El primer chocho que toque fue haciendole las viejas a Manuela. Una gorda de mi pueblo que era el ser mas repelente y tocacojones que ha existido nunca. Yo tendria unos diez años
Siempre estaba la mongola con los tios, nunca se juntaba con las tias. Y el caso es que estaba con nosotros para tocar los cojones, Nos reventaba todos los juegos y por mas que la mandabamos a tomar por culo, la insultabamos y nos metiamos con su cordura tirandole los restos de los bocadillos de chorizo que nos comiamos, la muy puta ni se inmutaba. Al final saliamos corriendo para irnos a otro sitio y ella corria detras nuestra, pero a los 50 metros se paraba por que le faltaba el aire.
Un dia que habia llovido y estaba todo lleno de barro asomo ella con su botas de agua. Entoces eran todas azul marino con una banda blanca arriba, tanto para hombres como para mujeres, y solo se ponian cuando llovia y los adultos para regar, no como ahora, que se las ponen para ir al centro de comprar en dias soleados y son de lo mas fashion. El caso es que alli estabamos todos llenos de barro hasta las cejas, ninguno llevaba botas y en eso asoma el escuerzo tocando los cojones, para variar, diciendo que ella tenia botas para meterse en el barro y nosotros no.
El caso es que alguien le tiro un pegote de barro, nunca se supo quien, y por una vez vimos que se altero al verse el pecho manchado. Asi que todos comenzamos a tirarle barro. Alguien grito, hagamosle las viejas, y ella al oir aquello salio corriendo. Unos cuantos salimos corriendo tras ella, y a los diez metros era nuestra.
Arrastrandola fue derecha al barro y mientras unos la sujuetaban. otro y yo le bajamos la bragas. Mientras le ponia barro en la bragas yo miraba un chochillo rosa de gorda y con tres pelos rubios. No se por que, pero lleve mi mano alli y empece a palparlo. Al principio con delicadeza, despues con ansia. Cuando vi que la raja se abria probe a ver que habia alli dentro, todo esto con las manos lleñas de barro y las uñas que parecian las de un jabali. Pero no pudo ser . El otro ya habia llenado las bragas de barro y me dijo que le ayudase a subirselas.
Una vez completada la operacion la dejamos en pie, todo un detalle por nuestra parte, en vez de dejarla tirada en el barro. No podia ni andar mientras nosotros nos reiamos a boca llena. Uno se fue para ella, le dio una patada en el culo y el barro le chorreo piernas abajo como si se hubiese cagado. Triunfantes nos fuimos de alli.
Solo recuerdo satisfaccion por aquello y algo de curiosidad
Las hostias de mi padre al dia siguiente las cuento en el hilo de las travesuras.
Como no, yo siempre más. Mis mensajes valen para dos hilos, así que continuo por aquí.
Después de aquello nos fuimos tranquilamente a seguir haciendo daño por el pueblo. Estábamos tranquilos y no temíamos nada. Hacer las viejas era algo normal en aquella época en todas sus variantes, barro, meado, escupitajos...
Al día siguiente vino la madre con la gorda inmunda a mi casa. No lo esperaba y no se a que coño vino aquello, además me pilló en casa y a mi padre también.
Pues se lo contaron a mis padres. Yo lo escuchaba desde el pasillo todo con los nervios que se me salían por las orejas, que tensión pase.
Mi madre le dijo que eran cosas de críos, a lo que la otra madre asintió. Pero entonces contó lo del coño. Contó lo que a ella le salió del coño, nunca mejor dicho. Soltó que le habíamos metido todos los dedos en el coño, que se lo habíamos llenado de barro y que le habíamos intentado meter un palo.
Yo alucinaba, flipaba y me indignaba, a punto estuve de salir a protestar, pero los dos carraspeos de mi padre hicieron que se me escaparan dos peos como dos melocotones y seguí detrás de la puerta. Le estaba temiendo a que se fueran. No sabía por que pero aquello tenía mala pinta.
Cuando se fueron me llamaron a la cocina. Conforme entre mi madre me pilló de los pelos y casi término en la lumbre. Entonces me pilló mi viejo de un brazo y me dijo que le contará la verdad.
Se lo conté mientras mi madre no dejaba de interrumpir histérica pérdida y mi padre diciendole que se callara. Si no esta mi padre allí me saca los ojos y me mata mi madre.
-Le has hecho las viejas entonces no??
- Si papa
Hostion. A mano abierta
- Ahora lo otro, venga.
Se lo cuento. Hostion a mano abierta y mi madre tirandome de los pelos a dos manos.
- No me mientas.
-Que no papa. Yo sólo le toque el chocho por encima.
Otro tiron de pelos.
-Juan le bajo las bragas y yo le toque el chocho, lo otro es mentira. Que es una mentirosa.
Allí a mi padre le cambio la cara y me solto del brazo. Mire a mi madre de reojo, esperando que me arrancase otro puñado de pelos, pero no lo hizo.
-Tira a tu cuarto
Y allí me fui con el oído pitandome de la hostia de mi padre y la cabeza pegándose unos pinchazos de los tirones de mi madre. Me llamaron para cenar y lo único que me dijo mi padre cuando no estaba mi madre es que a las gordas no me acercara nunca, que ya estaba viendo lo malas que eran.
Esa tambien fue la primera gran soba que me dieron