Quiero confesarme ante todos vosotros: Ayer estuve en una conocida truchonoteca de barcelona. No se porque a mis amigos y a mi nos dio por ir alli. Bueno que cojones, si que lo se, fuimos porque se rumoreaba que las tias heterosexuales de esa discoteca son mas guarras que la potota.
Bueno, la cosa esque antes de entrar, por las calles del geixample no parabamos de ver truchones pasando constantemente, de esos que se refieren a si mismos en femenino y llaman reinas a sus amigos. Yo, personalmente tenia miedo, mucho miedo, porque algunos eran autenticos gorilones, que en lo que dura un suspiro podian pillarte y ponerte mirando pa Cuenca.
El caso esque nada mas entrar senti unas horribles ganas de mear. Joder, tenia muchisimo miedo, en la puerta del baño, un ejercito de truchones esperaban su turno para entrar y empuñar sus bergas. Yo por el momento no me vi con fuerzas para hacerlo y pense que quiza podria aguantarme hasta que acabase la noche.
El ambiente era infernal, sarasones con mas pluma que un pavo real bailaban al son de la musica de david bisbal, y camuflados, hijos de puta metrosexuales acechaban al escaso genero femenino hetero. Yo personalmente estaba en tension constante, apretando el ojal y sobrellevando como mejor podia el tema de estar apretujado y rodeado de truchones, notando sus paquetes en mi culo...
Al cabo de unas horas llego mi temido momento: O iba al lavabo o me meaba los pantalones. Le heche un par de cojones y entre al lavabo. Alli estaba yo, tocandome la polla rodeado de maricones, que a su vez, se tocaban su propia polla. De repente, escuche al tipo que meaba a mi lado decir: Otti puta!! Que ajko!! Jamas pense que me alegraria de tener a mi lado a un kinki meando. Cuando sali del lavabo respire aliviado, ignorante de que todavia no habia pasado por la prueba de fuego. Cuando iba en busca de mis amigos, de repente, la gente se cerro dejandome solo un pequeño espacio entre un travelo, que estaba de espaldas y un maricon, que estaba de cara. Me di cuenta de que el riesgo que corria al pasar era grande: Conseguiria pasar sin tocar con mi paquete el culo del travelo y a su vez, sin que el truchon tocase con su paquete en mi culo?? No tenia otra salida asi que me lance y... Supere la prueba con exito
En fin, que fuimos a ver si pillabamos algo con alguna guarrona y lo unico que conseguimos fue pasar una velada con nuestros ojetes apretados y muy tensos. Y esque a la dificultad de saber si aquellas tias eran o no bolleras se sumaba la incertidumbre de si eran o no tias. Asi que os recomiendo que jamas vayais a una truchonoteca.
Bueno, la cosa esque antes de entrar, por las calles del geixample no parabamos de ver truchones pasando constantemente, de esos que se refieren a si mismos en femenino y llaman reinas a sus amigos. Yo, personalmente tenia miedo, mucho miedo, porque algunos eran autenticos gorilones, que en lo que dura un suspiro podian pillarte y ponerte mirando pa Cuenca.
El caso esque nada mas entrar senti unas horribles ganas de mear. Joder, tenia muchisimo miedo, en la puerta del baño, un ejercito de truchones esperaban su turno para entrar y empuñar sus bergas. Yo por el momento no me vi con fuerzas para hacerlo y pense que quiza podria aguantarme hasta que acabase la noche.
El ambiente era infernal, sarasones con mas pluma que un pavo real bailaban al son de la musica de david bisbal, y camuflados, hijos de puta metrosexuales acechaban al escaso genero femenino hetero. Yo personalmente estaba en tension constante, apretando el ojal y sobrellevando como mejor podia el tema de estar apretujado y rodeado de truchones, notando sus paquetes en mi culo...
Al cabo de unas horas llego mi temido momento: O iba al lavabo o me meaba los pantalones. Le heche un par de cojones y entre al lavabo. Alli estaba yo, tocandome la polla rodeado de maricones, que a su vez, se tocaban su propia polla. De repente, escuche al tipo que meaba a mi lado decir: Otti puta!! Que ajko!! Jamas pense que me alegraria de tener a mi lado a un kinki meando. Cuando sali del lavabo respire aliviado, ignorante de que todavia no habia pasado por la prueba de fuego. Cuando iba en busca de mis amigos, de repente, la gente se cerro dejandome solo un pequeño espacio entre un travelo, que estaba de espaldas y un maricon, que estaba de cara. Me di cuenta de que el riesgo que corria al pasar era grande: Conseguiria pasar sin tocar con mi paquete el culo del travelo y a su vez, sin que el truchon tocase con su paquete en mi culo?? No tenia otra salida asi que me lance y... Supere la prueba con exito
En fin, que fuimos a ver si pillabamos algo con alguna guarrona y lo unico que conseguimos fue pasar una velada con nuestros ojetes apretados y muy tensos. Y esque a la dificultad de saber si aquellas tias eran o no bolleras se sumaba la incertidumbre de si eran o no tias. Asi que os recomiendo que jamas vayais a una truchonoteca.