PollaMan
Clásico
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- 1 May 2003
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Kiero hacer un ensayo acerca de ese pekeño agujero, apertura diría, del cuerpo humano ke se encuentra ahí abajo, casi escondido, entre las nalgas de hombres y mujeres.
Todos hemos tenido algún tipo de relación con el orto, de hecho diariamente tenemos una relación con el orto cuando tenemos ke cagar. Hay ke ver cómo la llamada de la naturaleza nos lleva a levantarnos del sitio, apresurarnos, meternos en el bater y sentarnos en la silla sin fondo para soltar todo lo ke llevamos dentro. El placer de cagar no es cuestionable, cagan los mas santos y cagan los mas cerdos, y realmente se disfruta ¡eso no me lo discutan!, soltando esos truños ke a veces nos hacen daño. Es ahí donde radica nuestro instinto sadomasokista. Hay ke ver cómo salen algunos truños ke hacen daño y casi te tienes ke poner de pie... buuuf.
El orto te llama la atención y te apetecer indagar en él, meterle el dedín y mirar ke hay dentro... te pillas una nena, le haces un dedete y le ves el ojete... le rozas y le mola y te pide ke le metas el dedo por el ojal anal... se corre de gusto.
Es el orto.
Todos hemos tenido algún tipo de relación con el orto, de hecho diariamente tenemos una relación con el orto cuando tenemos ke cagar. Hay ke ver cómo la llamada de la naturaleza nos lleva a levantarnos del sitio, apresurarnos, meternos en el bater y sentarnos en la silla sin fondo para soltar todo lo ke llevamos dentro. El placer de cagar no es cuestionable, cagan los mas santos y cagan los mas cerdos, y realmente se disfruta ¡eso no me lo discutan!, soltando esos truños ke a veces nos hacen daño. Es ahí donde radica nuestro instinto sadomasokista. Hay ke ver cómo salen algunos truños ke hacen daño y casi te tienes ke poner de pie... buuuf.
El orto te llama la atención y te apetecer indagar en él, meterle el dedín y mirar ke hay dentro... te pillas una nena, le haces un dedete y le ves el ojete... le rozas y le mola y te pide ke le metas el dedo por el ojal anal... se corre de gusto.
Es el orto.