Jacques de Molay
Freak total
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Bueno, señores, creo que este es un tema que da para debatir largo y tendido.
Personalmente creo que tras la muerte de Jorge Luis Borges la literatura en lengua española está huérfana de guía y maestro.
Si no hubiera sido por la contribución de los autores sudamericanos el siglo XX (tras la fallida y sobrevalorada, a mi modo de ver, Generación del 27), hubiera sido por completo estéril para nuestras letras.
Sólo los nombres de Borges, y en menor medida (a mi entender), Cortázar o Rulfo han dignificado nuestro idioma. Muy por debajo de ellos quedan otros autores americanos como Mujica Laínez, García Márquez, Octavio Paz, Bioy Casares o Vargas Llosa...
En España, sequía total de talento, los del 27 sólo fueron fuegos de artificio (hasta el punto que el mejor escritor de esa generación fue Dalí, me remito a sus memorias) y después, Cela, Torrente Ballester, Delibes, etc. no están a la altura de los sudamericanos. El último gran autor español fue Valle-Inclán y no está ni de lejos al nivel de los clásicos de nuestra lengua o de los autores extranjeros de su generación (por Dios, en Francia tenían a Proust y los griegos a Cavafis!).
De los autores posteriores mejor ni hablar. Alguna poesía de los novísimos y poco más. Pero creo que es un mal extendido a otras literaturas más importantes que la nuestra. De lo cual trataremos en el futuro, Deo volente.
Personalmente creo que tras la muerte de Jorge Luis Borges la literatura en lengua española está huérfana de guía y maestro.
Si no hubiera sido por la contribución de los autores sudamericanos el siglo XX (tras la fallida y sobrevalorada, a mi modo de ver, Generación del 27), hubiera sido por completo estéril para nuestras letras.
Sólo los nombres de Borges, y en menor medida (a mi entender), Cortázar o Rulfo han dignificado nuestro idioma. Muy por debajo de ellos quedan otros autores americanos como Mujica Laínez, García Márquez, Octavio Paz, Bioy Casares o Vargas Llosa...
En España, sequía total de talento, los del 27 sólo fueron fuegos de artificio (hasta el punto que el mejor escritor de esa generación fue Dalí, me remito a sus memorias) y después, Cela, Torrente Ballester, Delibes, etc. no están a la altura de los sudamericanos. El último gran autor español fue Valle-Inclán y no está ni de lejos al nivel de los clásicos de nuestra lengua o de los autores extranjeros de su generación (por Dios, en Francia tenían a Proust y los griegos a Cavafis!).
De los autores posteriores mejor ni hablar. Alguna poesía de los novísimos y poco más. Pero creo que es un mal extendido a otras literaturas más importantes que la nuestra. De lo cual trataremos en el futuro, Deo volente.