Florencia y el Síndrome de Stendhal

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Pragmatik

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En el año 1817 de Nuestro Señor, el novelista Stendhal (seudónimo de Marie-Henri Beyle) se encontraba de visita en la italiana ciudad de Florencia. Como persona sensible y cultivada que era, se extasiaba al exponerse a la legendaria belleza de dicha ciudad.

Hasta que, al entrar en la bellísima Iglesia de la Santa Croce (foto)...algo cambió en él. Comenzó a experimentar un profundo vértigo, una sensación de severo malestar, y su mirada se nublaba cada vez que la posaba sobre alguno de los majestuosos detalles del interior del edificio. Sofocado, Stendhal salió al exterior.

Más tarde, y ante su estupor, el médico que le reconoció le comunicó que había sido expuesto a una "sobredosis de belleza".

Esta "sobredosis" está hoy plenamente reconocida, siendo denominada como "Síndrome de Stendhal" en honor a su primer paciente registrado y sigue registrando bastantes casos cada año.

Florencia sigue siendo el Epicentro de dicha afección.

Se trata de una una enfermedad psicosomática que causa un elevado ritmo cardiaco, vértigo, confusión e incluso alucinaciones cuando el individuo es expuesto a una sobredosis de belleza artística, pinturas y/o obras maestras del arte en general.

El hospital Santa Maria Nuova, en Florencia, recibe al menos una vez al mes un individuo con un cuadro de Stendhal. Siempre turistas. Y tantos los que lo sufren como los que no, regresan diciendo que jamás han visto nada igual.

Todo esto viene a cuento de un colega que recientemente ha llegado de la ciudad, y no sé si habrá padecido el Síndrome, pero el tío está como ausente...vamos, que me muero por ir.

Una última cosa, como curiosidad: al parecer, el Síndrome no afecta ni a italianos...ni a japoneses :shock:
 
Ciertamente. Mientras observaba los interminables cuadros de la galería de los Uffizi me estremecí hasta sentir dolor de cabeza.

Poder estar en medio de tanta historia y tanta belleza...

Ohhhh, Florencia....

Este verano si puedo me vuelvo allí. Podríamos organizar un encuentro foril.
 
Perineo rebuznó:
Ciertamente. Mientras observaba los interminables cuadros de la galería de los Uffizi me estremecí hasta sentir dolor de cabeza.

Poder estar en medio de tanta historia y tanta belleza...

Ohhhh, Florencia....

Este verano si puedo me vuelvo allí. Podríamos organizar un encuentro foril.

En Noviembre me voy para alli.

Tras estar el año pasado en Egipto, este año me tocan Roma y Florencia, Venecia no se si merece realmente la pena, y al año que viene Grecia.

No hay que morir sin ver la cuna de las civilizaciones.
 
Merece, merece 8)

Dejando de lado los pútridos canales interiores, pero merece. Especialmente la basílica de techo de mosaico de oro.
 
Qué bonita sería Florencia... sin italianos.

Si alguna vez tuviera que elegir una ciudad donde vivir, sin dudarlo sería ésta.
 
Perineo rebuznó:
Merece, merece 8)

Dejando de lado los pútridos canales interiores, pero merece. Especialmente la basílica de techo de mosaico de oro.

Sólo la estatua ecuestre del condottiero Colleoni justifica la visita.

Yo podría vivir en una ciudad tal, si no fuera por la peste de los turistas.

:lol:
 
Jacques de Molay rebuznó:
Perineo rebuznó:
Merece, merece 8)

Dejando de lado los pútridos canales interiores, pero merece. Especialmente la basílica de techo de mosaico de oro.

Sólo la estatua ecuestre del condottiero Colleoni justifica la visita.

Yo podría vivir en una ciudad tal, si no fuera por la peste de los turistas.

:lol:


Pero si ya estás medio acostumbrado :lol:
 
Perineo rebuznó:
Jacques de Molay rebuznó:
Perineo rebuznó:
Merece, merece 8)

Dejando de lado los pútridos canales interiores, pero merece. Especialmente la basílica de techo de mosaico de oro.

Sólo la estatua ecuestre del condottiero Colleoni justifica la visita.

Yo podría vivir en una ciudad tal, si no fuera por la peste de los turistas.

:lol:


Pero si ya estás medio acostumbrado :lol:

Precisamente por eso.

:lol: :lol: :lol:

No piso las zonas guiris ni loco. Y espero, en cuanto encuentre quien me planche las camisas, largarme a mi mansión en el campo.
 
Florencia es uno de esos sitios que por mucho que ames el arte acabas sobresaturado.

Sabes que algo va mal cuando en un dia cualquiera darias el brazo derecho por poder observar una sola obra de la galeria Ufizzi y sin embargo al tercer dia de visita estas ante las Puertas del paraiso observando el sacrifico de Isaac y no sientes nada, mas bien agobio, un punto de claustrofobia, no se.

Supongo que es algo parecido al sindrome que explicas, ir a esa ciudad es estar todo el maldito dia en una nube, recorriendote de pe a pa el centro, de palacio en palacio, iglesia en iglesia, museo en museo (cuando no te atropella algun japones o turistas varios para hacerse la puta foto rollo "yo estuve alli") hasta que tienes tal sobredosis de arte que llega a ser angustioso. Triste pero cierto
 
Patrix rebuznó:
Florencia es uno de esos sitios que por mucho que ames el arte acabas sobresaturado.

Sabes que algo va mal cuando en un dia cualquiera darias el brazo derecho por poder observar una sola obra de la galeria Ufizzi y sin embargo al tercer dia de visita estas ante las Puertas del paraiso observando el sacrifico de Isaac y no sientes nada, mas bien agobio, un punto de claustrofobia, no se.

Supongo que es algo parecido al sindrome que explicas, ir a esa ciudad es estar todo el maldito dia en una nube, recorriendote de pe a pa el centro, de palacio en palacio, iglesia en iglesia, museo en museo (cuando no te atropella algun japones o turistas varios para hacerse la puta foto rollo "yo estuve alli") hasta que tienes tal sobredosis de arte que llega a ser angustioso. Triste pero cierto

... y de esto viene el sindrome de Stendhal, no es tan raro como parecia el padecerlo despues de todo
 
Si lo que quieres es ver arte pues desde luego como decis en Florencia puedes saciarte y acabar hasta los huevos. Ahora, que como ciudad a mi me decepciono un poco. No me parecio epsecialmente bonita, quitando algunas zonas y construcciones especificas. Mucho caos, suciedad, callejuelas, no se. Tiene su encanto, pero yo me llegue a sentir un poco asfixiado y ni por asomo me gustaria como sitio para vivir, cosa que no me ha pasado con otras grandes ciudades. Aparte de la saturacion salvaje de turistas por metro cuadrado que sufre.
 
Fuí de pequeño, con unos 9 años, a Florencia con mis padres. 23 años después recuerdo con placer un palació de los Medicci que visité.

Lástima que no lo pudimos disfrutar ninguno en todo su esplendor debido a una salmonelosis galopante que sufrimos. Pero merece la pena visitar dicha ciudad y si puedo cuando regrese a Italia volveré.
 
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