HAppy borday to yoooou

John McClane

I ❤ Alfonso
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12 May 2009
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Como buen cumpleaños me he permitido el sexo por dinero.

CHICA
Nombre "artístico"
: Camila
Nacionalidad: Ecuatoriana
Edad aproximada: 48
Fotos falsas o retocadas?: Era ella
Descripción de Cara: fea
Descripción de Cuerpo: gordo pero suave
Descripción de Carácter: ssomnolienta
Fumadora: no sé

CONTACTO
Teléfono: pasión.com
Web/Anuncio:
Dirección: murcia

LUGAR DE ENCUENTRO
Aire Acondicionado/Calefacción: no sé
Discreción del lugar: era un piso compartido, en la otra habitación estaban follando también.
Valoración de las instalaciones: 8/10

SERVICIO
Fecha aproximada de la experiencia: mi cumple
Tarifa contratada: media hora
Duración real del servicio: 14 minutos
Besos: claro
Mamada(con/sin protección): sin y joder...
Cunnilingus: no
Griego: no
Valoración de la experiencia(0 a 10): 4/10
¿Repetirías?: si me invita

Relato del encuentro: Pues cumplo 30 años y dije voy a poner la pica en flandes. Total que me meto a pasión y digo "quiero una madura tostada". wasap, ven, pago y follo. No me corro. Ella está medio dormida, como acatarrada. Se la saco y se asombra. Ya está dura. Me la coge y la menea un poco, Veo cómo se va animando pero mientras me desnudo se suena los mocos y suena súper acatarrada. Me tumbo y me la chupa. Buena mamanda, se intuye la arcada. No es que gaste una súper polla pero mira, se la goza. Me calza la goma y me folla. Yo mirando una pared. ¿Te gusta? me pregunta, yo le respondo como varias empujonas y cambiando a cuatro patas "te parece que me guste?" le pregunto. Se lo goza pero en el fondo no. Se me cae la chorra y no recupero la dureza. Se aparta, me quita la goma y me suelta que buen polvazo, cariño. Me visto, le pago, le digo que no me he corrido y me da un beso. Subo al coche, me enciendo un piti y pongo radio3. Acabo de llegar y me he hecho una paja con amy raid.​
 
Última edición:
¿Le has comido el culo? ¿le cuelgan pellejos de la seta? ¿Te has equivocado en algún momento y te has dirigido como Fonsi?
 
Pues no sé por qué no te has comido una buena polla, ¿de qué vas de edgy?
 
Pon la foto hijodeputa.
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Todo esto se lo deberías contar a un psicoanalista. Tienes un conflicto grave en tu interior que te empuja a la autodestrucción.
 
Esta es la última que me he follado yo. En el anuncio pone que 51 años, imagina la edad que tendrá. Llamo y, cómo no, me cita en un bloque viejo típico barrio de gitanos y panchitos de todos los tonos oscuros. Penumbra, olor a cerrado, casa particular, al ir a la habitación picadero tengo que pasar por el salón donde hay un adolescente en una esquina pegado a la pantalla de un ordenador que no se gira, supongo que por discreción. Piso viejo, paredes de papel, entro con la vieja en la habitación y solo un tabique nos separa de su nieto o hijo o lo que putamadre fuese. ¿Cuánto?, ¿qué haces? Ya oír a la puta venderse y saber que el hijo o nieto lo está escuchando desde el otro lado me pone muy cachondo, y ese es el trabajo de una puta, poner cachondo al cliente.
Acepto sus honorarios, apoquino, me desnudo, y dice que me tengo que lavar. Me lleva a un baño pequeño y viejo, me lava. Volvemos a la habitación y le como todo el coño viejo, ella me la chupa. Es vieja, muy vieja pero se conserva bien para ser: vieja, panchita y pobre.
Se retuerce como simulando placer, sigo hurgando con mi lengua en aquel agujero viejo y dado de sí. Hace como que se corre, le tiembla el cuerpo, me aprieta con sus manos huesudas y de uñas largas mi cabeza contro su ajada entrepierna. Contiene los gritos; es puta pero una señora. Me dice que le apriete las tetas, que le gusta. Son tetas caídas de cabra, me pregunto que a cuántos cabezones habrán amamantado allende los mares. Y le doy un lametazo por instinto a los pezones, ya no tienen sabor sino a queso fresco rancio de la nevera.
Veo que hace como que le gusta e intento follar a pelo, dice que no, digo que venga, dice que no en susurros, digo que sí, que no, que por seguridad por ella y por mí. Que no tengo nada, le digo, Que no, dice.
Me pone un pinche condón y me follo a aquella puta de mierda, me corro. Que si me ha gustado, que a ella sí, que es multiorgasmica y zzzzz.
Venga, que sí, puta de mierda, pienso. Me doy la vuelta y le digo que me haga un masaje hasta que se cumpla el tiempo. Tienen las manos finas, como todas las abuelas, y el tiempo llega a su fin. Me visto y me voy al piso de las chinas a que me den un masaje con final feliz por 50€.
Al salir de la habitación ya no estaba el muchacho en su rincón del salón, me hubiese gustado verle allí porque mientras follaba sentía su presencia al otro lado del tabique.

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Última edición:
¿30 años tienes tú?

YO ME CAGO EN TOA TU PUTA MADRE
 
Para resultar más decadente la experiencia en el momento de la coyunda de este par de foreros con sus respectivas señoritas de compañía , debería haber sonado en ese momento alguna balada de los Scorpions .
 
Esta es la última que me he follado yo. En el anuncio pone que 51 años, imagina la edad que tendrá. Llamo y, cómo no, me cita en un bloque viejo típico barrio de gitanos y panchitos de todos los tonos oscuros. Penumbra, olor a cerrado, casa particular, al ir a la habitación picadero tengo que pasar por el salón donde hay un adolescente en una esquina pegado a la pantalla de un ordenador que no se gira, supongo que por discreción. Piso viejo, paredes de papel, entro con la vieja en la habitación y solo un tabique nos separa de su nieto o hijo o lo que putamadre fuese. ¿Cuánto?, ¿qué haces? Ya oír a la puta venderse y saber que el hijo o nieto lo está escuchando desde el otro lado me pone muy cachondo, y ese es el trabajo de una puta, poner cachondo al cliente.
Acepto sus honorarios, acoquino, me desnudo, y dice que me tengo que lavar. Me lleva a un baño pequeño y viejo, me lava. Volvemos a la habitación y le como todo el coño viejo, ella me la chupa. Es vieja, muy vieja pero se conserva bien para ser: vieja, panchita y pobre.
Se retuerce como simulando placer, sigo hurgando con mi lengua en aquel agujero viejo y dado de sí. Hace como que se corre, le tiembla el cuerpo, me aprieta con sus manos huesudas y de uñas largas mi cabeza contro su ajada entrepierna. Contiene los gritos; es puta pero una señora. Me dice que le apriete las tetas, que le gusta. Son tetas caídas de cabra, me pregunto que a cuántos cabezones habrán amamantado allende los mares. Y le doy un lametazo por instinto a los pezones, ya no tienen sabor sino a queso fresco rancio de la nevera.
Veo que hace como que le gusta e intento follar a pelo, dice que no, digo que venga, dice que no en susurros, digo que sí, que no, que por seguridad por ella y por mí. Que no tengo nada, le digo, Que no, dice.
Me pone un pinche condón y me follo a aquella puta de mierda, me corro. Que si me ha gustado, que a ella sí, que es multiorgasmica y zzzzz.
Venga, que sí, puta de mierda, pienso. Me doy la vuelta y le digo que me haga un masaje hasta que se cumpla el tiempo. Tienen las manos finas, como todas las abuelas, y el tiempo llega a su fin. Me visto y me voy al piso de las chinas a que me den un masaje con final feliz por 50€.
Al salir de la habitación ya no estaba el muchacho en su rincón del salón, me hubiese gustado verle allí porque mientras follaba sentía su presencia al otro lado del tabique.


Eres un héroe Verruga, que se te ponga dura con algo así sólo está reservado a los elegidos. Además con más de 40 tacos que tienes, jodo.
 
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¿30 años tienes tú?

YO ME CAGO EN TOA TU PUTA MADRE

Cágate, cágate, y con razón lol. Tampoco voy a durar muchísimo, ya jovensito me dijeron que tenía una clara insuficiencia cardíaca diastólica. La muerte lenta. Mi fin está escrito en forma de chocapic en el pecho y al suelo como un saco harina. Y yo que me alegro.
 
Esta es la última que me he follado yo. En el anuncio pone que 51 años, imagina la edad que tendrá. Llamo y, cómo no, me cita en un bloque viejo típico barrio de gitanos y panchitos de todos los tonos oscuros. Penumbra, olor a cerrado, casa particular, al ir a la habitación picadero tengo que pasar por el salón donde hay un adolescente en una esquina pegado a la pantalla de un ordenador que no se gira, supongo que por discreción. Piso viejo, paredes de papel, entro con la vieja en la habitación y solo un tabique nos separa de su nieto o hijo o lo que putamadre fuese. ¿Cuánto?, ¿qué haces? Ya oír a la puta venderse y saber que el hijo o nieto lo está escuchando desde el otro lado me pone muy cachondo, y ese es el trabajo de una puta, poner cachondo al cliente.
Acepto sus honorarios, acoquino, me desnudo, y dice que me tengo que lavar. Me lleva a un baño pequeño y viejo, me lava. Volvemos a la habitación y le como todo el coño viejo, ella me la chupa. Es vieja, muy vieja pero se conserva bien para ser: vieja, panchita y pobre.
Se retuerce como simulando placer, sigo hurgando con mi lengua en aquel agujero viejo y dado de sí. Hace como que se corre, le tiembla el cuerpo, me aprieta con sus manos huesudas y de uñas largas mi cabeza contro su ajada entrepierna. Contiene los gritos; es puta pero una señora. Me dice que le apriete las tetas, que le gusta. Son tetas caídas de cabra, me pregunto que a cuántos cabezones habrán amamantado allende los mares. Y le doy un lametazo por instinto a los pezones, ya no tienen sabor sino a queso fresco rancio de la nevera.
Veo que hace como que le gusta e intento follar a pelo, dice que no, digo que venga, dice que no en susurros, digo que sí, que no, que por seguridad por ella y por mí. Que no tengo nada, le digo, Que no, dice.
Me pone un pinche condón y me follo a aquella puta de mierda, me corro. Que si me ha gustado, que a ella sí, que es multiorgasmica y zzzzz.
Venga, que sí, puta de mierda, pienso. Me doy la vuelta y le digo que me haga un masaje hasta que se cumpla el tiempo. Tienen las manos finas, como todas las abuelas, y el tiempo llega a su fin. Me visto y me voy al piso de las chinas a que me den un masaje con final feliz por 50€.
Al salir de la habitación ya no estaba el muchacho en su rincón del salón, me hubiese gustado verle allí porque mientras follaba sentía su presencia al otro lado del tabique.

Se me han quitado las ganas de follar para un mes.
 
Y encima le ha costado 50 dineros.
La prosa de Verruga es excelente cuando se trata de describir la miseria, la sordidez, la decrepitud. En ese texto he podido notar todo el peso de la negrura que lleva dentro, toda la opresión de ese ambiente, lo sucio del sexo. Se me ha puesto un nudo en la garganta y ahora la mera idea de follar me da axso.
 
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