y un bofetón dibujado en el rostro.

Es el exorcismo que os ofrezco, sacar los esqueletos del armario, reconoced que fuisteis crédulos e inocentes, que tuvisteis fe, aún un último rescoldo, en la magia impostada del amor y estuvisteis dispuestos a creer.


No veas si te amarga el tema, ¿no?
Ni me siento imbécil, ni nada.
Creía en lo que hacía y sentía. Y no tengo la sensación de haberme equivocado, como para no repetirlo. No. Todo tiene un momento, y cuando pasa, se queda atrás.
Si me equivoqué, aprendí de ello. Pero no reprimiría el volverme a equivocar en ese sentido. Eso es vivir.
 
Lucky_ rebuznó:
No veas si te amarga el tema, ¿no?
Ni me siento imbécil, ni nada.
Creía en lo que hacía y sentía. Y no tengo la sensación de haberme equivocado, como para no repetirlo. No. Todo tiene un momento, y cuando pasa, se queda atrás.
Si me equivoqué, aprendí de ello. Pero no reprimiría el volverme a equivocar en ese sentido. Eso es vivir.

Siempre hay un motivo, y después viene el acierto o el error. Tener una justificación no nos otorga una bula papal que nos permite salir inmaculados de cualquier trance. No pasa nada por hacer el ridículo, por caerse con todo el equipo y comportarnos como adolescentes fanatizados, jugando a deshojar margaritas y mandando mensajes de amor ñoños y azucarados. Y aunque es comprensible y necesario no deja de ser un error, sigue siendo un bache en el camino, una cicatriz de la que aprender.

Yo si que me siento imbécil, porque me comporté como tal. Amé a quien no debía, llevé las relaciones ha estados imposibles, fui insistente y empalagoso con quienes demostraron sobradamente no corresponderme. ¿Fue por amor? Si. ¿Hice el gilipollas? También. ¿Hubiera preferido tener la lucidez suficiente para recular a tiempo? No, no creo. Al final del camino las cosas están bien como están.
 
Yo soy extremadamente mimador de la mujer en la que vuelco mis sentimientos. Cenas sorpesa, regalitos, flores, viajes, lo que me permita mi economía y tiempo. No dejo que vuelva sola casa ni en broma, etc. Soy el pagafantas definitivo (bueno, no exactamente eso ya que hinco el churro, pero vamos, que me suelen salir caros los polvos. No me calificaría de calzonazos, pero quizá lo sea). No me arrepineto de ser así, siempre pienso que next time voy a ser menos generoso y entregado y luego el amol me sorprende con las defensas bajas y...

Pero no dejo rastro escrito de todo ello. Ni mails, ni cartas moñas. Sólo gestos, alguna frase bonita pero siempre de viva voz. Ni mesajes de buzón ni sms. No lo hago a propósito para no dejar huella, es que no me sale.
 
Sí, bueno, ¿y qué? El Amor está construido de aciertos, de errores, de frases noñas, de meteduras de pata, de discusiones ridículas e interminables, de lunas llenas, de paseos románticos, de folladas inolvidables, de ojos sonrientes, de fracasos y de éxtasis... No se puede renunciar a nada de eso; ni siquiera de haberse uno equivocado.
 
No me he explicado bien, no hay nada malo en amar y equivocarse, más bien todo lo contrario, de un amor fallido aprendemos a disfrutar las maravillas del que lo sustituye. Aqui no tengo ningún reproche que hacer, no da para hilo este tipo de incidentes. Los amores ridículos son de todos tipos. Bien porque es ridícula la persona a la que amamos, o bien porque nuestro comportamiento les otorgó este adjetivo debido a nuestra insistencia o nuestra ceguera. Cuanto un ejemplo de cada uno.

Ejemplo 1: La gorda inalcanzable
Debí sufrir algún ligero ictus, tuve algún tipo de desarreglo menstrual o sufrí los efectos de un encantamiento. Sólo así se explica mi devoción por una gorda bizca y promiscua a la que perseguí con insistencia y escaso éxito. La conocí una noche y esa noche copulamos. Yo ponía la belleza y las ganas y ella concedía en dejarse follar.

Lo normal, como en otras ocasiones en las que me había encamado con orcos semejantes, hubiera sido despedirme tras la corrida y negarla el saludo si volvíamos a cruzarnos. Pero no, la pedí el móvil y al día siguiente la llamé para repetir. Esa segunda vez, ya hubo cena, cine y polvo, confesiones y carantoñas. Me hacía chispas el corazón. Así que a los dos días de nuestro segundo polvo la llamé sin resultado. Insistí unas cuantas veces y conseguí citarme con ella un par de citas a las que decidió no acudir sin previo aviso ni explicación posterior. Fui perdiendo la afIción y finalmente la olvidé. ¿Porque me encariñé con aquel animal de carga? No era amor, era algo absurdo y sin embargo los hechos ahí están y mis llamadas sin respuesta también. RIDÍCULO.

Ejemplo 2: No te enteras, Contreras.

Compañera de clase, tímida, apocada, tierna y servicial. Una mujercita menuda e insegura que acudía presta a compartir sus apuntes y a pagarme las copas cuando salíamos de fiesta. Un polvo sin más, porque hoy tocaba y la noche es jovEn. Un segundo polvo porque soy generoso y truhán. Y un tecero que no se consuma porque ella no quiere, me ama y es consciente de que sólo es un coño a mi servicio. Quiere distancia, y la distancia me mata. Me aficiono nuevamente. La busco, compartimos cine, compartimos paseos y cafetería y no compartimos nada más. Se niega, la da miedo, sabe que pueda hacerla daño y romper su corazón. Yo insisto, me declaro, pero no me cree, no se fía de mi líbido impetuosa y mi historial.

Al final salta la liebre. Conmigo titubea, con otros cabalga de polla en polla, de hombre casado a lebrel imberbe. Lo que a mi me niega lo rifa en la noche furiosa del fin de semana. El cariño que decía tenerme se convierte en lujuria con otros. Y yo consiento, es mi culpa, debí declararla mi amor antes, no fomentar sus recelos. Y espero paciente, y confió en que me ama pero no se atreve, tiene miedo y por eso se confunde y chupa rabo. Y así un par de meses sin enterarme, ensimismado, paciente y caballeroso, perdonándola y sin follar.

Llega el verano y se va Dublin. Entonces me ofrezco a romper mi hucha de cerdito y marcharme con ella. No parece entusiasmada y aqui pregunto cándidamente "¿Pero es que no vas a echarme de menos estos dos meses sin vernos?" "Pues no creo, seguro que me lo paso genial y no me acuerdo de nadie" La pobre no encontró manera más suave de mandarme a paseo. RIDÍCULO.
 
Yo ciertamente he llegado a los niveles de patetismo más extremo y en no pocas ocasiones me he cubierto de humillación y de ridículo, pero más me pasaba en el periodo nuncafollista, que es donde uno se empeña en confundir conceptos y en vivir de ilusiones vanas. De esto hace unos cuantos años, gracias a dios sean dadas, y ahora mis pesares y fatigas tienen raíces distintas, lo que aunque parezca que no, consuela bastante. No se explicarme mejor, lo siento.
 
No, si se explica usted de Elmeravilla. Pero me permito el lujo de traducirlo al lenguage mongol más comprensible por aquí.

Que aunque ha redactado las misivas más moñas que se puedean imaginar, al menos ahora son exclusivamente para y consiguen mojar su churro, sin confundir deseo sexual con amor, que es lo que debemos provocar en ellas -la confusión- mientras que en otras épocas, ni para eso. Se rebajaba igual, sintiéndose erróneamente enamorado, y encima acababa consolándose a base de pajas. A todos (ahora hasta a ILG:lol:) nos suena el tema.

Van por aquí los tiros?
 
El Profeta rebuznó:
¿Hubiera preferido tener la lucidez suficiente para recular a tiempo? No, no creo. Al final del camino las cosas están bien como están.

Creo que los cuatro primeros, no tenemos miedo a revivir esa sensación aunque conozcamos lo que puede venir después.
Negarlo es quedarse cual piedra en el camino.

Elmer Batters rebuznó:
Yo ciertamente he llegado a los niveles de patetismo más extremo y en no pocas ocasiones me he cubierto de humillación y de ridículo, pero más me pasaba en el periodo nuncafollista, que es donde uno se empeña en confundir conceptos y en vivir de ilusiones vanas. De esto hace unos cuantos años, gracias a dios sean dadas, y ahora mis pesares y fatigas tienen raíces distintas, lo que aunque parezca que no, consuela bastante. No se explicarme mejor, lo siento.

Te explicas, sí.
Supongo que de ahí sale ese "amor profundo" a los que citas como "pagafantas" y que confundes a un homosexual con una mujer. Claro, no entra dentro de lo que tú pudieras entender.
Si desde hace unos años, lo estás viendo de otra forma, enhorabuena. Hay quien tarda toda una vida.
 
No es pecado ser explícito, recordar y compartir con regodeo en los detalles, en las situaciones bochornosas, ser preciso en los las frases que dijimos y las que nos dieron por respuesta. Seguro que más de uno tenéis algún sofoco que purgar y hay una buena historia que traspasar de vuestra memoria al Foro. No seáis tímidos, no busquéis conservar la dignidad, es saludable revolcarse un poco en el fango de nuestras propias vergüenzas. Yo he contado, y aún podrían ser unas cuantas más, pero no quiero convertir el hilo en un blog de mis miserias.

Venga, que yo os escribo la primera línea.."Hace años, yo era un joven inocente, ingenuo, con un concepto del amor demasiado influido por las novelas las teleseries norteamericanas para adolescentes..."
 
No querrás hacer un blog con tus miserias, pero cotillear la vida ajena no veas si te mola, ¿eh?
:lol:
 
Lucky_ rebuznó:
No querrás hacer un blog con tus miserias, pero cotillear la vida ajena no veas si te mola, ¿eh?
:lol:

No es cotilleo lo que busco sino ofreceros el consuelo que semejantes traumas precisan. La mierda hay que echarla cuanto antes y si además de aliviaros sirve de ejemplo a futuros pretendientes o provoca hilaridad, ese premio que nos llevamos todos. Uno se siente mejor comprobando que son legión los que cometieron los mismos errores, los que se rebajaron y fueron humillados por su propia idiotez y el despecho ajeno. Si lo hace todo el mundo, no puede ser tan malo.
 
Qué desesperación a veces... voy por ahí, andando, callejeando, y me acuerdo del jincho, de mi amor idiota, siempre, no lo entiendo, si yo no le quiero como hombre, ni siquiera me vale como amigo. Es que ni quedaría con él más de dos horas porque me aburro, me irrita, le mataría, se me pasó el encantamiento. Pero fue tan fuerte mientras duró que ahora todo me recuerda a él, cada calle, cada túnel, todos los bares, hasta en los que nunca he estado. Siempre le dedico un pensamiento. No hay día que no lo haga.
Y cualquier otro me parece un extraño.
 
dakilla rebuznó:
Siempre le dedico un pensamiento. No hay día que no lo haga.
Y cualquier otro me parece un extraño.

¿Qué, sigues enamorada, eh?
:D

Podrás pensar todo lo que quieras en él. Ya no volverá ni nada será como fue. Estás perdiendo el tiempo dedicándole más de 1 segundo al día.
 
Qué va, eso no puede ser enamoramiento. ¿A nadie le pasa? será un trauma o un defecto de la personalidad. O morriña, yo qué sé. Pero amor, amr romántico, no, no puede ser, como eso sea amor voy lista. Menuda cutrez. Si ni le respeto.
 
No es cotilleo lo que busco sino ofreceros el consuelo que semejantes traumas precisan. La mierda hay que echarla cuanto antes y si además de aliviaros sirve de ejemplo a futuros pretendientes o provoca hilaridad, ese premio que nos llevamos todos. Uno se siente mejor comprobando que son legión los que cometieron los mismos errores, los que se rebajaron y fueron humillados por su propia idiotez y el despecho ajeno. Si lo hace todo el mundo, no puede ser tan malo.

A ver, a ver... ¡cómo he dejado pasar esto por alto! :oops:
De momento, no me ha traumatizado nada. Ni en relaciones, ni en ningún ámbito. Suerte, la mía. Lo sé.
¿En serio crees que vertir cosas desagradables, sirve de ejemplo a futuros pretendientes? ¡Ay, Dios! Es de traca :lol:
¿Te sientes mejor sabiendo que tus mismos errores o desgracias, las han padecido otras personas?
Éso, en mi pueblo se llama; Mal de muchos, consuelo de tontos.

Seguramente, cada uno se habrá equivocado mil veces y habrá vivido situaciones diferentes, pero de ahí a vertirlas en un foro para que sirvan de ejemplo a no sé qué, o para reírte de no sé cuánto, va un trecho.
Parece más bien que te gusta cotillear y quieres leer lágrimas ajenas.
Lo siento, pero si tengo alguna de éstas, son mías y no las comparto. ¿Egoísta? Vale, pero siguen siendo mías :lol:

¡Cotilla!
 
dakilla rebuznó:
Qué desesperación a veces... voy por ahí, andando, callejeando, y me acuerdo del jincho, de mi amor idiota, siempre, no lo entiendo, si yo no le quiero como hombre, ni siquiera me vale como amigo. Es que ni quedaría con él más de dos horas porque me aburro, me irrita, le mataría, se me pasó el encantamiento. Pero fue tan fuerte mientras duró que ahora todo me recuerda a él, cada calle, cada túnel, todos los bares, hasta en los que nunca he estado. Siempre le dedico un pensamiento. No hay día que no lo haga.
Y cualquier otro me parece un extraño.

Echar de menos no es un delito, no? A veces lo lleva consigo la fuerza de la costumbre por el tiempo compartido (quiero creerlo así, mejor que pensar en lo que se ha perdido y fustigamientos varios).
Pasar del "te echo de menos" al "volvería contigo" es un drama, y quien narices sabe donde está la línea que lo separa a veces. Si alguien tiene el corazón de acero que le permite decir "ya valió" sin jugar a las tentativas aunque sea a nivel de pensamiento, que me enseñe.
 
dakilla rebuznó:
Qué desesperación a veces... voy por ahí, andando, callejeando, y me acuerdo del jincho, de mi amor idiota, siempre, no lo entiendo, si yo no le quiero como hombre, ni siquiera me vale como amigo. Es que ni quedaría con él más de dos horas porque me aburro, me irrita, le mataría, se me pasó el encantamiento. Pero fue tan fuerte mientras duró que ahora todo me recuerda a él, cada calle, cada túnel, todos los bares, hasta en los que nunca he estado. Siempre le dedico un pensamiento. No hay día que no lo haga.
Y cualquier otro me parece un extraño.

Qué va, eso no puede ser enamoramiento. ¿A nadie le pasa? será un trauma o un defecto de la personalidad. O morriña, yo qué sé. Pero amor, amr romántico, no, no puede ser, como eso sea amor voy lista. Menuda cutrez. Si ni le respeto.

No es amor, es aburrimiento.

Como lo has contado varias veces, ésa ha sido la relación más intensa que has tenido y como tal la recuerdas. No es por él, es por lo vivido. Él era un complemento circunstancial. Si con cada tío que has estado te hubiese dado momentos del mismo calibre emocional, para bien o para mal, el jincho sólo sería un número más en la lista. Pero no, diste con uno especialmente imbécil y cosas así son difíciles de olvidar. Todos los presentes en este foro recuerdan alguna relación así. Cosas como "la tía más puta con la que estuve", "la que me hizo más infeliz", etc. No tienen que ser todo buenos recuerdos, pero sí pueden llevar asociadas sensaciones agradables que a nadie le amargan y que nuestro subconsciente nos trae a la memoria para hacernos el día a día algo más llevadero.

Lo peor es que si es una de las últimas relaciones la cosa se intensifica y pasa lo que te está pasando, éso de pensar en él cada día. Cuando llegue otro que te dé emociones fuertes a un mismo nivel de voltaje, el jincho será sólo un recuerdo de lo idiota que fuiste, y no será preciso que las emociones sean del mismo carácter delictivo, ahí fuera tienes un mundo entero de crímenes por cometer.


PD: ¿Qué pasa? ¿Es que si no vengo yo aquí nadie pone tags o qué, hijos de putas?
 
Qué va, eso no puede ser enamoramiento. ¿A nadie le pasa? será un trauma o un defecto de la personalidad. O morriña, yo qué sé. Pero amor, amr romántico, no, no puede ser, como eso sea amor voy lista. Menuda cutrez. Si ni le respeto.

Sí, sí puede ser enamoramiento, lo que pasa es que no quieres reconocerte a ti misma que estás pillada por alguien que no te conviene en absoluto, ni te convenía en el pasado ni te conviene ahora, y eso duele. Es como admitir que se está equivocado, y no reconocer el error, porque de alguna forma creemos que algo podría cambiar, que la situación puede revertirse y volver a ser lo que nunca fue y nunca será... Conozco un caso muy de cerca, exactamente igual al tuyo: alguien que fue puteado, usado, humillado y destrozado y no hace otra cosa que recordar con nostalgia al animalito que le hizo todo eso.

No es amor, es aburrimiento.

Como lo has contado varias veces, ésa ha sido la relación más intensa que has tenido y como tal la recuerdas. No es por él, es por lo vivido. Él era un complemento circunstancial. Si con cada tío que has estado te hubiese dado momentos del mismo calibre emocional, para bien o para mal, el jincho sólo sería un número más en la lista. Pero no, diste con uno especialmente imbécil y cosas así son difíciles de olvidar.

Sí y no.

Sí, en cuanto que era el más imbécil que se ha encontrado hasta ahora, y el que más le marcó por lo imbécil que era y por cómo se portó con ella dándole mala vida.

No, porque no se puede considerar relación de ningún tipo algo que sólo aportó daño, dolor, sufrimiento y aniquilación interior. Más que relación, podríamos llamarlo método de destrucción, tanto por el imbécil que la destruía como por ella sobre todo, que se dejó, se ha dejado y se está dejando destruir recordándolo aunque sea un segundo al día. Las malas hierbas y los rastrojos hay que arrancarlos de raíz.
 
Pues yo escribí una carta declarandome a una chica, que aún me siento mal por haberlo hecho. La chica no se merecía tal atención por mi parte.

Era una tía que no me molaba para nada, ni físicamente, ni interiormente. Pero siempre coincidía con ella en el mismo grupo de amigos, todos los viernes y sábados de todas las semanas estabamos juntos, nos llamabamos mutuamente para quedar, o para interesarnos el uno por el otro y asegurarnos que saliamos los dos, eramos de los que más virilla damos al grupo, junto con otros.

En su día era algo divertida (ahora se ha casado y es muerto). No sé sería el roce diario, el que una chica te presta atención, la veía algo timida y cohibida para temas de pareja, y la tontería que tenía yo encima. Pues una pequeña dosis de todas estas cosas me llevo a escribirle una carta y pedirle salir.

Me dijo que no, que me quería en plan amigos del grupo. Yo sentí un gran alivio porque en el fondo de mi ser no quería nada con ella. Ya sé que es una contradicción.
Pero necesitaba pedirla salir y a la vez que me dijese que no.

Lo anépdotico del asunto es que esta casada con uno del grupo. Se la ve bastante infeliz, se ha vuelto muy sosa, ha perdido chispa.
Y esta mal decirlo pero quien ha elegido como marido es uno de los que menos valen (exterior, e interiormente) de todo el grupo.
 
Tuercemuelas rebuznó:
Era una tía que no me molaba para nada, ni físicamente, ni interiormente. (...)

Me dijo que no, que me quería en plan amigos del grupo. Yo sentí un gran alivio porque en el fondo de mi ser no quería nada con ella. Ya sé que es una contradicción.
Pero necesitaba pedirla salir y a la vez que me dijese que no.
(...).

Perfecto, estos son los ejemplos que requiere el hilo, amoríos absurdos contra la razón y el buen gusto, acciones desesperadas y suicidas, pechos abiertos para ser pisoteados por el desprecio...Me gusta y me suena familiar porque yo también amé a quien no se lo merecía. Yo también amé a quien no me amaba y también fui atento con quien no tuvo consideración ninguna. Yo también me mentí, retorcí el significado de frases y gestos hasta convertirlos en aliados cuando no eran más que automatismos sociales. Fui así de patético y aún siento extrañeza y sonrojo viendo desde la distancia de los años las cosas que llegué a hacer y los locuras que di cabida en mi pecho.
 
Tuercemuelas rebuznó:
Ya sé que es una contradicción.
Pero necesitaba pedirla salir y a la vez que me dijese que no.

Esa extraña sensación también la he vivido yo en alguna ocasión y sigo sin entenderla. ¿Algún experto en la materia sabe por qué ocurre esto?
 
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