Main man
Limpia, fija e invita a putas a coca-colas
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Mirad el calendario, hijos de la gran puta. Miradlo, encended vuestras velas y postraos, porque es un día para recordar. Hoy se cumplen 37 años y 255 días de la muerte del más grande. Del Único y Verdadero. Del Mito. De la Leyenda.
LA MUERTE DE BRUCE LEE
Es deber del forero medio rendir culto y pleitesía a este hombre sin par. Epilepsia, aneurisma, barbirtúricos, ataque cardíaco, muerte súbita, caspa... Sandeces. El Pequeño Dragón murió en extrañas circunstancias, como mueren los grandes, aunque hoy todos sabemos gracias a nuestros contactos en la revista El pistolero solitario que Bruce Lee fue asesinado por los ocultos maestros del Kung-Fu.
En efecto, esa oscura secta, dueña de los secretos más arcanos de todas las disciplinas de la lucha oriental, habían avisado al Pequeño Dragón. Los misterios de las Artes Marciales no debían ser conocidos por Occidente. Sin embargo, Lee Jun Fan, hijo de Jun, conocido como Bruce Lee, tenía más cojones que cuarenta curas sordos y despreció levantando una ceja y poniendo el muslo contra el trapecio las veladas amenazas de los ocultos maestros.
Cuando un sensei galáctico proyectó sobre la pared de su dojo una película en la que su hijo aún no nacido, Brandon, moría en un todavía inexplicable accidente mientras rodaba una película para emos con pretensiones, Bruce Lee no reflejó expresión alguna en su rostro. Cuando asesinaron a su madre, violaron a su padre y se comieron sus gallinas, Bruce Lee no se amilanó un ápice. Y sólo cuando lo sujetaron entre 478 guerreros y le dieron por el culo con un nunchaku del tamaño del pintalabios de Carmen de Mairena, Bruce Lee se relamió los labios (poco) y musitó con voz grave una críptica sentencia que nadie entendió entonces: "Lo habéis conseguido. Cagaré como el rojo del atardecer sobre los templos shaolin pero sólo hasta que Muammar el-Gadafi aparezca en la CNN bajo un paraguas gris y hasta que las mujeres del sol naciente no puedan seguir metiéndose pulpos por el coño. LOL".
Bruce Lee, aquel que apaleó al Texas ranger que ha contado hasta el infinito dos veces y se hizo un llavero con las pelotas de Kareem Abdul Jabbar, aquel que se inventó el Jeet Kune Do mientras Elvis se hacía pajas, ha dejado un legado que debemos honrar.
Estemos preparados, pues la profecía se ha cumplido.
Es deber del forero medio rendir culto y pleitesía a este hombre sin par. Epilepsia, aneurisma, barbirtúricos, ataque cardíaco, muerte súbita, caspa... Sandeces. El Pequeño Dragón murió en extrañas circunstancias, como mueren los grandes, aunque hoy todos sabemos gracias a nuestros contactos en la revista El pistolero solitario que Bruce Lee fue asesinado por los ocultos maestros del Kung-Fu.
En efecto, esa oscura secta, dueña de los secretos más arcanos de todas las disciplinas de la lucha oriental, habían avisado al Pequeño Dragón. Los misterios de las Artes Marciales no debían ser conocidos por Occidente. Sin embargo, Lee Jun Fan, hijo de Jun, conocido como Bruce Lee, tenía más cojones que cuarenta curas sordos y despreció levantando una ceja y poniendo el muslo contra el trapecio las veladas amenazas de los ocultos maestros.
Cuando un sensei galáctico proyectó sobre la pared de su dojo una película en la que su hijo aún no nacido, Brandon, moría en un todavía inexplicable accidente mientras rodaba una película para emos con pretensiones, Bruce Lee no reflejó expresión alguna en su rostro. Cuando asesinaron a su madre, violaron a su padre y se comieron sus gallinas, Bruce Lee no se amilanó un ápice. Y sólo cuando lo sujetaron entre 478 guerreros y le dieron por el culo con un nunchaku del tamaño del pintalabios de Carmen de Mairena, Bruce Lee se relamió los labios (poco) y musitó con voz grave una críptica sentencia que nadie entendió entonces: "Lo habéis conseguido. Cagaré como el rojo del atardecer sobre los templos shaolin pero sólo hasta que Muammar el-Gadafi aparezca en la CNN bajo un paraguas gris y hasta que las mujeres del sol naciente no puedan seguir metiéndose pulpos por el coño. LOL".
Este tío se inventó la palabra molar.
Si alguna vez has sido así, molas. Si no, be a dry shit.
Si alguna vez has sido así, molas. Si no, be a dry shit.
Bruce Lee, aquel que apaleó al Texas ranger que ha contado hasta el infinito dos veces y se hizo un llavero con las pelotas de Kareem Abdul Jabbar, aquel que se inventó el Jeet Kune Do mientras Elvis se hacía pajas, ha dejado un legado que debemos honrar.
Estemos preparados, pues la profecía se ha cumplido.