percutador
Veterano
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Imaginaos que estáis en el centro de un triángulo, donde aún no os habéis encontrado a vosotros mismos ni lo que realmente queréis, y teméis, teméis muchísimo tomar una decisión de la que luego os vais a arrepentir el resto de vuestros días.
Dentro de ese triángulo hay tres vértices, lógicamente.
Arriba del todo se encuentra A, una buena chica de verdad, de las que ya no quedan, con una bondad y una candidez y un amor incondicional hacia vosotros, cómo no habéis sentido nunca. A está profundamente enamorada de vosotros. Es vuestra novia, formal, para más señas, es posible que en un año os caséis. Ella os ama es evidente. Os lo ha demostrado de cien mil maneras. Y vosotros la queréis muchísimo, sentís un enorme cariño hacia ella, y hacia sus cosas y maneras. Y no la queréis lastimar, porque se os rompe el corazón al verla llorar, porque ella no tiene la culpa y sufre. Sufre y se culpa porque no sintáis por ella una pasión, que tratáis de fingir y de crear mes tras mes, porque la queréis, vaya si la queréis y haríais cualquier cosa por ella, quizá por ello la hayáis enamorado hasta ese punto. El caso es que os habéis entregado sin sentir ese enamoramiento.
Al principio os llamó la atención su bondad, lo especial que era. Y veníais de una relación larga y destructiva que necesitabais olvidar. Ella fue vuestro consuelo, os dio su cariño y su entrega, y poco a poco os dejasteis amar, y al sentir ese amor suyo y esa entrega vosotros os entregasteis también pero sin esa locura ni ese desenfreno ni ese cóctel de hormonas enloquecidas que se llama enamoramiento.
En el vértice izquierdo está B una muchacha muy joven e inocente, que os han advertido que solo juega con vosotros, que no importáis nada para ella. Pero creéis o queréis creer que sí es así. Porque lo cierto es que os ha inspirado cosas que A nunca lo hizo. Os ha llegado a obsesionar, a doler de tanto pensar en ella, a hacer toda clase de tonterías y a desearla con todas vuestras fuerzas. Y solo pensáis en tenerla frente a frente y comerla su boquita. Porque estáis enamorados de ella y todo parece indicar que sólo os va a hacer daño, que está jugando, que es una cría, que como vosotros no sabe lo que quiera, pero que llegado el caso no la importará mandaros a la mierda, cuando vosotros lo hayáis mandado todo a la mierda por ella. Pero os morís de ganas por verla por llenarla de besos su linda carita, por cuidarla y protegerla, por ser su novio, porque crea en vosotros y os ame, porque se entregue. Y ella os culpa de sus riñas con su novio, dice no fiarse de vosotros y de vuestras intenciones y de que la estáis lavando la cabeza y volviéndola loca. Pero B es adorable pese a su inmadurez o gracias a ella. Y a vosotros os gusta de verdad, y os gustaría tenerla en vuestros brazos y pensáis en ello constantemente. Además os habéis encariñado de ella muchísimo y no la queréis lastimar.
Y en el vértice derecho está C una linda mujer venezolana, divorciada para más señas, que os saca unos pocos años pero que se conserva estupendamente, que no la van las tonterías y es una máquina en la cama, superapasionada, caliente, con implicación máxima (que dirían los puteros) con la cabeza bien amueblada y los pies en el suelo. Os desea y vosotros a ella también, porque está buena, porque es elegante, porque viste bien, porque se cuida, porque tiene un cuerpo apetecible y una mente atractiva. Y no la importaría quedar con vosotros cualquier día para ir a un hotel y hacer realidad todas vuestras fantasías y sabéis que os correréis de gusto una y mil veces sobre ella o dentro de ella, sin temor, sin miedo, porque solo sois amantes y no vais a ser otra cosa. La follamiga ideal, quiere tener sexo con vosotros y está dispuesta a complaceros porque sabe que vosotros la complaceréis, porque sois morbosos como ella y os puede dar un placer increíble mientras os veíais, un disfrute total para vuestros cuerpos, sin riesgo de enamoraros, porque a ella ahora tampoco la conviene, porque quiere un amante y os a elegido a vosotros, porque nada pide ni exige, porque no viene con tonterías, porque no os habla de promesas, solo una llamada y quedar y gozar como dicen allá.
Elegid un vértice o quedaros en el centro.
¿Qué haríais en mi lugar?
Todo no se puede tener:
A Seguir con la novia que me ama, pensando que aunque no esté enamorado de ella, siento el amor maduro de las parejas que se casan y viven juntos y pasan un par de años y la pasión se va, pero queda el cariño, la comunicación, los planes juntos, la amistad y la convivencia que han funcionado y me han hecho muy feliz, pero sin enamorarme de ella por mucho que la quiero.
B Atacar a la niñata comérmela entera o al menos dejarme la piel en el intento. Dejando con el corazón roto a mi novia que me ama pero yo no a ella (por mucho, repito que la quiero) porque me comía a besos a esa chica, porque nos estamos empezando a gustar, porque nos insultamos y nos gritamos y con mi novia jamás lo hice, porque no había pasión y ésta me la da a raudales, y que sea lo que Dios quiera.
C Olvidarme de mi novia de la que no estoy enamorado y de la chica joven que me puede romper el corazón porque no se fía de mí porque no quiere a un infiel porque quiere seguir con su novio, porque juega, porque le da miedo, porque igual no la gusto o aunque la guste da igual, y dejarme de sufrimientos y complicaciones, de líos y explicaciones para gozar de un cuerpo que se me entrega a cambio de nada de mi pasión durante esos momentos.
Las tres tentaciones son muy grandes ¿Por cuál caeríais vosotros?
Un saludo y espero ansioso vuestras respuestas, amigos y amigas míos.
Dentro de ese triángulo hay tres vértices, lógicamente.
Arriba del todo se encuentra A, una buena chica de verdad, de las que ya no quedan, con una bondad y una candidez y un amor incondicional hacia vosotros, cómo no habéis sentido nunca. A está profundamente enamorada de vosotros. Es vuestra novia, formal, para más señas, es posible que en un año os caséis. Ella os ama es evidente. Os lo ha demostrado de cien mil maneras. Y vosotros la queréis muchísimo, sentís un enorme cariño hacia ella, y hacia sus cosas y maneras. Y no la queréis lastimar, porque se os rompe el corazón al verla llorar, porque ella no tiene la culpa y sufre. Sufre y se culpa porque no sintáis por ella una pasión, que tratáis de fingir y de crear mes tras mes, porque la queréis, vaya si la queréis y haríais cualquier cosa por ella, quizá por ello la hayáis enamorado hasta ese punto. El caso es que os habéis entregado sin sentir ese enamoramiento.
Al principio os llamó la atención su bondad, lo especial que era. Y veníais de una relación larga y destructiva que necesitabais olvidar. Ella fue vuestro consuelo, os dio su cariño y su entrega, y poco a poco os dejasteis amar, y al sentir ese amor suyo y esa entrega vosotros os entregasteis también pero sin esa locura ni ese desenfreno ni ese cóctel de hormonas enloquecidas que se llama enamoramiento.
En el vértice izquierdo está B una muchacha muy joven e inocente, que os han advertido que solo juega con vosotros, que no importáis nada para ella. Pero creéis o queréis creer que sí es así. Porque lo cierto es que os ha inspirado cosas que A nunca lo hizo. Os ha llegado a obsesionar, a doler de tanto pensar en ella, a hacer toda clase de tonterías y a desearla con todas vuestras fuerzas. Y solo pensáis en tenerla frente a frente y comerla su boquita. Porque estáis enamorados de ella y todo parece indicar que sólo os va a hacer daño, que está jugando, que es una cría, que como vosotros no sabe lo que quiera, pero que llegado el caso no la importará mandaros a la mierda, cuando vosotros lo hayáis mandado todo a la mierda por ella. Pero os morís de ganas por verla por llenarla de besos su linda carita, por cuidarla y protegerla, por ser su novio, porque crea en vosotros y os ame, porque se entregue. Y ella os culpa de sus riñas con su novio, dice no fiarse de vosotros y de vuestras intenciones y de que la estáis lavando la cabeza y volviéndola loca. Pero B es adorable pese a su inmadurez o gracias a ella. Y a vosotros os gusta de verdad, y os gustaría tenerla en vuestros brazos y pensáis en ello constantemente. Además os habéis encariñado de ella muchísimo y no la queréis lastimar.
Y en el vértice derecho está C una linda mujer venezolana, divorciada para más señas, que os saca unos pocos años pero que se conserva estupendamente, que no la van las tonterías y es una máquina en la cama, superapasionada, caliente, con implicación máxima (que dirían los puteros) con la cabeza bien amueblada y los pies en el suelo. Os desea y vosotros a ella también, porque está buena, porque es elegante, porque viste bien, porque se cuida, porque tiene un cuerpo apetecible y una mente atractiva. Y no la importaría quedar con vosotros cualquier día para ir a un hotel y hacer realidad todas vuestras fantasías y sabéis que os correréis de gusto una y mil veces sobre ella o dentro de ella, sin temor, sin miedo, porque solo sois amantes y no vais a ser otra cosa. La follamiga ideal, quiere tener sexo con vosotros y está dispuesta a complaceros porque sabe que vosotros la complaceréis, porque sois morbosos como ella y os puede dar un placer increíble mientras os veíais, un disfrute total para vuestros cuerpos, sin riesgo de enamoraros, porque a ella ahora tampoco la conviene, porque quiere un amante y os a elegido a vosotros, porque nada pide ni exige, porque no viene con tonterías, porque no os habla de promesas, solo una llamada y quedar y gozar como dicen allá.
Elegid un vértice o quedaros en el centro.
¿Qué haríais en mi lugar?
Todo no se puede tener:
A Seguir con la novia que me ama, pensando que aunque no esté enamorado de ella, siento el amor maduro de las parejas que se casan y viven juntos y pasan un par de años y la pasión se va, pero queda el cariño, la comunicación, los planes juntos, la amistad y la convivencia que han funcionado y me han hecho muy feliz, pero sin enamorarme de ella por mucho que la quiero.
B Atacar a la niñata comérmela entera o al menos dejarme la piel en el intento. Dejando con el corazón roto a mi novia que me ama pero yo no a ella (por mucho, repito que la quiero) porque me comía a besos a esa chica, porque nos estamos empezando a gustar, porque nos insultamos y nos gritamos y con mi novia jamás lo hice, porque no había pasión y ésta me la da a raudales, y que sea lo que Dios quiera.
C Olvidarme de mi novia de la que no estoy enamorado y de la chica joven que me puede romper el corazón porque no se fía de mí porque no quiere a un infiel porque quiere seguir con su novio, porque juega, porque le da miedo, porque igual no la gusto o aunque la guste da igual, y dejarme de sufrimientos y complicaciones, de líos y explicaciones para gozar de un cuerpo que se me entrega a cambio de nada de mi pasión durante esos momentos.
Las tres tentaciones son muy grandes ¿Por cuál caeríais vosotros?
Un saludo y espero ansioso vuestras respuestas, amigos y amigas míos.