La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, reclamó al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, el pasado lunes, las dimisiones de su 'número dos' en el PP valenciano, Ricardo Costa, y del vicepresidente primero del Consell, Vicente Rambla, por su implicación en el último escándalo de la trama Gürtel. Horas después de esta dura conversación le exigiría públicamente que actuara con "contundencia".
Pero las reconvenciones de la 'número dos' de Rajoy no han surtido efecto en Camps. Al menos, de momento. Por la tarde fue directamente Mariano Rajoy quien habló hasta en tres ocasiones con el presidente valenciano -a las 19.00, 21.00 y 23.00-, en un tono más distendido.
Sin embargo, las llamadas sólo sirvieron para confirmar la resistencia del presidente valenciano a someterse a los dictados de Génova y acometer una limpia que considera injusta. Camps tiene otra hoja de ruta. Y por primera vez, de forma pública y notoria, difiere de la de Rajoy.
Mientras el partido está pidiéndole que depure responsabilidades para aliviar el daño que este tema hace el PP, Camps opta por no hacer nada. Más aún, su único paso el debate de Política General fue para ratificar el distanciamiento con Génova.