Yo dejé de fumar hace meses y lo dejé de golpe y entero. La cuestión es realmente simple. Si te apetece fumarte un cigarro, racionaliza la situación antes de dejarte llevar. Piensa que no hay niguna fuerza misteriosa que guíe tu mano hacia el paquete y coja el mechero. Eres tú mismo el que lo decide y lo hace, de manera que, cuando te entren ganas, simplemente niégatelo. No te explotará la cabeza ni se te saldrán los ojos de la cara ni te dará un infarto. Lo que pasará es que no fumarás y todo seguirá igual. Dar las órdenes a tus brazos y piernas para que estén quietos es realmente simple. Y piensa tambien que cada día que pases sin fumar significará que al día siguiente te será mucho más fácil seguir negándote el tabaco. Cada vez lo desearás menos, hasta que llegue algún día en que no lo necesites en absoluto. Yo llevo como 3 o 4 meses sin fumar y a estas alturas, hay días en que no me acuerdo en absoluto del tabaco y de higos a brevas siento que me fumaría muy a gusto uno (por supuesto, llegado a este punto es facilísimo decirme no a mí mismo).
Suerte.