La cuestión es que nuestra elección no es una elección en positivo, sino una elección en negativo. Es decidir, lo más que elegimos es a quién no queremos ligarnos. Y teniendo en cuenta que más de la mitad de la población masculina elige que no quiere ligarse al grupo de tullidas-amputadas-ancianas-individuas con órbita propia-familiares directos en primer grado, esto y no elegir una puta mierda es lo mismo. Sobre todo porque de todos estos que eligen que esas son las que no también son un poco flexibles, y alguna vez, cuando el hambre aprieta, miran para otro lado y hacen una excepción.
¿Qué es ligar? Más arriba lo he apuntado. Si ligar es elegir una presa en positivo, esa y no otra, acudir sin que ella te haya hecho señas de "ven" y cambiar su no por defecto a un sí y llevártela bajo el brazo, seamos serios, esto no suele pasar. Por contra, lo que suele pasar es que un fulano tiene el listón matando topos y se acerca a una porque le parece fácil llevársela al huerto y no a otra que le parece más difícil, al lado puede estar una mil veces más guapa y no es a esa a la que le entra, o bien que una de las que entran en el espectro de "elegidas" (es decir, el 99%) le pone sonrisitas y dice "pallá que voy". Si esto pasa, el tío no ha ligado, si esto pasa le han ligado a él. Y estas dos son los ligues comunes, el otro no. Por eso digo que elegir, ligar, eligen o ligan ellas, nosotros somos sujetos pacientes en la mayoría de los casos.