Te diré que a mi a veces me ha pasado lo mismo, de eso que se acerca el verano y digo "bueno, voy a ver si se me marca la chocolatina del estómago, como dice mi amiwito el hijo de la huerta", y a comer pechuga pavo y leches.
Pues es una mierda, porque cada vez que pensaba esas cosas, parece que mi madre tenía un sexto sentido y se dedicaba a traer a mi casa esos días pues cruasanes, ensaimadas, donetes, donuts, y demás parafernalia horripilante, y claro, uno no es de goma (o de piedra, como prefiera el ente lector.
Así que lo que hacía era salir a la calle en uno de estos días de sol tan agradables, y observar a la gran cantidad de tías buenas que hay por esta zona. No sé si el sol es que ahuyenta a las feas y gordas, pero siempre que hacía eso sólo había tías buenísimas. Y decía yo: pues psé, yo quiero ser como ellas pero en versión machote. Ahí ya no me hacía falta ni fuerza de voluntad ni leches en vinagre, mis deseos de aprovechar el incipiente verano al máximo me daban la fuerza sobrehumana suficiente.
¿Cómo conseguirlo, además de con eso? Fácil. Lo mejor es, aunque te cueste mucho, estar dos o tres días comiendo lo justo justo justo, sin pan y bebiendo antes y después de la comida, nunca en medio. Sobre todo, el secreto está en comer bocados muy pequeños y comiendo lentamente. Me llenaba casi en seguida, aunque comiese muy poco, y comía dos veces al día. Tras esos dos o tres días, ya casi no tenía apetito para nada, sólo comía para alimentarme. Aunque me pusieran el manjar más suculento delante, apenas me apetecía, así que con un poquito de fuerza de voluntad (apenas la necesitaba) podía olvidarlo fácilmente. Si haces eso ya verás como te baja mucho el apetito y te llenas mucho más fácilmente, y no hará falta que te alimentes sólo a base de pechuga pavo y lechuga (la lechuga tiene muchos hidratos de carbono, mejor déjala), sino a base de cualquier carne a la plancha. El emperador a la plancha te lo recomiendo porque si comes lento y tal, te llena lo suficiente y además te quita bastante el apetito.
Lo bueno es que después del verano siempre puedo volver a mi régimen de pizzas y cocacolas pertinente.