En los años 80, en EEUU, se creó una asociación llamada PMRC (Parents Music Resource Center), que se dedicaba a censurar discos, ya que consideraban que las letras de muchos grupos podían antetar contra la dignidad y la integridad de la juventud. Estaba formada por gente igual de subnormal que los que quieren censurar el porno o criminalizarlo. Querían censurar la música.
Resulta que se volvieron absolutamente locas, incluso escuchaban los discos al revés intentando encontrar mensajes satánicos o mensajes subliminales.
En esto que un chaval se suicidó escuchando a JUDAS PRIEST (lo podía haber hecho con Vivaldi, pero lo hizo con los dioses Judas Priest). Denunciaron al grupo e intentaron sacar tajada. En el juicio escuchaban el disco al revés intentando encontrar la palabra "Do It".
Mira Rob Halford petándolo en el juicio cantando como el puto Dios que es, explicando su técnica de respiración y como cantaba:
Al final, esas putas subnormales meapilas, consiguieron el efecto contrario. Los discos más vendidos eran los más censurados.
El porno es la educación sexual de la juventud, y no todo el porno es asqueroso, hay porno soft e incluso escenas eróticas donde no se ve pelo.
No se puede criminalizar ninguna industria, se puede criminalizar las sociedades. El chaval que se suicidó escuchando a los JUDAS, era un puto drogata y sus padres unos muertos de hambre. Sentido común, la educación empieza en casa. Si la sociedad está enferma, consume porno enfermo, y escucha música de mierda como el reguetón y cualquier escoria mierdosa asquerosa latina.
Es muy fácil culpar al porno, a la música, a los video juegos y a todo lo que no sea nuestro papel como sociedad. Se intentó con la música, con los libros, y con todo tipo de creación artística y cultural, siempre es el mismo tipo de gente.
@El bedel, lee atentamente mi masuno, pero no me discutas sin utilizar el sentido común.