Gina Gross
Clásico
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- 4 Mar 2006
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El borrachuzo es mitad hombre mitad monstruo. Su estómago ha evolucionado hasta tolerar cantidades de alcohol desmesuradas, superando un sábado por la noche los 970 gramos en sangre.
Reconoceremos a este sujeto, fácilmente. De lunes a viernes es un hombre normal, habitualmente de mala hostia, gran consumidor de porno e interesado en el fútbol. Pero llega el viernes y el borrachuzo sale a la caza. Su mirada se vuelve aguileña, ávida de sexo y debemos tener cuidado porque es altamente peligroso.
Todos los grupos de colegas varones tienen un borrachuzo en su seno, y tan solo hay que echar un vistazo por encima para discernir a este temible individuo, del resto de sus amigos normales.
Bilbao, 03:45 de la madrugada. Empiezan los desvaríos.
A su lado, de blanco, el colega “buenazo” de toda la vida le acompaña.
En primer lugar, el borrachuzo no baila: rompe pista, cabriolea, zapatea, se mueve pero jamás coordina movimientos, cada uno de sus miembros va por libre y esto no es lo más grave, lo peor es que mientras baila, TE MIRA.
Esta clase de hombres suelen ser seguros de si mismos, se gustan, se ven bien y les gusta su forma de bailar aunque a tus ojos este sufriendo un ataque de epilepsia.
El borrachuzo o español cansino es violento y agresivo, no hay que retarle, es capaz de meter en movidas a sus amigos unas tres veces por noche, incluyendo peleas con ñetas u otros de su especie que nunca llegan a consumarse. Tampoco respeta a las féminas, solo quiere sus genitales.
Barcelona, 02:34 de la madrugada. Botellón en casa del Rafita. A falta de pan, buenas son tortas
Durante la noche alterna sentimientos de euforia y depresión, experimentando con cada copazo un Delirium Tremens y se desnudan con facilidad, aprovechan cualquier canción para quitarse la camiseta y magrearse con el colega de turno en una posible confesión homosexual.
No puedes hacer nada si un español cansino te ha echado el ojo, te quiere a ti y te quiere ahora. Si intentas utilizar la táctica de ponerte de espaldas a él o cerrar tu círculo de amigas hasta convertirlo en la muralla china, da igual, no tienes nada que hacer, esta clase de sujetos son expertos en transgredir corros femeninos. Se meten como sea y no comienzan hablando, no, BAILAN y a la vez que lo hacen, se ríen de esa forma que da tanto miedo.
Madrid, 04:44 de la madrugada, El horror.
El borrachuzo no tiene escrúpulos, si no has caído tú, lo intentará con tu amiga y así sucesivamente hasta agotar las posibilidades. No tiene corazón, es un hombre-pene , un falo con carné de identidad que utilizará todas sus artimañas y mentiras para llevarte al huerto. Si no lo consigue, aprovechará la multitud para tocarte los cachetes o cualquier zona de tu cuerpo a mano, como los pezones. Debemos tener cuidado, es malvado, perverso y bellaco.
Su víctimas: Las mujeres. Seres hermosos e inocentes, de una honradez e ingenuidad extrema. Ellas, almas cándidas y honestas que solo intentan divertirse alegremente son las martirizadas
AVISADA QUEDAS
Reconoceremos a este sujeto, fácilmente. De lunes a viernes es un hombre normal, habitualmente de mala hostia, gran consumidor de porno e interesado en el fútbol. Pero llega el viernes y el borrachuzo sale a la caza. Su mirada se vuelve aguileña, ávida de sexo y debemos tener cuidado porque es altamente peligroso.
Todos los grupos de colegas varones tienen un borrachuzo en su seno, y tan solo hay que echar un vistazo por encima para discernir a este temible individuo, del resto de sus amigos normales.
Bilbao, 03:45 de la madrugada. Empiezan los desvaríos.
A su lado, de blanco, el colega “buenazo” de toda la vida le acompaña.
En primer lugar, el borrachuzo no baila: rompe pista, cabriolea, zapatea, se mueve pero jamás coordina movimientos, cada uno de sus miembros va por libre y esto no es lo más grave, lo peor es que mientras baila, TE MIRA.
Esta clase de hombres suelen ser seguros de si mismos, se gustan, se ven bien y les gusta su forma de bailar aunque a tus ojos este sufriendo un ataque de epilepsia.
El borrachuzo o español cansino es violento y agresivo, no hay que retarle, es capaz de meter en movidas a sus amigos unas tres veces por noche, incluyendo peleas con ñetas u otros de su especie que nunca llegan a consumarse. Tampoco respeta a las féminas, solo quiere sus genitales.
Barcelona, 02:34 de la madrugada. Botellón en casa del Rafita. A falta de pan, buenas son tortas
Durante la noche alterna sentimientos de euforia y depresión, experimentando con cada copazo un Delirium Tremens y se desnudan con facilidad, aprovechan cualquier canción para quitarse la camiseta y magrearse con el colega de turno en una posible confesión homosexual.
No puedes hacer nada si un español cansino te ha echado el ojo, te quiere a ti y te quiere ahora. Si intentas utilizar la táctica de ponerte de espaldas a él o cerrar tu círculo de amigas hasta convertirlo en la muralla china, da igual, no tienes nada que hacer, esta clase de sujetos son expertos en transgredir corros femeninos. Se meten como sea y no comienzan hablando, no, BAILAN y a la vez que lo hacen, se ríen de esa forma que da tanto miedo.
Madrid, 04:44 de la madrugada, El horror.
El borrachuzo no tiene escrúpulos, si no has caído tú, lo intentará con tu amiga y así sucesivamente hasta agotar las posibilidades. No tiene corazón, es un hombre-pene , un falo con carné de identidad que utilizará todas sus artimañas y mentiras para llevarte al huerto. Si no lo consigue, aprovechará la multitud para tocarte los cachetes o cualquier zona de tu cuerpo a mano, como los pezones. Debemos tener cuidado, es malvado, perverso y bellaco.
Su víctimas: Las mujeres. Seres hermosos e inocentes, de una honradez e ingenuidad extrema. Ellas, almas cándidas y honestas que solo intentan divertirse alegremente son las martirizadas
AVISADA QUEDAS