Yo de Fernando, en el trato personal, sólo puedo decir cosas buenas. Sé que muchos zurdos y otros no tantos se alegran de que haya muerto porque era Una Bellísima Persona.
Pero ahora os voy a contar algo que quizás os haga verlo de otra forma.
En mis mid thirties paseaba con mi entonces esposa por la avenida Blasco Ibáñez camino de los jardines de Viveros para acercarnos un momento a la Feria del Libro que se organiza anualmente en mayo en dichos jardines. Pasada la facultad de Medicina, justo junto al rectorado nos paramos a esperar a que se ponga el semáforo en verde de la calle Jaume Roig.
Ver el archivos adjunto 134471
Justo en ese momento en sentido contrario, y por esa acera en la que se ve el carril bici se acerca un hombre y se para a esperar en el semáforo. Mi ex esposa me dice en ese momento: "Mira, ese es Sánchez Dragó". Efectivamente lo era, con lo que al ponerse en verde, nos ponemos en movimiento y le saludamos con algún "Buenas tardes, don Fernando". Con lo que en ese instante nos mira, nos sonríe y nos devuelve el saludo. TRUE STORY, bro.
Con lo que
se puede colegir que D. Fernando Sánchez Dragó (o al menos a mí)
SIEMPRE SALUDABA.