El hilo de los despolles inoportunos

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yuxte

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Supongo que no soy el único al que le pasa. ¿Sabéis esos momento que requieren verdadera seriedad? No lo digo a la ligera, hablo de sucesos en que una carcajada te puede hacer quedar como un hijo de puta, un pirado o que sencillamente no viene a cuento, por impertinente o desproporcionada.

A estas alturas me considero un experto en despolles inoportunos. Solo tengo que pensar "pero que inapropiado sería reírse en este momento" y ya puedo empezar a morderme los labios y a disimular las lágrimas. Porque automáticamente me estoy partiendo el ojete.

Ya lo sé, hijo de puta y que me haga un blog, pero si lo cuento es porque estoy convencido de que a vosotros también os ha pasado y que hay LOLes en potencia en todas esas anécdotas.

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Creo que la primera vez que me pasó fue a los 14 años. Estaba en una clase de inglés y alguien dijo una bobada, con la que la gente soltó una risita. Solo que yo no paré, me reí como un anormal durante un cuarto de hora. Cuanto más intentaba parar y más trataba de pensar en cosas tristes más descontrolada era mi risa.

Con el paso del tiempo se fue repitiendo cada vez con más frecuencia. En una ocasión me encontraba en un entierro y el cura comenzó a cantar. Dios, traté de evitar por todos los medios reírme. Juro que solo me falto pellizcarme los pezones; las mordeduras en los labios me duraron dos días. Pero me reí. En un entierro.

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En la facultad la cosa pareció estancarse. Hasta que comencé ginecología y se me aparecieron los viejos fantasmas. Estaba en prácticas en el hospital y se me pasó por la cabeza que sería verdaderamente terrible reírse con una paciente delante, en la camilla. Dicho y hecho; cuando la mujer salió por la puerta el médico me advirtió de que me podrían denunciar.
Gracias a Dios nunca me tocó hacer prácticas de oncología. Eso ya me habría terminado de joder la existencia.
 
Yo una vez me rei delante de un policia y me pegó una paliza , con tacto rectal incluido... eso cuenta ?
 
Yo creo que a todos nos ha pasado...
A mi me paso en una junta de trabajo para la producción de un promocional...El cliente estaba señalando los detalles que qería que se agregasen al video y en en eso se quedo paralizado señalando la pantalla por más de 1 un minuto...Uno de mis colegas me pregunto en voz baja: "¿Qué le pasa?"...Esa pregunta fue suficiente para que desencadenara una risa tremenda, que me tuve que salir de la sala y fingir como que salí a toser o algo así...
 
Hace años, estaba tomando algo con una amiga. Acabamos hablando de nuestros pasados y de cosas jodidas que nos habían pasado.
En primer lugar me habló de la muerte de su abuelo. Me dijo que, tras una crisis de ansiedad, lo sedaron y lo amarraron a una camilla. Por lo visto, el viejo despertó confuso por la noche y, al ver que estaba atado, empezó a dar golpes y cabezazos. Acabó matandose gracias a un derrame :lol:.

Después, me contó la muerte de su padre, seguramente de los mayores OWNEDS que he oido en mi vida. Su padre padecía depresión primaria y se medicaba para ello. Una noche fue al hospital a por sus antidepresivos. Por un error, le dieron unos antidepresivos bastante más fuertes que los habituales. Muchos antidepresivos fuertes tienen un efecto "motivador", es decir, que te motivan para que hagas las cosas que realmente deseas. El padre de mi amiga se tomó uno antes de arrancar. De camino a casa, gracias al efecto "motivación", se tiró por un barranco con el coche :lol::lol::lol::lol::lol:

No pude contenerme y me descojoné de risa. Ya no es mi amiga.
 
Yo me descojoné en el funeral de un cura cuando era pequeño.Desde entonces he ido de mal en peor.

Era verle ahí,todo verde,con los algodones en la nariz y ponerme a bufar como un gamo en la berrea.
 
Yo ahora mismo sólo recuerdo dos.

La primera en el instituto. Teníamos una compañera llamada Lucía con un miedo exagerado a las arañas (Aracnofobia de toda la vida de hollywood) y en medio de una clase de geología le fue a caer una sobre la mesa. La chavala sufrió un ataque de histeria, empezó a llorar y todo...

Bien, pero es que yo sufrí un ataque de risa, creo que estuve cerca de 15 minutos despollándome en la mesa a ráfagas, cada vez que conseguía controlarme un poco continuábamos la clase. Pero nada, no podía parar de reírme, creo que incluso llegué a señalar a la perjudicada un par de veces en mi ida de olla personal. Al final me echaron de la clase y me recomendaron que me fuera a beber un poco de agua y coger el aire.

La otra fue hace practicamente un año, estando yo borracho me fuí a quejar a un policía porque le habían robado el bolso a una amiga en el garito de turno. El señor me indicó amablemente que tenía que ir a poner una denuncia y bla bla bla... Pero sin moverse del sitio. Yo digo muchos tacos, pero nunca con intención, así que se me escaparon un par de "Tu puto trabajo" "Puto día", ya sabéis, el adjetivo preferencial de los mal hablados. Entonces me dijo que mejor me fuera, que nadie le iba a faltar el respeto y ya exploté y me empecé a descojonar a carcajada limpia.

Mi amigo me sujetaba para que nos fuéramos mientras yo intentaba disculparme con el policia para que entendiera que no quería faltarle, sino que era una forma de hablar. Y el policía me daba empujones y ya se iba a por mi mientras su compañera le retenía de la misma forma que mi amigo a mi. Así estuvimos como subnormales, yo riéndome descolocado y él intentando mandarme a tomar por culo a empujones, durante 5 minutos.

Supongo que quiso matarme cuando me vió alejarme casi arrastrándome de la risa que me había entrado. El no va más fue cuando mi amigo e incluso la compañera del otro empezaron a esbozar sonrisillas por contagio.
 
Varios momentos, todos vergonzantes y vergonzosos.

El primero que recuerdo, fue cuando trabajaba en una empresa de mierda(sí, la que conté lo del sábado polvetero de padre e hija y eso). Pues bien, en todo el apogeo de un broncón que estaba echando el jefe a una de las secretarias, momentazo que me pilló a mí sentado cerca, mientras la secretaria se defendía con argumentos surrealistas sobre su metedura de pata, y el jefe iba poniéndose colorado cual tomate maduro, yo me descojonaba casi a carcajadas sin apenas disimulo, mientras intuía las miradas de odio de los dos, pero yo a lo mío, tranquilamente, porque ese mismo día iba a decirle al jefe que me iba de su porquería de negocio de mala muerte. La naturaleza es sabia.

Otro un poco más chanante fue durante un congreso/jornada aburrido de mierda. Durante una de las charlas más soporíferas, con un silencio adormilado por parte de los asistentes, de pronto, como a dos asientos de donde yo estaba, sonó claramente un CUESCO en toda regla, posiblemente incluso con salpicón, a juzgar por el glugluteo posterior. El caso es que empecé a despollarme cual retarded (redundancia), mientras el gilipollas en cuestión se levantaba para salir "cagando" hostias, imagino que a su habitación del hotel para cambiarse de calzoncillos y/o pantalones. Glorioso. Casi nadie se oyó el cuesco, pero TODO EL MUNDO me oyó descojonarme hasta el momento que salí de la sala porque no podía parar el torrente risero.

La de peor gusto, lo confieso, fue en un hospital donde había ido a visitar a un (ahora ex-amigo) colega que había tenido un accidente de moto, y estaba bastante chungo. Mientras esperábamos en el pasillo cerca de su habitación, pasó una familia gitana a visitar a algún pariente, y entre el grupo se distinguía a una de esas gordísimas matriarcas que iba gritando "AY!! AYYY! M'HIJO, QUE ME SE MUERE Y NO QUIERE VERME!!! AYY!! QUE LOH MEDICOH LOH'TÁN DROGANDO Y ER POBRE YALOHABÍADEJAO!!!" Como todavía podía discurrir mínimamente, esperé casi sin poder aguantar las carcajadas hasta que se metieron todos en la habitación, que afortunadamente estaba al final del pasillo. Casi me meo encima, de la risa incontenible.

:lol:


Cucha, por cierto, que el foro va de puta madre, eh.
 
Estando en la iglesia, hace ya bastante tiempo, me saqué un moco de un tamaño bastante considerable, muy parecido en color y tacto al Flubber, que era un juguete de moda basado en la película del mismo nombre y que yo como buen niño consumista había comprado dias atrás. Bueno, me saqué el moco y le dije a mi hermana ¡mira, es Flubber, me lo he traído a la iglesia para jugar!, en eso que va la tía, me lo quita de la mano y empieza a toquetearlo como si de Flubber se tratara, yo no me lo esperaba, creía que no se lo creería pero estuvo como 10 o 12 segundos sin darse cuenta y cuando se percató nos reimos los dos juntos durante lo que quedó de misa, para desesperación de los que nos rodeaban.

2imc1y
 
Me acabo de acordar de una en el cine. Estaba viendo "Tres reyes" de Cloney y era la escena en la que el Iraquí les tenía como rehenes y les contaba la historia de su familia muerta en un bombardeo.

El caso es que el doblaje era francamente patético, rollo "Dios Miio, la Guierria sianta mie atormientia".

Y cuando estaba soltando el pastel "Mi miujer miruio en un biombardieo, he sufridio estio durantie añior y quierio vienganza", un chaval que estaba delante soltó un "Qui piutada" en un tono similar al de la Hora chanante, que por entonces ni existía.

El caso es que asín leído no hace gracia, pero en el momento y sin esperármelo me hizo tanta gracia que mi colega y yo nos pasamos el resto de la película descojonados y cuando a uno se le pasaba el otro reactivaba la mofa. Pobres usuarios adyacentes sufriendo nuestras carcajadas.
 
Moporday rebuznó:
Bien, pero es que yo sufrí un ataque de risa, creo que estuve cerca de 15 minutos despollándome en la mesa a ráfagas, cada vez que conseguía controlarme un poco continuábamos la clase. Pero nada, no podía parar de reírme, creo que incluso llegué a señalar a la perjudicada un par de veces en mi ida de olla personal.

Eso es lo peor, cuando crees que ya se ha acabado, todo el mundo se tranquiliza y de repente estallas otra vez. Y si alguien se está deshuevando contigo la cosa puede durar toda la tarde, porque cuando uno para el otro le anima con sus carcajadas.
Recuerdo que durante una misa del gallo, cuando era pequeño y todavía me podían obligar a asistir a esas celebraciones, comencé a dehuevarme con mi hermano. En un momento dado, hice un gran esfuerzo para evitar reírme, con tan mala suerte que se me escapó un peo que ya hizo imposible que mi hermano y yo parásemos.
 
yuxte rebuznó:
con tan mala suerte que se me escapó un peo que ya hizo imposible que mi hermano y yo parásemos.

Haha, esas son míticas y típicas. Me ha pasado en los dos sentidos...

Una en la universidad, entramos en bucle de descojone general un grupito entero porque una chavala muy freak, obesa, fea y que nunca jamás había dicho esta boca es mía (No exagero, a día de hoy no se como suena su voz y aparato para la sordera no llevaba), se había caído de bruces contra el suelo. Una de esas caídas en las que no reaccionas y no te defiendes con los brazos, simplemente caes a plomo y machacas tu cara de nerd.

Pues en medio de la risión general se me escapó un señor cernido de esos que impactan. Lo bueno es que todos nos dejamos de reír unos segundos.


La otra fue en clase de electricidad, hace ya bastantes años. Me quería tirar un cuesco de esos que crees que no van a sonar, que es un airecito suave y no molesta. Pero aquello sonó de una forma extraña, con eco y sónar de profundidad. Se me quedó el compañero de mesa mirando con cara de "Gñé" y no pudimos controlar las risas.
 
Yo una vez me rei delante de un policia y me pegó una paliza , con tacto rectal incluido... eso cuenta ?

[Moderator mode on]
Señor Latengomorci, me caracterizo, entre otras cosas, por tener muy buena memoria. El otro día le di un toque. Fíjese en su respuesta y en las de los demás. Cuente una anécdota en condiciones o se va de vacaciones una semanita.
[/Moderator mode off]
 
jdr, las peores es cuando te traiciona el subconsciente y dices algo sin darte ni cuenta. El otro día hablabamos de un compañero de curro que lo pasaba mal y tenía bajas por depresiones. De las ultimas que se pilló alguien dijo, es por su hermana (que palmo hace poco en un accidente), y yo dije sin pensarlo, pero si ya esta muerta no?. Miré hacia arriba y había un corro de miradas mayormente femeninas recriminandome mi sensibilidad, en ese momento me di cuenta de como había sonado y me empecé a despollar por un rato de esto que haces pop y no hay stop. Cuanto peor es la situación mas incontenible.
 
la mia también fue con mi hermano en un momento bastante inoportuno: el entierro de mi abuela.

Llevaba ya una temporada ingresada en el hospital así que se veía venir y cuando pasó pues ya estábamos bastante preparados. A mi y a mi hermano nos pilló en casa y nos llamaron nuestros padres para ir al velatorio. Nos pusimos guapetes y fuimos para allá. Cuando llegamos había que bajar unas escaleras y en un descansillo había en la pared, así sin venir a cuento, una maquina expendedora de tickets de turno, como en una polleria por ejemplo. Le pregunto intrigado a mi hermano: ¿y esto para qué será? Y contestó el muy cabrón: para pillar fiambre. Tardamos mas de 20 minutos en que se nos pasase y poder bajar el segundo tramo de escaleras y qué putas las pasé para no reirme cuando lo recordaba durante el velatorio. No pude mirar a mi hermano en todo el día.

En general me pasa mucho con mi hermano, nos reimos como retardeds cuando montamos en un ascensor con una tercera persona, especialmente si este es desconocido. Con los consiguientes cabreos y bochornos claro está.
 
Main man rebuznó:
[Moderator mode on]
Hemorroido, ¿estamos de cachondeo?
[/Moderator mode off]

[Hemorroido mode on]
es que me hizo gracia, son tremendos.
[Hemorroido mode off]
 
La puta que los parió.
Al final quitaré la mierda esta del mode con lo curiosa que era.

:lol:
 
Un método efectivo para acabar con la risa inoportuna es apretar los labios con fuerza, otro es tocarse con la lengua el cielo de la boca también con fuerza, si no da resutado una técnica suele darlo la otra.
 
Yo me acuerdo de una un día que estaba currando con otro tío. Mi compañero estaba empujando con un palo de acero inoxidable de unos dos metros unos sacos que colgaban de unas vías instaladas en el techo mientras yo me fumaba un cigarro. El caso es que a mi compañero se le debió resbalar el palo y le cayó en la ceja, que le empezó a sangrar como el hímen de una virgen.

Pero lo mejor es que yo estaba justo delante de él y vi claramente, casi a cámara lenta, como el palo de acero le caía en la ceja y cómo se ponía a correr, con el ojo nublado por la sangre, lanzando alaridos propios de Cthulu (se me olvidó decir que era negro) totalmente desorientado hasta el servicio.

Al poco tiempo llegaron los jefes a decirme que qué cojones pasaba, que qué hacía tanta gracia, y yo, doblado en posición fetal y descojonándome sólo hacía señalar a la puerta del baño. Al final uno entró en el baño y salió al segundo recriminándome que me riera del compañero, a lo que yo le contesté el consabido Ej que no podía parar de reirme.
 
Puestos a contar batallitas siempre recordare para la posteridad estas dos que destacan sobre todas las demás:

En mi colegio jesuítico y de recta moral, solían hacer campañas frecuentemente para recolectar capital o comida con fines benéficos para ONG. En una de esas múltiples campañas repartían los típicos sobrecitos del domund donde podrías pagar a través de cuenta bancaria una cantidad mensual por ser afiliado.

Se dio la casualidad de que uno de mi antigua clase, muy ingenioso el chaval, para hacer la gracia relleno los datos con las clásicas coñas:

Nombre: Paca Garse Encima.
Sexo: Si y preferiblemente gratis y en abundancia.
Dirección: Tercera chabola junto al quinto pino.
Tarjeta de crédito:No tengo.
País: No se dice este país, se dice EsPÁña
Población: Dos gallinas, un conejo, mi marido, mis hijos y yo.
Y tal.

Dicho sobre tuneado rulo por el aula en una tediosa hora de tecnología y fue a parar a mi mesa, obviamente como inocente chavalín me descojone vivo y discretamente se lo pase a un colega. Este no tan discreto, espeto el famoso "Pffff" con cara de giñarse encima de la risa, y el profesor se entero y rápidamente fue a ver qué pasaba.

Por todos era conocido este profesor como "el oso" tanto por sus dimensiones como por su voz lenta y de barítono que incitaba a un profundo sueño. Así que descubrió el sobre, y haciendo honor a su férrea moral nos soltó un discursito sobre lo cruel e insolidario que era reírse de la gente necesitada con estas bobadas y que a todo aquel que lo leyera debería darle cargo de conciencia por la falta de empatia del loable autor. Asi que decidio leerlo en alto esperandose una cara de sorprendidos por la irrespetuosidad del sujeto X que la escribio, pero en su lugar sucedio algo bien distinto.

Se planto a la derecha de mi mesa, en primera fila situado y lo leyo a su manera. La gente imagino que se estaria apretando los huevos como si les fuera la vida en ello para no ganarsela, pero yo que soy de risa facil me descojone como nunca. Verle la cara de sorpresa me provoco un segundo asalto de risotadas más sonoras aun, y no podía parar de reír aun cuando estaba rellenando el parte de conducta y señalando la puerta al pasillo.

(Y fuera me seguía riendo)

- Segundo Acto -

Nelson.jpg


Espacio patrocinado por Nelson Muntz.


Otra, de este año, fue debido a un colega y su coche en la facultad, tengo una cierta afición al mundo del motor, y me gusta conocer nuevos vehículos. No sabía que A. (De anónimo para preservar su honor) tenía un nuevo coche, así que le pedí que me diera un pequeño rulo.

A. decía haber puesto coches a variadas velocidades y revoluciones, y tener ciertos cortejos con los derrapares. Y como iba conduciendo como una abuela pues le pedí que le diera un poco para comprobar la potencia de su Sea del año de matusalén.

Dicho y hecho.

En la curva mas ridícula y mas fácil, carretera de un carril y un solo sentido que bordea la facultad que se hace a no más de 15 km/h, fue a efectuar un giro haciéndose el machote derrapando con el freno de mano y se encontró con un inoportuno que decidió estacionar subido al bordillo estando mas en medio que el jueves. Para evitarlo dio un volantuzo y se estampo con los que estaban aparcados a su izquierda jodiendo el lateral de dos vehículos y todo el froto-lateral del suyo.

El golpe fue espectacular pese a no ser muy rápido. Estallaron piezas por todos lados e hizo un ruido ensordecedor. Una vez detenidos, nos miramos y en milisegundos por el nerviosismo quizás, nos empezamos a partir la polla como nunca. Me baje del coche como buenamente pude y vi que venía un tío corriendo a socorrer, preguntó si estábamos bien y entre serias dificultades para hablar por la risa le dije que sí, que ilesos. (Me respondió con una mirada extraña)

Al ser de un solo carril, el coche obstaculizaba la vía, así que tenía que apartarlo como fuera, y viendo ya como había quedado el coche una ráfaga de risa feroz volvió al ver como para sacarlo raspaba aun mas los coches y saltaban chispas de debajo de su vehículo. El colmo era ver la cara como de escozor que tenía al oír ese chirrido.

Una vez apartado el coche se bajo y al verlo se llevo las manos a la cabeza, exhalo un sonoro ME CAGO EN TODO (me vino a la cabeza "El milagro de P. Tinto" y su PO'QUE y me redescojone una vez mas), al ver que el coche estaba de siniestro total salvo pagar una reparación excesivamente costosa.

Le pregunte de cuando lo tenía, y me dijo que 3 meses. Mi respuesta obvia, descojone en su cara (lo que no se es como no me mató en ese instante y lo sigo conservando como amiguete).

A. dijo que nunca había tenido un accidente, y no sabía hacer un parte, así que arranco una hoja de cuaderno y puso una breve explicación manuscrita en los limpiaparabrisas de los afectados con su móvil para que le llamasen.

Entre pitos y flautas fuimos a la cafetería a comer, rememorando tan humillante y magno acontecimiento entre numerosas carcajadas, cuando irrumpe una llamada en su móvil. La cara le cambia y al colgar me dice que cree ser una de las profesoras de la facultad. Más risas.

Después de que sus pacientes familiares le recogieran (imagino que cegándose también en todo por el circo montado), dejaron el coche ahí tirado porque al parecer ni si quiera estaba a todo riesgo y no lo cubría la grúa o algo así, y ya se ocuparían otro día.

Más risas.

Ya por la tarde tenia clase, estadística, y muy aplicado me sentaba en primera fila para ver mejor, y también por mi miope visión. Avanzada la clase, me acordaba de lo sucedido y me entraban leves espasmos de risa, el colmo fue ya ver las campanas de Gauss y graficas relativas a la trayectoria del coche de A. en el accidente y ya estallé con algo tan ridículo.

Primero empecé como a convulsionar al contenerme la risa. Los espasmos fueron aumentando hasta tener que agacharme en el pupitre para que no pensara el profesor que me estaba cachondeando de él.
Pero las atónitas miradas de mis colegas de aula me estaban provocando mas risa (si cabe) así que todo lo serio que podía me incorpore y apreté un boli.

La tapa del boli por causas desconocidas a mi, salió precipitada como un misil describiendo una hermosa parábola hasta los pies del profesor que estaba escribiendo en la pizarra. Se giro extrañado y yo me despolle a pierna suelta, paró la clase y se quedó mirando boquiabierto porqué alguien se despollaba de esa forma.
Quizás porque le quitaría algo de aburrimiento a su tarde o porque era una persona alegre, no le dió mucha importancia y yo salí del aula un momento para sacar uno de los descojones más pardos que he tenido nunca.


Epílogo de este tocho:

En el metro me seguía riendo solo recordándolo y la gente me miraba raro, o se partían la polla ellos también. Para bien o para mal, la risa es contagiosa. Hasta el punto de que me he seguido partiendo la polla al escribirlo.

Por cierto, A. sigue sin coche.



Disculpen el ladrillo.
 
En la universidad me paso algo, que estoi arrepentido, yo estudio COMERCIO INTERNACIONAL,pero veo una materia que se llama FUNDAMENTOS DE DERECHO, bueno el primer dia el profesor se presenta y dice soy graduado en derecho en la UCV tengo9 un programa radial en tal emisora y un poco de cosas mas, cuando yo le dije en vos alta hacia el:
"PROFESOR,Y A ESO A QUIEN LE IMPORTA" el profesor quedo atonito y 8 semanas despues tuve que retirar la materia por que la aplase.

Todo esto ocurrio en abril comensando el trimestre.
 
En mi trabajo tenemos muchos momentos de este tipo.La mayoría son generados por nosotros mismos , entre nosotros, por ejemplo cuando recibes la llamada de un cliente.

Tenemos varios departamentos con una puerta en cada uno, y en el servicio técnico donde estoy yo, solemos putearnos entre nosotros.Más de una vez hemos tenido que cerrar la puerta, para que los clientes de al lado no nos escucharan.

Lo típico suele ser, por ejemplo,llamo a una clienta, muy cansina conocida por todos nosotros, y como ya nos conocemos, el compañero hijoputa que está al lado, empieza con las palabras claves o güiños que nos recuerdan momentos puntuales de risa interminable, y es cuando tu compañero empieza a decirte este tipo de cosas, cuando empiezas a recordar momentos loleantes, mientras al mismo tiempo intentas tener una conversación seria con el cliente al teléfono, a veces tienes que hacer como que estornudas, tapar el teléfono , porque no estas para darle a la tecla "mute", y descojonarte vivo, o hacer como que no escuchas bien, me han llegado a saltar lágrimas de la risa, y es muy jodido porque el que está al otro lado, no debe notarlo.

También escuchas las tonterias que dice la gente ignorante,del tipo "....si verá usted, quería un ordenador de 200 de memoria y PENTIUM 5 , lo más alto posible..." y lo dicen con una rotundidad y seguridad que cuando lo escuchamos de fondo y nos miramos los unos a los otros, empieza el despolle total, hasta que entra el compañero que esta en ventas, a decirnos, "... a ver porfavor que se os oye desde kilometros...." y entonces en ese punto es cuando piensas, ¡coño! me habrá escuchao el cliente... y entonces vuelta otra vez al despolle total.

En mi trabajo hay que luchar contra la ignorancia y el cansineo de muchos clientes, y aguantar esto da muchas veces como resultado, que nos depollemos vivos, en situaciones muy chungas.
 
Capitán Hediondo rebuznó:
Otro un poco más chanante fue durante un congreso/jornada aburrido de mierda. Durante una de las charlas más soporíferas, con un silencio adormilado por parte de los asistentes, de pronto, como a dos asientos de donde yo estaba, sonó claramente un CUESCO en toda regla, posiblemente incluso con salpicón, a juzgar por el glugluteo posterior. El caso es que empecé a despollarme cual retarded (redundancia), mientras el gilipollas en cuestión se levantaba para salir "cagando" hostias, imagino que a su habitación del hotel para cambiarse de calzoncillos y/o pantalones. Glorioso. Casi nadie se oyó el cuesco, pero TODO EL MUNDO me oyó descojonarme hasta el momento que salí de la sala porque no podía parar el torrente risero.

Joder, esta es muy parecida a la que yo iba a escribir:

Discurría el mes pasado en cuando sucedió la anécdota en cuestión. Hallábame en una reunión de un grupo de investigación de un cierto proyecto que ahora no viene al caso, cuando enderrepente un compañero del grupo, para más detalles chino, se tiró un cuesco bien sonoro al sentarse. La diferencia principal con el caso antes relatado es que los 7 u 8 que estaríamos allí sí lo oímos.
El chino iba tiñendo su tez de un color rojizo a la vez que goteban por su frente las gotas de sudor de la vergüenza. Yo, por mi parte, también me iba poniendo rojo, pero de la continencia riseril, que casi me cuesta un reventón de vena del cuello; pasó lo que tenía que pasar: reventé de la risa. Para entonces el chino estaba morado.

Todos los presentes en la sala fingieron no haber oído nada y el director intentaba empezar la reunión; se notaba que el tío le andaba dando vueltas a lo del cuesco porque no hacía más que titubear y no había manera de que arrancara.
 
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