Otra obsesión nazi era la sobreingenieria y el gigantismo, por ejemplo los tanques modelo Tiger y Panther eran tan complejos que inicialmente se pasaban más tiempo en el Midas que tirando peladillas.
Para cuando los Kabezabuken sacaban uno los rusos ya habían preparado 12 T-34 en sus fábricas.
Siendo sincero, me sigue fascinando lo que hicieron esos hijoputas arios.
Quitando holocaustos, barrabasadas que son inherentes a una guerra y mucho de literatura alimentada por los vencedores, no es normal que estos tíos fueran los primeros que pusieron en un campo de batalla un avión a reacción, un misil balístico, un fusil de asalto Sturmwegher ( algunos diseñadores de Máuser cayeron en España desarrollando el chopo) bombas guiadas, submarinos de baja detectabilidad, etc... Desarrollos que fueron vitales para la guerra moderna.
Todo esto indica que a nada que hubiera habido un poco de sentido táctico y estratégico, del cual el fuhrer carecía completamente, hoy estaríamos hablando alemán.
Su único pero es cuando prácticamente tenían los mejores científicos para desarrollar una arma atómica, Heisenberg y Hanh, nunca llegaron a un proyecto sólido y no se le dio la prioridad que si dieron los yankees.
Y de las puestas en escena de grandes actos, qué decir con esa perfección, uniformidad, y sincronismo, todavía hoy te dejan con la boca abierta.
Hay que ser honestos, todos en nuestro fuero interno, por h o por b, hemos admirado algunas de las cosas que estos tíos hicieron.
Por cierto, el mayor hito de la historia de la humanidad, pisar la luna, es nazi. El señor que diseñó la V2, Wernher von Braun, fue el director de la NASA y el que pergeñó el programa Apollo que a la postre llegaría a la Luna.
Guste o no, es así. Negar el impacto de los nazis en nuestra sociedad al margen de la guerra, cuyos avances e ingeniería están hoy en muchos casos muy vigentes, es de ser un trasnochado y un paria