En el colegio estudiaba una mierda, yo leía otra clase de libros, muchos prohibidos y de sexo, (mi padre era un imbécil y un puto maltratador pero lo bueno que tenía era la biblioteca repleta de libros de guerra, policíacos y de triki-triki) mis notas eran horribles y en el colegio tenía muy mala fama. Era un colegio donde no había más que curas amargados porque no follaban y algunos fueron atrapados manoseando las colitas de los efebos más hermosos.
Esto costó la intervención discreta del abad que mandó a atros colegios a estos malnacidos (es decir, trasladó el problema a las colitas de otros niños que vivían lejos, pero el problema no lo solucionó).
Había un cura que se salvaba siempre del traslado porque era muy listo, con la punta del zapato acaricaba suavemente el ano de los niños que estaban castigados de rodillas y estos no se atrevían a irse de la lengua porque al estar castigados su palabra no valía nada.
Yo me salvé poque era un niño feo y no destacaba en nada, aunque una vez si estuve en grave peligro porque me negé a confirmarme y el cabrón del abad me ordenó a que un cura me diera clases particulares de catolicismo los sábados a las 3 y media de la tarde.
A las 3 y media era mi hora de la siesta y los sábados no tenía porque aguantar a ningun cura maricón, y no fui porque me pareció todo muy raro. A esas horas los curas ya han hecho la digestión y todos sabemos que la sangre de los maricones se trasalada ràpidamente del estómago a la polla porque están muy cerca y cuando un maricón tiene la polla tiesa no es de fiar, y hay que alejarse todo lo que se pueda.
A veces jugaba al fútbol para desahogar la mala hostia de estar en un colegio de curas maricones y yo ser ateo, y entonces un cura se fijó en mi y me seleccionó para jugar los sábados en campeonatos con otros colegios. Me pareció todo muy raro porque jugaba muy mal y tuve sospechas de que mi esfinter estaba en grave peligro.
Los campeonatos eran los sábados por la mañana a las 9 y yo no fuí porque a esas horas me gustaba estar en la cama y además debería levantarme a las 8, que es un horario indignante e inmoral para un ateo como yo. Además después del partido habría que ducharse y había rumores bastante creíbles de efebos que había sido encalomados en las duchas por los curas maricones.
No voy a ser tan tonto de librame de un cura que me quería dar clases a solas y luego ponerme en pelotas un sábado delante de ellos en un sótano con una sola salida y rejas en las ventanas.
Los fines de semana los curas se inventaron un truco para ganar dinero, cuando venía el buen tiempo compraron unas tiendas de campaña y luego repartieron unos folletos a todos los niños, por un precio módico hacían unas excursiones en autobús que te dejaba en una montaña y pasadas 48 horas el autobús iba y recogía a los niños. El problema es que los curas se metían a dormir con los niños en las tiendas de campaña cosa que no es nada recomendable para los anos de los niños.
Había niños que les cambió el caracter y pasaron de ser divertidos a estar callados y huraños y todos los que se iban a las excursiones empezaron de repente a sacar notables y sobresalientes cosa que me pareció muy extraña y más extraño es que los que se borraban de las excursiones sacaban peores notas.
Tambén los curas tenían otro truco para ganar dinero. Hicieron unos folletos para niños pobres que no podían irse de vacaciones en verano, entonces los llevaban a colegios de la misma orden pero que estaban situados en pueblos o cerca de pueblos con la excusa de que se bañaran en rios y pantanos y hacer excursiones y agotarles las energías.
El problema es que los vigilantes eran los mismos curas y claro un cura que ha visto niños desnudos bañarse en un rio y que los ha agotado en una excursión , no es de fiar porque la sangre se les baja rápidamente a la polla y entonces se desahogan con lo que tienen más a mano es decir un efebo. El efebo no se puede defender porque está cansado de jugar, nadar y excursionar por el monte, y sólo quiere que el cura lo encule lo antes posible para porder dormir toda la noche y que al día siguiente se renicie el ciclo nadar, excursionar y ser enculado, y así día tras día hasta que acaben las vacaciones.
Las vacaciones eran baratas, los efebos llegan a sus casas morenos, bien alimentado y bien enculados. Los curas maricones habían cobrado unos dineros y habían follado, los niños habían estado de vacaciones y habían sido follados y los padres se habían librado un mes entero de sus hijos; todos eran felices y todos estaban satisfechos.
Por supuesto jamás me quedé a sólas con un cura, ni fuí a campamentos, ni a excursiones, ni a jugar al fútbol, y cuando me encuentro con un cura por la calle me aparto mínimo de 1,50-2 m. como si tuviera el COVID o el SIDA.
En la universidad saqué buenas notas y tengo trabajo y en la declaración de la renta la X la pongo en obras sociales y follo con mujeres, chupo coños, chupo tetas. Y si alguna se quiere casar le pregunto que beneficios saco yo con la mierda del matrimonio y se ponen coloradas y otras se ponen a chillar y otras se van de mi casa dando portazos.