jorgevm
Asiduo
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Se acerca nochevieja y con ella está asociada estrechamente la música. En el célebre fracachat de fin de año uno se pone cómodo en la silla, y se hace una playlist con Einstürzende Neubauten, Naked City y Anal Cunt. Pero a veces uno tiene que salir fuera y, cuando el mal ya está hecho, hay que intentar que la música sea lo mejor posible.
Los gañanes que vayan de cotillón se arriesgan a vivir una noche vergonzosa, pero algunos sabemos aprovechar nuestro dinero y hemos alquilado como todos los años un local. Pero en nochebuena se vieron las deficiencias musicales de forma clara. Fulanito trae su portátil, enchufa a los altavoces y va haciendo una playlist sobre la marcha. ¿Qué poner? Puesss, algo de bailar.
Aquí viene el fallo. Se ponen temas que son SUPUESTAMENTE para bailar. Alejandro, de Lady Gaga. Vale, en el videoclip tiene una coreografía, pero esa mierda no te pide el cuerpo bailarla, por mucho que nos la metan hasta en la sopa. Ok, ha sido un fallo, la gente no se anima, pongamos "Ayer la ví", que está de moda. Coño, que no somos dominicanos saliendo de marcha por los bajos de Azca, vaya puta basura. El improvisado DJ suda: "hay que poner algo de fiesta, joder, algo de fiesta". ¿Rihanna? Meeec, mucho ritmo hardcore, pero no hay groove; algunos despistados balancean el cubata y algún atrevido incluso levanta el dedo. El DJ se crece y dice "ahora el momento": Paquito el chocolatero, versión King Africa, que es infalible. Hay que hacer el ridículo, es muy temprano todavía y no cuaja. Decide pasar al rock y no hay otra que Salir: bajón generalizado y todo el mundo hablando de sus cosas. Hummpff, gñe, venga, a ver si esto va parriba, un poquito de humor, unos villancicos versión rociera. Ay del chiquirritín... jeje, qué risas, aquí escuchando esto. El fracaso se come al DJ y su mierda de temas que tiene el portátil; intenta remontar con Uprising, Legalización, Waka Waka, y nada, que la cosa no va a ninguna parte.
Todo errores descomunales. Lo peor es que eso no solo lo hace un pobre diablo, que bastante hace llevandose su portatil a riesgo de acabar bañado en ginebra, es que si hubieses ido de cotillón con un DJ "de verdad", en más de un sitio tendrían esa sesión de PUTA BASURA. A los niños, a los encofradores y a las furcias les vale, pero en un local privado de gente joven pero madura, que quiere divertirse de verdad, eso está al nivel de la charanga del tío Honorio.
Ahora se avecina Nochevieja y yo he decidido tomar el mando de la música. Ante un público snob, es muy fácil impresionar al personal: sólo tienes que poner cosas que ellos reconozcan para que se sientan realizados, da igual que sea Toro y Mio que Autechre. Pero la gente normal, aquella que no tiene ningún tipo de retraso mental en la cabeza, es la más exigente de todas. Es la gente que va al cine y quiere salir contentos por haber visto un peliculón, sin importarle una polla el director, o que van a un restaurante y quieren que les pongan bien de comer, y punto. No tienen criterio para elegir algo muy específico, pero cuando algo les gusta, lo saben y se regocijan en ello. Son el target más buscado para un publicista, el más complicado. Por eso abro este hilo, para dar unos humildes y profanos consejos de cómo pinchar música para la generalidad. Al mismo tiempo, pido consejos y sugerencias de canciones concretas.
Estas son las reglas de oro que aseguran triunfo:
1. La gente quiere escuchar lo que ya conoce. Tu gusto musical, tu criterio forjado a fuego, ése que has defendido a machetazos en batallas dialécticas: eso a la gente le come los cojones. Hay que dejarlo en segundo plano. Incluso si pones grupos que te gustan, no puedes poner las canciones que te gustan. Nadie quiere saber si los Strokes tienen canciones salvables en los últimos discos, lo que quieren es escuchar Last nite y que te dejes de rollos.
- Vengo a evangelizaros con lo mejor de 2011 según mi propio blog.
- Veste a la mierda
2. No vayas a lo obvio. Una parte del cuerpo de la playlist son canciones que todo el mundo conozca sí o sí, pero que no se esperen que vaya a sonar porque no son habituales. Este equilibrio es lo que marca la diferencia entre el pub de Torrecillas de la Tiesa y una auténtica fiesta privada. ¿Ejemplos? La Bamba, si alguien no la canta a pleno pulmón, no tiene alegría en la vida y es un sieso. O Celebration (¿por qué a nadie se le ocurre este temazo, que al fin y al cabo es tan evidente?). O algo tan simple como la canción de Los Cazafantasmas. Otro ejemplo, Lowrider:
3. No descuides el producto nacional. La gente no sólo quiere bailar, sino cantar, y gitanear si es posible. Con U can't touch this el público hace el tonto y se lo pasa bien, pero no esperes que alguien se sepa una sola línea. Apuesta por la música española, pero sin horteradas manidísimas tipo tractor amarillo, ni putas mierdas indies. Horteradas sí, pero intenta cumplir la 2ª regla, no vayas a lo obvio. La mandanga de El Fary puede ser una apuesta segura. Otras canciones españolas que suben parriba: Felicidad, Cuanta puta y yo que viejo, Acción Mutante... qué se yo. No es difícil. No caigas en la trampa de El Barrio y Melendi, son deprimentes y sólo funcionan ante estudiantes de 1º de Magisterio. En cambio, alguna de Raimundo Amador da más buen rollo. Ah, y más gente de la que piensas sabe rapearse de arriba a abajo una de SFDK, mételo sin miedo.
Güercom tu di hotel california, chavales.
4. Puedes poner música desconocida, pero tienes que estar muy seguro de la va a partir de modo instantáneo. Doy pistas: música brasileña muy bailable, funk de los 70 que no sea tan conocido, alguna marcianada que sea divertida... Aquí sí puedes jugar a los descubrimientos, juegas con tus cartas de melómano, elige bien las que saques. Sugerencia personal: Fanfare Ciocarlia.
5. Buscar los temazos auténticos. Hay que adoptar un criterio, que no se basa en si tal canción es hinnobadora o por el contrario es un mero revival de estructuras de los 60 porque eso ya lo hizo fulano, blao, blao. Vamos a ver, la cosa es mucho más simple. O va a romper la pista o no. O va a sobreponerse a las conversaciones de mierda de la gente o no. Hay que ser estrictos a la hora de confeccionar la lista: un tema o está dentro o está fuera, y dentro sólo puede haber temazos auténticos. ¿Dónde están esos temazos? En el 2011, algo puedes rascar, un Party Rock es menester meterlo, pero hace falta ir atrás. Parece mentira que alguien se atreva a llamar fiesta a algo donde no suene James Brown, Michael Jackson, AC/DC, Chemical Brothers, pfff... Pero si hasta el ABC de los Jackson Five es un temazo, por favor.
6. Ordenar bien la lista. En una noche cabe poner absolutamente todo, pero no se puede pasar de Paradyse City a Daddy Cool a bocajarro, porque nos van a sentar mal los cubatas y todo. Coquetea con unos estilos y otros, pensando en el efecto que va a tener la siguiente canción. La lista que venga ya preparada de casa, pero sin miedo a modificarla sobre la marcha según el ánimo. Entiende la dinámica de la pista, interpreta las reacciones para saber qué quieren escuchar a continuación. Si la gente se ha crecido con Song 2 de Blur, ponles Rage Againts the Machine y déjate de tonterías.
7. Las sugerencias: intenta encajarlas por donde sean. Recuerda que eres un tío cualquiera, tus congéneres te pueden arrebatar el trono de DJ en cualquier momento. Si el tema es tan cáncer que asegura el bajón y el tío insiste, pues pártele un vaso de cubata en la cabeza, yo qué sé.
Eso es todo, a mi parecer. No incluyo la lista completa que voy a poner, porque los piedros pueden dejarme tonto, pero a fin de cuentas no se trata de lo que me gusta, son esos temas que están ahí, pero que tan buen efecto causan. La dinámica de una noche larga, que tiene subidones y bajones por parte de las personas es dificil dominarla, pero sí que puedes potenciar e incluso crear los buenos momentos con la música. El buen amenizador de fiestas es más bien un sofista: no se trata de convencer con tu criterio, sino de persuadir, de engatusar, de dar el golpe de efecto, y encima sobre individuos que están mamándose.
Y ahora lo que quiero son TEMAS.
Los gañanes que vayan de cotillón se arriesgan a vivir una noche vergonzosa, pero algunos sabemos aprovechar nuestro dinero y hemos alquilado como todos los años un local. Pero en nochebuena se vieron las deficiencias musicales de forma clara. Fulanito trae su portátil, enchufa a los altavoces y va haciendo una playlist sobre la marcha. ¿Qué poner? Puesss, algo de bailar.
Aquí viene el fallo. Se ponen temas que son SUPUESTAMENTE para bailar. Alejandro, de Lady Gaga. Vale, en el videoclip tiene una coreografía, pero esa mierda no te pide el cuerpo bailarla, por mucho que nos la metan hasta en la sopa. Ok, ha sido un fallo, la gente no se anima, pongamos "Ayer la ví", que está de moda. Coño, que no somos dominicanos saliendo de marcha por los bajos de Azca, vaya puta basura. El improvisado DJ suda: "hay que poner algo de fiesta, joder, algo de fiesta". ¿Rihanna? Meeec, mucho ritmo hardcore, pero no hay groove; algunos despistados balancean el cubata y algún atrevido incluso levanta el dedo. El DJ se crece y dice "ahora el momento": Paquito el chocolatero, versión King Africa, que es infalible. Hay que hacer el ridículo, es muy temprano todavía y no cuaja. Decide pasar al rock y no hay otra que Salir: bajón generalizado y todo el mundo hablando de sus cosas. Hummpff, gñe, venga, a ver si esto va parriba, un poquito de humor, unos villancicos versión rociera. Ay del chiquirritín... jeje, qué risas, aquí escuchando esto. El fracaso se come al DJ y su mierda de temas que tiene el portátil; intenta remontar con Uprising, Legalización, Waka Waka, y nada, que la cosa no va a ninguna parte.
Todo errores descomunales. Lo peor es que eso no solo lo hace un pobre diablo, que bastante hace llevandose su portatil a riesgo de acabar bañado en ginebra, es que si hubieses ido de cotillón con un DJ "de verdad", en más de un sitio tendrían esa sesión de PUTA BASURA. A los niños, a los encofradores y a las furcias les vale, pero en un local privado de gente joven pero madura, que quiere divertirse de verdad, eso está al nivel de la charanga del tío Honorio.
Ahora se avecina Nochevieja y yo he decidido tomar el mando de la música. Ante un público snob, es muy fácil impresionar al personal: sólo tienes que poner cosas que ellos reconozcan para que se sientan realizados, da igual que sea Toro y Mio que Autechre. Pero la gente normal, aquella que no tiene ningún tipo de retraso mental en la cabeza, es la más exigente de todas. Es la gente que va al cine y quiere salir contentos por haber visto un peliculón, sin importarle una polla el director, o que van a un restaurante y quieren que les pongan bien de comer, y punto. No tienen criterio para elegir algo muy específico, pero cuando algo les gusta, lo saben y se regocijan en ello. Son el target más buscado para un publicista, el más complicado. Por eso abro este hilo, para dar unos humildes y profanos consejos de cómo pinchar música para la generalidad. Al mismo tiempo, pido consejos y sugerencias de canciones concretas.
Estas son las reglas de oro que aseguran triunfo:
1. La gente quiere escuchar lo que ya conoce. Tu gusto musical, tu criterio forjado a fuego, ése que has defendido a machetazos en batallas dialécticas: eso a la gente le come los cojones. Hay que dejarlo en segundo plano. Incluso si pones grupos que te gustan, no puedes poner las canciones que te gustan. Nadie quiere saber si los Strokes tienen canciones salvables en los últimos discos, lo que quieren es escuchar Last nite y que te dejes de rollos.
- Vengo a evangelizaros con lo mejor de 2011 según mi propio blog.
- Veste a la mierda
2. No vayas a lo obvio. Una parte del cuerpo de la playlist son canciones que todo el mundo conozca sí o sí, pero que no se esperen que vaya a sonar porque no son habituales. Este equilibrio es lo que marca la diferencia entre el pub de Torrecillas de la Tiesa y una auténtica fiesta privada. ¿Ejemplos? La Bamba, si alguien no la canta a pleno pulmón, no tiene alegría en la vida y es un sieso. O Celebration (¿por qué a nadie se le ocurre este temazo, que al fin y al cabo es tan evidente?). O algo tan simple como la canción de Los Cazafantasmas. Otro ejemplo, Lowrider:
3. No descuides el producto nacional. La gente no sólo quiere bailar, sino cantar, y gitanear si es posible. Con U can't touch this el público hace el tonto y se lo pasa bien, pero no esperes que alguien se sepa una sola línea. Apuesta por la música española, pero sin horteradas manidísimas tipo tractor amarillo, ni putas mierdas indies. Horteradas sí, pero intenta cumplir la 2ª regla, no vayas a lo obvio. La mandanga de El Fary puede ser una apuesta segura. Otras canciones españolas que suben parriba: Felicidad, Cuanta puta y yo que viejo, Acción Mutante... qué se yo. No es difícil. No caigas en la trampa de El Barrio y Melendi, son deprimentes y sólo funcionan ante estudiantes de 1º de Magisterio. En cambio, alguna de Raimundo Amador da más buen rollo. Ah, y más gente de la que piensas sabe rapearse de arriba a abajo una de SFDK, mételo sin miedo.
Güercom tu di hotel california, chavales.
4. Puedes poner música desconocida, pero tienes que estar muy seguro de la va a partir de modo instantáneo. Doy pistas: música brasileña muy bailable, funk de los 70 que no sea tan conocido, alguna marcianada que sea divertida... Aquí sí puedes jugar a los descubrimientos, juegas con tus cartas de melómano, elige bien las que saques. Sugerencia personal: Fanfare Ciocarlia.
5. Buscar los temazos auténticos. Hay que adoptar un criterio, que no se basa en si tal canción es hinnobadora o por el contrario es un mero revival de estructuras de los 60 porque eso ya lo hizo fulano, blao, blao. Vamos a ver, la cosa es mucho más simple. O va a romper la pista o no. O va a sobreponerse a las conversaciones de mierda de la gente o no. Hay que ser estrictos a la hora de confeccionar la lista: un tema o está dentro o está fuera, y dentro sólo puede haber temazos auténticos. ¿Dónde están esos temazos? En el 2011, algo puedes rascar, un Party Rock es menester meterlo, pero hace falta ir atrás. Parece mentira que alguien se atreva a llamar fiesta a algo donde no suene James Brown, Michael Jackson, AC/DC, Chemical Brothers, pfff... Pero si hasta el ABC de los Jackson Five es un temazo, por favor.
6. Ordenar bien la lista. En una noche cabe poner absolutamente todo, pero no se puede pasar de Paradyse City a Daddy Cool a bocajarro, porque nos van a sentar mal los cubatas y todo. Coquetea con unos estilos y otros, pensando en el efecto que va a tener la siguiente canción. La lista que venga ya preparada de casa, pero sin miedo a modificarla sobre la marcha según el ánimo. Entiende la dinámica de la pista, interpreta las reacciones para saber qué quieren escuchar a continuación. Si la gente se ha crecido con Song 2 de Blur, ponles Rage Againts the Machine y déjate de tonterías.
7. Las sugerencias: intenta encajarlas por donde sean. Recuerda que eres un tío cualquiera, tus congéneres te pueden arrebatar el trono de DJ en cualquier momento. Si el tema es tan cáncer que asegura el bajón y el tío insiste, pues pártele un vaso de cubata en la cabeza, yo qué sé.
Eso es todo, a mi parecer. No incluyo la lista completa que voy a poner, porque los piedros pueden dejarme tonto, pero a fin de cuentas no se trata de lo que me gusta, son esos temas que están ahí, pero que tan buen efecto causan. La dinámica de una noche larga, que tiene subidones y bajones por parte de las personas es dificil dominarla, pero sí que puedes potenciar e incluso crear los buenos momentos con la música. El buen amenizador de fiestas es más bien un sofista: no se trata de convencer con tu criterio, sino de persuadir, de engatusar, de dar el golpe de efecto, y encima sobre individuos que están mamándose.
Y ahora lo que quiero son TEMAS.