El 70% de simpatía que me causa esta mujer, en realidad, tiene que ver con la feroz y extremadamente virulenta oposición de la izquierda contra ella y demás gente. Pocas veces se ha visto algo igual. Parecido a cuando hacen bullying contra alguien y tu primera reacción instintiva es la de ponerte del lado de la víctima para protegerla. También influye la manera en que la izquierda es toreada por ella de manera inmisericorde, evidentemente.
En realidad, Ayuso es una gobernante normal tirando a mediocre. Miente como lo haría cualquier gobernante (
tal y como explicó Rallo en su día) y hace las mismas tontadas. Ni más buena ni más mala que otros (y no,
lo de los viejos en pandemia es mentira). En fin, en cuanto esa titánica oposición, esa manía obsesiva contra ella deje de existir, su hechizo se romperá.