FanatiK
Forero del todo a cien
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- 6 Jul 2007
- Mensajes
- 206
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- 620
Buenas noches.
Esta mañana, siguiendo mi rutina diaria, me dispuse a emprender un feliz día tomando un tedioso café en la cafetería donde acudo a diario.
Por norma general, dicho ritual se basa en la entrada al local saludando gentilmente al pueblo, charlar sobre banalidades con la camarera mientras prepara mi brebaje e intercambiar comentarios ligeramente homosexuales y racistas con los parroquianos seniles del lugar mientras el caldo negro se acomoda a una deliciosa temperatura ambiente.
Tras comprobar que la temperatura del café es la adecuada para una plácida ingesta, salgo a la anticuada terraza para fumar un par de cigarrillos mientras desayuno. Ese momento, mi reducto de felicidad y paz lo envuelvo en una lectura de las últimas novedades de nuestra querida casa.
Después del protocolo en la terraza, acudo al servicio del lugar para defecar tranquila y sosegadamente mientras recuerdo y asimilo con una ligera sonrisa algunos de los chascarrillos que me brindais a diario. A la salida del mismo y con una sonrisa en la cara, mis compañeros seniles y un servidor volvemos a intercambiar comentarios escatológicos esta vez atribuidos a mi sonrisa relacionándola a una exitosa expulsión de residuos aunque en realidad producida por vuestro ingenio y mal gusto.
Cuando hoy entré en la cafetería, pude comprobar la ausencia de varios vejestorios y tras echar un vistazo al local, había una inusual afluencia de gente por lo que directamente tras obtener el caldo negruzco me senté en la terraza para comenzar una lectura de nuestra casa más amplia de lo normal.
Aproveché para profundizar en ciertos hilos y conocer nuevos matices y chascarrillos para tener una defecación doblemente placentera.
A mi derecha, una mujer bastante dejada estéticamente charlaba con un hombre ligeramente adormecido.
A mi izquierda, dos jóvenes que no superarían la preciosa edad de los 25 años, planeaban dejar de lado sus responsabilidades educativas y tomarse el día libre.
Ambos jovenzuelos, de dudosa nacionalidad, portaba un estilo bastante definido con zapatillas blancas, pantalones remangados, sudadera y coronando dicho estropicio una gorra malamente colocada dejando ver una maltrecha actitud.
Comencé a bucear por nuestras aguas, mientras disfrutaba de cada post, unos con más estilo y sutileza, otros más burdos y desmelenados. Y entonces, comenzó a producirse un curioso efecto que el foro lleva produciéndome años y fue la heroina que mi cerebro nunca pudo ya dejar.
Mi mente, progresivamente se iba estimulando cada vez más. Al principio una leve sonrisa aparecía en mi rostro reaccionando a ingeniosos comentarios, a los pocos minutos ya estaba contrayendo mi diafragma realizando un sonido nasal mientras volvía a leer un burdo y sarcástico post.
En ese punto de no retorno, cometí el error de satisfacer mi curiosidad en el horrible hilo de las tapas mientras varias miradas por parte de los juveniles desembocaban seguramente en comentarios ostiles entre ellos hacia mi persona.
Degustando uno de los últimos sorbos de café, deslicé mi pulgar hacia abajo para contemplar una foto haciendo referencia a la "ruta de las tapas", un chiste propio del más casposo de los cómicos de los años 90, y mientras contemplaba dicha imagen y ayudado por la estimulación de otros comentarios no pude aguantar una sonora carcajada escupiendo el café depositado en mi cavidad bucal impregnando la mesa de un chirriante color marrón.
- "PUAAAAGGG JAJAJAJAJAJAJA!!!!!!"
Mientras reía como un lunático, ambos jóvenes clavaron la mirada en mí a lo que les correspondí una jocosa y cálida mirada mientras por mi cuidada piel y comisura se deslizaban tímidamente varios riachuelos de saliva y café a partes iguales.
No podía parar de recordar dicha imagen mientras ambos jóvenes mantenían sus miradas declarándome abiertamente una confrontación masculina.
- " Cchhsss!!! Tú!! ¿No te estarás riendo de mí no?"
Como un demente, la carcajada no me dejaba articular palabra alguna pero hize un esfuerzo por el diálogo y repspondí
- " PUAFFFJAJAJAJAJJAJAJA la ruta de la tapa... Ja Jajajaja"
Tras comprobar mi supina estupidez, me levanté de mi asiento a lo que ambos jóvenes reaccionaron haciendo el gesto de realizar una acción similar.
Me coloqué mi blazer, recogí mi cartera de trabajo y cortando la acción previa a la agresión esbozé un sonoro "Buenos días" mientras mis piernas iniciaron una tímida carrerita entre correr y andar intercalando una y otra hasta llegar a un punto en el que me sintiera a salvo.
Y tú querido forero, ¿Alguna vez te ha puesto el foro en apuros? ¿Cómo reaccionan sus seres queridos, si esque tiene, ante nuestra casa?
Esta mañana, siguiendo mi rutina diaria, me dispuse a emprender un feliz día tomando un tedioso café en la cafetería donde acudo a diario.
Por norma general, dicho ritual se basa en la entrada al local saludando gentilmente al pueblo, charlar sobre banalidades con la camarera mientras prepara mi brebaje e intercambiar comentarios ligeramente homosexuales y racistas con los parroquianos seniles del lugar mientras el caldo negro se acomoda a una deliciosa temperatura ambiente.
Tras comprobar que la temperatura del café es la adecuada para una plácida ingesta, salgo a la anticuada terraza para fumar un par de cigarrillos mientras desayuno. Ese momento, mi reducto de felicidad y paz lo envuelvo en una lectura de las últimas novedades de nuestra querida casa.
Después del protocolo en la terraza, acudo al servicio del lugar para defecar tranquila y sosegadamente mientras recuerdo y asimilo con una ligera sonrisa algunos de los chascarrillos que me brindais a diario. A la salida del mismo y con una sonrisa en la cara, mis compañeros seniles y un servidor volvemos a intercambiar comentarios escatológicos esta vez atribuidos a mi sonrisa relacionándola a una exitosa expulsión de residuos aunque en realidad producida por vuestro ingenio y mal gusto.
Cuando hoy entré en la cafetería, pude comprobar la ausencia de varios vejestorios y tras echar un vistazo al local, había una inusual afluencia de gente por lo que directamente tras obtener el caldo negruzco me senté en la terraza para comenzar una lectura de nuestra casa más amplia de lo normal.
Aproveché para profundizar en ciertos hilos y conocer nuevos matices y chascarrillos para tener una defecación doblemente placentera.
A mi derecha, una mujer bastante dejada estéticamente charlaba con un hombre ligeramente adormecido.
A mi izquierda, dos jóvenes que no superarían la preciosa edad de los 25 años, planeaban dejar de lado sus responsabilidades educativas y tomarse el día libre.
Ambos jovenzuelos, de dudosa nacionalidad, portaba un estilo bastante definido con zapatillas blancas, pantalones remangados, sudadera y coronando dicho estropicio una gorra malamente colocada dejando ver una maltrecha actitud.
Comencé a bucear por nuestras aguas, mientras disfrutaba de cada post, unos con más estilo y sutileza, otros más burdos y desmelenados. Y entonces, comenzó a producirse un curioso efecto que el foro lleva produciéndome años y fue la heroina que mi cerebro nunca pudo ya dejar.
Mi mente, progresivamente se iba estimulando cada vez más. Al principio una leve sonrisa aparecía en mi rostro reaccionando a ingeniosos comentarios, a los pocos minutos ya estaba contrayendo mi diafragma realizando un sonido nasal mientras volvía a leer un burdo y sarcástico post.
En ese punto de no retorno, cometí el error de satisfacer mi curiosidad en el horrible hilo de las tapas mientras varias miradas por parte de los juveniles desembocaban seguramente en comentarios ostiles entre ellos hacia mi persona.
Degustando uno de los últimos sorbos de café, deslicé mi pulgar hacia abajo para contemplar una foto haciendo referencia a la "ruta de las tapas", un chiste propio del más casposo de los cómicos de los años 90, y mientras contemplaba dicha imagen y ayudado por la estimulación de otros comentarios no pude aguantar una sonora carcajada escupiendo el café depositado en mi cavidad bucal impregnando la mesa de un chirriante color marrón.
- "PUAAAAGGG JAJAJAJAJAJAJA!!!!!!"
Mientras reía como un lunático, ambos jóvenes clavaron la mirada en mí a lo que les correspondí una jocosa y cálida mirada mientras por mi cuidada piel y comisura se deslizaban tímidamente varios riachuelos de saliva y café a partes iguales.
No podía parar de recordar dicha imagen mientras ambos jóvenes mantenían sus miradas declarándome abiertamente una confrontación masculina.
- " Cchhsss!!! Tú!! ¿No te estarás riendo de mí no?"
Como un demente, la carcajada no me dejaba articular palabra alguna pero hize un esfuerzo por el diálogo y repspondí
- " PUAFFFJAJAJAJAJJAJAJA la ruta de la tapa... Ja Jajajaja"
Tras comprobar mi supina estupidez, me levanté de mi asiento a lo que ambos jóvenes reaccionaron haciendo el gesto de realizar una acción similar.
Me coloqué mi blazer, recogí mi cartera de trabajo y cortando la acción previa a la agresión esbozé un sonoro "Buenos días" mientras mis piernas iniciaron una tímida carrerita entre correr y andar intercalando una y otra hasta llegar a un punto en el que me sintiera a salvo.
Y tú querido forero, ¿Alguna vez te ha puesto el foro en apuros? ¿Cómo reaccionan sus seres queridos, si esque tiene, ante nuestra casa?
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