Ciertamente estáis muy brasas con estos temas.
Voy a hacer correcciones fundamentales siguiendo la lógica interna de este relato de forocoches. El león se caracteriza mitológica y simbólicamente por no caer en provocaciones banales y mostrarse agresivamente implacable pero con un alto sentido de la justicia. Es por esta razón que el león no debe entrar al trapo de polémicas infladas artificialmente; no es un carácter de que "se le hinchen los cojones", sino de actuar con sapiencia divina. No en vano, el león de San Marcos, símbolo de Venecia, porta un libro y una espada.
Dicho esto, vamos a abordar, de frente y de una vez por todas el temita de marras: las luchas identitarias de importación. Si os fijáis, todas estas modas y polémicas surgen en países de cultura anglosajona y, por simpatía, aquí se reproducen con cierto desfase ¿Por qué ocurre esto? Bueno, es que las culturas anglosajonas tienen un pasado bastante turbio en cuanto a racismo y todos los tipos de segregación por sexos, religiones, estratos sociales y demás factores arbitrarios que las culturas católicas jamás hemos tenido en tal grado. Esto sería muy largo para desarrollar aquí, pero podemos explicar sucintamente que la cultura protestante nace bajo el seno de la enorme hipocresía de considerar que el que ha hecho fortuna en vida es porque Dios le ha bendecido, de lo que se deduce que los que están arriba son los buenos y los de abajo los malos. Esto es la base del clasismo y todo tipo de segregaciones cualitativas dando pie a aquellas sociedades tan vertiginosamente crueles y desiguales que vimos en otros siglos. Así, mientras los católicos expiamos nuestra culpa a base de humildad y reconocimiento en el prójimo, ellos niegan la mayor cínicamente y se buscan justificaciones materiales -o dado el caso biológicas- para no reconocer sus pecados, porque el WASP ha de ser perfecto por haber sido tocado por Dios. Los anglosajones de hoy, con estas gilipolleces, están intentando ensayar de una manera torpe -de la única que saben- cómo purgar su historia, las incoherencias que aún hoy consolidan su cultura.
A mi lo que me duele en el alma no es que cuatro trasnochados se pongan a repetir como borregos las tonterías que leen en twitter, a mi lo que verdaderamente me duele es que en mi cultura, que es mucho más sana y menos enfermiza que aquellas, esto provoque una reacción, un movimiento pendular, en el que, como unos proponen un absurdo yo propongo el opuesto. La etimilogía de reaccionario nace precisamente de esta dinámica, porque ser reaccionario no es lo mismo que conservador.
El león católico que porta la sabiduría en una mano, sostiene la espada en la otra para advertir de su poder, pero no necesita hacer uso de ella ante tan nimias provocaciones.