He llegado tarde y durmiendo poco. Hemos empezado con el juego habitual de miraditas+hacerse ella la interesante. Al final de la turrina hemos coincidido en la leg curl. Ella tirando con 30, yo con 55. Me ve esperando y cuando acaba su serie me ofrece alternarnos. Le pregunto cómo está.
- Bien, ¿Y tú? (Esta es la primera vez que me pregunta algo)
- Bien, vengo de dormir tres horas pero sobrevivo.
- Anda, ¿Y eso? (Segunda vez)
- Una guardia.
- ¿A qué te dedicas? (Tercera vez)
- *Censurado*
- Vaya, no sé cómo te quedan ganas de venir aquí.
- Ya ves, se le acaba cogiendo vicio a esto. Ya dormiré por la tarde.
- Eso sí...
- Tú no podrás hacer eso, claro, con tus clases imagino
- Sí, no es una opción para mí
Hace su última serie, totalmente sudada y al fallo. Cuando acaba le digo "buen esfuerzo". Sonríe.
- Uf, no puedo más.
- Se nota, se nota.
- Pero acabo temblando.
- Sí, pero no sé cómo puedes aguantar 2 horas de pierna, yo con tres ejercicios ya salgo haciendo eses.
- Es aclimatarse al esfuerzo jeje
Un poco más de charla insustancial, se va antes que yo, me dice hasta luego y nos despedimos con una sonrisa.
A esta le saco el whatsapp antes de navidades

Quizá no debí decirle a qué me dedico directamente, pero no se me ocurrió nada gracioso/misterioso que decir sin quedar como un gilipollas.