Porque no es lo mismo comprarse una camisa en el mercadillo que entrar en una sastrería a elegir la tela, el corte, el estilo, los detalles, etc y después de escuchar las sugerencias del sastre permitir que te tome las medidas y que proceda con el encargo. A mí me saldría una úlcera en el estómago si tuviese que pagar 150 euros por una camisa y a ilg le saldría otra si tuviese que llevar una del mercadillo. No sólo se trata de vestir, también es cuestión de satisfacción, de sentir que uno sale ganando en la transacción. Ilg con una camisa de 9 euros no estaría satisfecho, se sentiría mal, decepcionado con sigo mismo. Si embargo los servicios prestados por un sastre "implicado" en colmar sus exigencias es un valor añadido al producto en forma de servicio.
No basta con que la puta te saque el veneno, también hay que tener en cuenta cómo lo saca.