miliu
Cronista Alanordista
- Registro
- 8 May 2013
- Mensajes
- 20.183
- Reacciones
- 20.012
Quede claro antes de comenzar que en este hilo se prioriza el trabajo en los hornos, tahonas y sitios donde se trabaje más la bollería y el producto propio del horno más que la repostería propiamente dicha, que las cremas francesas y la mantequilla overdose. Almendra marcona, harina, canela, azúcar, pasas, aceite, pistachos, miel, huevos, agua... Ingredientes sencillos que debidamente bien utilizados nos deleitan con dulces con los que se abre el cielo ante nosotros. También hablaremos de las opciones saladas, tan ricas o más que las dulces. Hablaré de las zonas que conozco o donde he probado alguna de la bollería más deliciosa o para tener en cuenta, pero no estaría mal que entre todos los foreros hagamos un mapa de la España más dulce, proponiendo siempre la máxima calidad y el producto bien acabado. Obviemos la repostería industrial, por favor. Si sabéis de sitios en otras zonas de Europa no os cortéis en sugerirlos.
He leído un artículo hablando de varios sitios de Valencia y realmente coincido bastante con el autor, bastante conocido en la zona. Curiosamente visita en su mayoría locales del barrio donde he vivido gran parte de mi vida, con lo que muchos son sitios que he ido con asiduidad. Empezaré copiándole unos muchos y añadiendo otros.
Curasanes de almendra Marcona de Moreno Ponce. Primero de mi barrio, los he comprado a cientos cuando volvía de correr por las mañanas, pues mi ex y mis hijos eran adictos a ellos. No solo llevan una pasta de almendras, sino que llevan algo de miel y cuando al tío le sale del nabo, un poco de chocolate negro. Contundentes, pero pequeños. Carillos, eso sí. Y el hornero no los hace todos los días, así que puedes acercarte y que no los tenga. Calle Vila Barberá con Gil y Morte, cerca de la estación del Norte. 9,5/10. Otras cosas interesantes es todo lo salado que tiene y arroces para llevar, pero nos quedamos con los curasanes.
Magdalenas de manzana de Horno Miralles, en Ángel Guimerá, casi esquina con la Gran Vía Fernando el Católico. En realidad de Miralles cualquier cosa que hacen con manzana está buena, de hecho el hojaldre con manzana es más ligero que una tatin o las mismas magdalenas pero con un sabor cojonudo. Trabajan bien el chocolate y las frivolidades. Muy majas las mujeres que atienden, aunque ya no está Pepa, que es un encanto de mujer.
Milhojas de crema de Aspai, también junto a Ángel Guimerá, en la calle Alberique (una de las del mercado de Abastos). Este es un obrador de nivelón y de nueva apertura, estamos hablando de que seguimos en el mismo barrio que las anteriores, junto al recomendable Rausell (@Troy McClure). En realidad entraría a recomendarlo también cuando hablemos de pan, pero aparte de sus cremas y tal, recomendaría su torta de pasas y nueces (recomendaré otros lados de este dulce, creo que muy valenciano).
Seguimos en la calle Ángel Guimerà, que es un paraíso en este sentido y nos quedamos en el horno de Vicente Raimundo, enfrente de Raussell. No es raro que los domingos haya dos carriles con coches con los warnings esperando a que salgan por un lado con dulces de Raimundo y por otro con comida de Rausell. Aunque Raimundo es más conocido por su pan y por su reposteria sus curasanes de chocolate negro o de oreo son recomendables. También sus ensaimadas, crujientes y bien alveoladas.
En la calle paralela, en Calixto III nos encontramos con Tonet i Roseta, un horno que lleva la tira de años. En el artículo recomienda los malfets, sobrantes de la masa de los croissants a los que se le añaden nueces:
Como he pasado tiempo en el lugar, pues no era raro llevar a merendar a mis hijos allí algunos viernes o esperando a que acabase alguna de las extraescolares recomiendo sus palitos de sobrasada o anchoa. Tienen una horchata más que digna para no ser horchatería, no sé quién se la suministrará, pero es buena, para mojar rosquilletas que también hacen ellos.
Todos los locales de los que os hablo tienen el propio obrador en el sitio, es decir que es todo artesano, no de obradores industriales o locales que simplemente mantienen caliente la bollería que les llega de otros lados.
Torta de pasas y nueces de Casaní, otro más del que no salimos del barrio. Curiosamente quien lleva los dos hornos que tienen (José), Casaní y Comedias (en la calle Comedias) es un compañero de clase en el cole que era un auténtico desastre como estudiante, apenas se sacó la EGB. Empezó pronto como aprendiz y ha llegado a llevar todo aquello, con unas 15 personas en plantilla.
De Casaní me parece muy bien traída la tradicional coca de pasas y nueces, que la bordan, aunque tienen muy rico todo lo que lleva anís, manzana o jengibre. Muy tradicional y muy valenciano todo. Buen pan también. Antes en Maestro Sosa, están en la calle Jesús y en la céntrica Jorge Juan, en la zona top que diría nuestro Ferris.
Pasteles de boniato, calabaza y cabello de ángel en el Forn Desamparats en la calle Guillem Sorolla de Valencia. Un clásico de estos pastelitos que asocio a las navidades pero que tienen durante todo el año. Muy recomendables, también no comerlos en gran cantidad.
Continuo en siguientes posts porque hay bastantes más.
He leído un artículo hablando de varios sitios de Valencia y realmente coincido bastante con el autor, bastante conocido en la zona. Curiosamente visita en su mayoría locales del barrio donde he vivido gran parte de mi vida, con lo que muchos son sitios que he ido con asiduidad. Empezaré copiándole unos muchos y añadiendo otros.
Curasanes de almendra Marcona de Moreno Ponce. Primero de mi barrio, los he comprado a cientos cuando volvía de correr por las mañanas, pues mi ex y mis hijos eran adictos a ellos. No solo llevan una pasta de almendras, sino que llevan algo de miel y cuando al tío le sale del nabo, un poco de chocolate negro. Contundentes, pero pequeños. Carillos, eso sí. Y el hornero no los hace todos los días, así que puedes acercarte y que no los tenga. Calle Vila Barberá con Gil y Morte, cerca de la estación del Norte. 9,5/10. Otras cosas interesantes es todo lo salado que tiene y arroces para llevar, pero nos quedamos con los curasanes.
Magdalenas de manzana de Horno Miralles, en Ángel Guimerá, casi esquina con la Gran Vía Fernando el Católico. En realidad de Miralles cualquier cosa que hacen con manzana está buena, de hecho el hojaldre con manzana es más ligero que una tatin o las mismas magdalenas pero con un sabor cojonudo. Trabajan bien el chocolate y las frivolidades. Muy majas las mujeres que atienden, aunque ya no está Pepa, que es un encanto de mujer.
Milhojas de crema de Aspai, también junto a Ángel Guimerá, en la calle Alberique (una de las del mercado de Abastos). Este es un obrador de nivelón y de nueva apertura, estamos hablando de que seguimos en el mismo barrio que las anteriores, junto al recomendable Rausell (@Troy McClure). En realidad entraría a recomendarlo también cuando hablemos de pan, pero aparte de sus cremas y tal, recomendaría su torta de pasas y nueces (recomendaré otros lados de este dulce, creo que muy valenciano).
Seguimos en la calle Ángel Guimerà, que es un paraíso en este sentido y nos quedamos en el horno de Vicente Raimundo, enfrente de Raussell. No es raro que los domingos haya dos carriles con coches con los warnings esperando a que salgan por un lado con dulces de Raimundo y por otro con comida de Rausell. Aunque Raimundo es más conocido por su pan y por su reposteria sus curasanes de chocolate negro o de oreo son recomendables. También sus ensaimadas, crujientes y bien alveoladas.
En la calle paralela, en Calixto III nos encontramos con Tonet i Roseta, un horno que lleva la tira de años. En el artículo recomienda los malfets, sobrantes de la masa de los croissants a los que se le añaden nueces:
Como he pasado tiempo en el lugar, pues no era raro llevar a merendar a mis hijos allí algunos viernes o esperando a que acabase alguna de las extraescolares recomiendo sus palitos de sobrasada o anchoa. Tienen una horchata más que digna para no ser horchatería, no sé quién se la suministrará, pero es buena, para mojar rosquilletas que también hacen ellos.
Todos los locales de los que os hablo tienen el propio obrador en el sitio, es decir que es todo artesano, no de obradores industriales o locales que simplemente mantienen caliente la bollería que les llega de otros lados.
Torta de pasas y nueces de Casaní, otro más del que no salimos del barrio. Curiosamente quien lleva los dos hornos que tienen (José), Casaní y Comedias (en la calle Comedias) es un compañero de clase en el cole que era un auténtico desastre como estudiante, apenas se sacó la EGB. Empezó pronto como aprendiz y ha llegado a llevar todo aquello, con unas 15 personas en plantilla.
De Casaní me parece muy bien traída la tradicional coca de pasas y nueces, que la bordan, aunque tienen muy rico todo lo que lleva anís, manzana o jengibre. Muy tradicional y muy valenciano todo. Buen pan también. Antes en Maestro Sosa, están en la calle Jesús y en la céntrica Jorge Juan, en la zona top que diría nuestro Ferris.
Pasteles de boniato, calabaza y cabello de ángel en el Forn Desamparats en la calle Guillem Sorolla de Valencia. Un clásico de estos pastelitos que asocio a las navidades pero que tienen durante todo el año. Muy recomendables, también no comerlos en gran cantidad.
Continuo en siguientes posts porque hay bastantes más.
Última edición: