La revolución digital (y tal y tal)

China debe ser malísima y distópica, pero quienes saben dónde estás, qué buscas en internet, qué hablas, con quien te zurras la trucha, qué compras, qué comes, qué cagas, qué cara tienes y donde estás me parece que son otros.
China lo sabe sobre su población, que es lo que le importa.
Salvo la de la China profunda, que siguen como hace un siglo y la miseria les distrae de cualquier posible disidencia.

Y Occidente ha copiado su modelo, sólo que lo están implantando de a poco.
A excepción de Twitter y puñado de aplicaciones de nicho, todas las herramientas digitales que usamos a diario son de BlackRock y Vanguard: Alphabet (Google, YouTube, Android, Chrome, Gmail, Maps...), Meta (WhatsApp, Instagram, Facebook), Microsoft (todo lo que haces en el PC salvo que tengas Linux o un Mac), por no hablar de todos los bancos y servicios de tarjeta que controlan.

A mí Alphabet me parece la más peligrosa.
A mí me sale hasta una escapada al Golfo de Rosas hace más de una década, cuando ni tenía instalado el Maps, que ni lo recordaba ya.
 
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