A ver, es que la historia más concretamente es esta:
Esta mujer es esquizo perdida y con un cuchillo, maña y sus conocimientos de anatomía al ser médico se llevó a tres por delante. Y eso que sus compañeros estaban advertidos por esa curiosa manía de saludar por las mañanas haciendo con el dedo como si se cortase el cuello combinado con ojos locos, pues aún así les pilló por sorpresa.
El juez en vez de trena dijo que para el psiquiátrico por estar más zumbada que una abeja en un calcetín y allí estaba sin problema porque le daban la medicación en su medida y a su hora.
Pasa el tiempo, once años, y con los recortes en presupuesto y personal de Sanidad y viendo que no daba señales de ningún mal comportamiento le dieron salida para casita con su madre y que esta se hiciera cargo, que estaban sobrepasados de pacientes aún más perturbados.
Su pobre madre tiene más de 80 años y principios de senilidad ¿Así que como coño iba nadie a controlar que se tomase las píldoras? Pues nada, que pasaba de los medicamentos y así su enfermedad volvió libre como un pajarito y se puso en modo berserker de nuevo.
Lo último que sé es que pide que la suelten de nuevo que dice que de verdad de la buena que ahora se va tomar la medicación y sus familiares se asegurarán de que así sea:
Su defensa solicita a los magistrados de la Audiencia Provincial de Madrid que la dejen salir del psiquiátrico para cumplir la medida judicial de 33 años de internamiento que se le impuso al considerar que está equilibrada en la enfermedad que padece, una esquizofrenia paranoide
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A ver qué dice el juez...